Dólar, inflación y reservas, el triángulo que está en el centro de las decisiones de Caputo
El salto que dio la inflación en marzo está quedando atrás. El 3,7% que registró el Indec quebró la inercia descendente y convenció al Gobierno de que el esquema cambiario de devaluación mensual ya no servía como ancla. La firma del acuerdo con el FMI se volvió urgente en todos los planos y su anuncio dio paso a la denominada fase 3. Después de los primeros vaivenes, la adopción de la banda y el sistema de flotación permitieron que el tipo de cambio empezara a alinearse con las metas que se habían fijado Javier Milei y Luis Caputo (arrimarse todo lo posible al piso de $ 1000) y lo que hace unas semanas era un escenario de inestabilidad, de repente se convirtió en un horizonte de moderación.El Gobierno apeló a fórmulas heterodoxas para advertir a los empresarios a que no suban los precios más de la cuenta. El mensaje le llegó primero a las alimenticias y después a las automotrices. No hubo necesidad de replicarlo en otros rubros (por lo menos públicamente) porque se mostró eficiente para moderar expectativas. Las consultoras que hacen relevamientos de precios auguran que abril podría haber terminado entre 2,6% y 3,1%, y pronostican que mayo podría quedar reencausado en la línea del 2%, ayudado por la baja de las naftas y la menor cantidad de ajustes estacionales que tiene el mes.Banco Central de la República ArgentinaEl equipo económico señala por lo bajo que no hay que darle demasiada trascendencia al objetivo de reservas fijado con el FMI. No obstante, los inversores siguen esa cuenta con atención porque es la garantía de repago de los intereses de la deuda que vencen en julio.Caputo se fijó como prioridad que la oferta de dólares ayude a estabilizar los precios internos, tanto para aquellos que deben importar insumos como para los que comenzaron a comprar más bienes afuera gracias a la reducción de aranceles. En ese sentido, mayo concentrará la liquidación fuerte del agro y también podría verse el ingreso de capitales financieros, atraídos por el carry trade. El plazo mínimo de seis meses que fijó el BCRA los obliga a surfear la incertidumbre electoral, pero a juzgar por las cotizaciones bajistas del mercado a futuro, ningún resultado parece inquietar demasiado a los inversores. Solo les resta decidir y traer la plata.Enfoque sorpresivo Cavallo propone una fórmula para sumar reservas que descoloca al Gobierno: "No es estrictamente correcto..." Esta semana Economía concretará la recompra de letras, con lo cual los u$s 12.000 millones que giró el FMI pasarán formalmente al patrimonio del Central. La pregunta que se hace el mercado es: ¿y cuándo comprará reservas, si se alarga el descenso al piso de la banda? El que está inhibido es el BCRA, pero el Tesoro no. El precio dirá cuando sea el momento adecuado.

El salto que dio la inflación en marzo está quedando atrás. El 3,7% que registró el Indec quebró la inercia descendente y convenció al Gobierno de que el esquema cambiario de devaluación mensual ya no servía como ancla. La firma del acuerdo con el FMI se volvió urgente en todos los planos y su anuncio dio paso a la denominada fase 3. Después de los primeros vaivenes, la adopción de la banda y el sistema de flotación permitieron que el tipo de cambio empezara a alinearse con las metas que se habían fijado Javier Milei y Luis Caputo (arrimarse todo lo posible al piso de $ 1000) y lo que hace unas semanas era un escenario de inestabilidad, de repente se convirtió en un horizonte de moderación.
El Gobierno apeló a fórmulas heterodoxas para advertir a los empresarios a que no suban los precios más de la cuenta. El mensaje le llegó primero a las alimenticias y después a las automotrices. No hubo necesidad de replicarlo en otros rubros (por lo menos públicamente) porque se mostró eficiente para moderar expectativas. Las consultoras que hacen relevamientos de precios auguran que abril podría haber terminado entre 2,6% y 3,1%, y pronostican que mayo podría quedar reencausado en la línea del 2%, ayudado por la baja de las naftas y la menor cantidad de ajustes estacionales que tiene el mes. Banco Central de la República Argentina
El equipo económico señala por lo bajo que no hay que darle demasiada trascendencia al objetivo de reservas fijado con el FMI. No obstante, los inversores siguen esa cuenta con atención porque es la garantía de repago de los intereses de la deuda que vencen en julio.
Caputo se fijó como prioridad que la oferta de dólares ayude a estabilizar los precios internos, tanto para aquellos que deben importar insumos como para los que comenzaron a comprar más bienes afuera gracias a la reducción de aranceles. En ese sentido, mayo concentrará la liquidación fuerte del agro y también podría verse el ingreso de capitales financieros, atraídos por el carry trade. El plazo mínimo de seis meses que fijó el BCRA los obliga a surfear la incertidumbre electoral, pero a juzgar por las cotizaciones bajistas del mercado a futuro, ningún resultado parece inquietar demasiado a los inversores. Solo les resta decidir y traer la plata.
Esta semana Economía concretará la recompra de letras, con lo cual los u$s 12.000 millones que giró el FMI pasarán formalmente al patrimonio del Central. La pregunta que se hace el mercado es: ¿y cuándo comprará reservas, si se alarga el descenso al piso de la banda? El que está inhibido es el BCRA, pero el Tesoro no. El precio dirá cuando sea el momento adecuado.