Una ruta por los mejores miradores de la Ribeira Sacra

Cañones, viñedos en terrazas, pueblos llenos de encanto y un rico patrimonio entre la naturaleza. Estos son balcones naturales más impactantes de esta región gallega donde cada alto en el camino regala una postal.

May 4, 2025 - 14:36
 0
Una ruta por los mejores miradores de la Ribeira Sacra

La Ribeira Sacra es uno de esos lugares que se descubren en silencio, con calma y mirando para todos los lados para intentar no perderse ni un solo detalle. Cada curva del Miño o el Sil dibuja un paisaje distinto y cada alto en el camino ofrece una postal perfecta. Por eso, si estás pensando en una ruta por la zona, apunta estos cinco miradores imprescindibles. Eso sí, no todos son aptos para quienes tienen vértigo.

1. Mirador de Cabezoás

Es uno de los más visitados, en parte, gracias a que es muy accesible. Además, cuenta con un mirador habilitado y seguro que se asoma a uno de los tramos más profundos del cañón del río Sil. Una caída de más de 500 metros protagonizada por las altas paredes verticales y el río al fondo. Una de las imágenes más emblemáticas de la zona y, por lo tanto, una de las paradas imprescindibles.

2. Balcones de Madrid

Lo primero que llama la atención es el nombre y la explicación es sencilla, de aquí se despedían las mujeres del pueblo cuando sus maridos se iban a trabajar a Madrid. Se quedaban tanto rato esperando hasta no ver ni un punto en el horizonte que los locales empezaron a cambiarle el nombre y… ahora ya se le conoce como Balcones de Madrid. Uno de los principales motivos para visitar este mirador es que está en el propio Parada del Sil, uno de los pueblos con más encanto de la zona. Es conocido por su mirador, pero también por la cantidad de restaurantes que pueden encontrar y lo bien que puedes comer en prácticamente todos.

3. Mirador de Cabo do Mundo

Es el más fotografiado de todos los que salpican el curso del río Miño y no es casualidad. Aquí el río dibuja un meandro perfecto que parece diseñado por ordenador. Si además aprovechas la luz del atardecer, la sensación es casi mágica. El acceso es sencillo y está muy bien preparado. Tanto que, junto al miador en cuestión, hay una plataforma de madera a la que los valientes pueden subir y disfrutar de la perspectiva desde mucho más arriba.

4. Mirador de Penedos do Castro

No es de los más conocidos, pero sí de los más especiales. Situado sobre un antiguo castro de la Edad del Hierro, este mirador ofrece una perspectiva diferente sobre el cañón del Sil y permite ver, desde lo alto, la silueta del Monasterio de Santo Estevo entre el verde de los bosques. El acceso es sencillo: basta con caminar unos 300 metros desde la aldea de Pombar a través de un bonito sendero entre robles y castaños. Un pequeño esfuerzo con una gran recompensa. La excursión puede terminar visitando en antiguo monasterio. Hoy es un Parador Nacional, pero hay partes que están abiertas al público.

5. Bodega Regina Viarum

Terminamos la ruta con un brindis en uno de los lugares más icónicos (y fotografiados) de la Ribeira Sacra. La bodega Regina Viarum, además de producir algunos de los mencías más conocidos de la zona, ha sabido convertir el paisaje en parte de la experiencia. Pero si buscas el columpio más famoso de las redes sociales. Tu bodega es Terra Brava. Una bodega más pequeña, pero con un encanto incomparable.

Para un final de ruta perfecto, nada mejor que bajar hasta el río y apuntarse a uno de los cruceros que surcan el río Sil. El poder ver los impresionantes cañones desde abajo es tan espectacular como desde sus miradores.