Nódulos de Bouchard: qué son y cómo tratar esta afección de las articulaciones

Manifestación física de la osteoartritis, enfermedad degenerativa, estos nódulos son protuberancias duras y generalmente indoloras que se conocen como deformidades reumatoides y que no pueden prevenirse.

May 4, 2025 - 19:10
 0
Nódulos de Bouchard: qué son y cómo tratar esta afección de las articulaciones

Los nódulos de Bouchard reciben esa denominación debido a que fue el patólogo francés Charles Jacques Bouchard el primero en describir estas protuberancias óseas que tienen lugar en las extremidades interfalángicas proximales (medias), que aparecen como consecuencia de la osteoartritis. Un problema de salud ósea, degenerativo, que aunque no puede prevenirse sí se puede tratar para controlar su evolución.

A pesar de que estos bultos o deformidades de 1 a 5 centímetros pueden surgir tras una lesión previa, lo más habitual es que hagan acto de presencia sin que haya nada que lo cause directamente. Como dato general, es importante saber que los nódulos de Bouchard son más frecuentes en mujeres que en hombres, se manifiestan en torno a los 50 años y que aparecen en la mitad de las personas con artritis reumatoide diagnosticada, sobre todo en los dedos de las manos, codos, pies y tobillos.

¿Qué es la osteoartritis?

Antes de profundizar en lo que puede significar padecer nódulos de Bouchard, conviene saber en qué consiste la enfermedad que puede provocarlos en la mayoría de los casos, aunque también existe un componente hereditario. La osteoartritis es la forma más común de artritis, y consiste en el desgaste progresivo del cartílago que envuelve los huesos en las articulaciones.

La osteoartritis no es lo mismo que la artritis reumatoide, aunque tengan muchos puntos en común al afectar ambas a las articulaciones. En este segundo caso se trata de una enfermedad en la que el sistema inmunitario ataca a las articulaciones, comenzando por la capa que las protege, el revestimiento.

Artritis significa 'inflamación de las articulaciones' y es un término que concentra una variedad de afecciones, cada una con características y enfoques de tratamiento diferenciados. La osteoartritis y la artritis reumatoide son dos de los tipos más comunes, pero no son lo mismo.

Síntomas de la osteoartritis, 'causa' de los nódulos de Bouchard

A menudo se asocia la osteoartritis con el envejecimiento, pero también puede ocurrir después de una lesión como consecuencia de la rotura y el desgaste del cartílago protector que amortigua las articulaciones, lo que hace que los huesos se rocen.

Esta degeneración de las articulaciones puede provocar dolor (o no), hinchazón y dificultad para la movilidad normal. Si bien esta enfermedad puede afectar a cualquier articulación, generalmente se diagnostica en las rodillas, las caderas, la espalda baja y las manos. La presencia de los nódulos de Bouchard indica un proceso artrítico subyacente, que a menudo conduce a una deformidad articular y una movilidad reducida.

¿Cuáles son las causas de los nódulos de Bouchard?

Aunque ya hemos comentado que la principal causa es una osteoartritis de base, estas protuberancias también tienen un origen en la predisposición genética. Las personas con antecedentes familiares de osteoartritis o enfermedades relacionadas tienen más probabilidades de desarrollar estas deformaciones del hueso, en diferentes niveles de gravedad.

Otros factores que podrían influir en la aparición de los nódulos son el envejecimiento, puesto que las probabilidades aumentan con la edad; las lesiones articulares de los dedos; e incluso la obesidad, que al provocar estrés repetitivo sobre las articulaciones puede exacerbar la artritis y provocar la formación de nódulos de Bouchard.

Reconocer estas protuberancias es fácil, puesto que las articulaciones se inflaman, adquieren una rigidez molesta tras periodos de inactividad, y reducen las posibilidades de movimiento, algo que repercute en la calidad de vida y en las tareas diarias.

Posibles tratamientos para esta enfermedad articular

Aunque los nódulos de Bouchard no tienen cura, sí se pueden llevar a cabo algunos tratamientos que ayuden a controlar los síntomas y a mejorar la calidad de vida. Aparte de la fisioterapia, que mejora la flexibilidad y la fuerza de las extremidades, los aparatos ortopédicos específicos pueden reducir el estrés al estabilizar las articulaciones.

En cuanto al dolor, en caso de que exista, los analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos son aliados del paciente, así como ciertas cremas con capsaicina o mentol, que podrían aliviar las molestias. Por fin, y en los casos más graves, existe la posibilidad de una intervención quirúrgica que reemplace la articulación dañada, restaurando su función. El control del peso, una dieta rica en alimentos antiinflamatorios y la práctica de algún deporte son medidas que nos ayudarían a controlar la enfermedad.

Referencias

Mercedes Fernández-Moreno, Ignacio Rego, Francisco J. Blanco. 'Genetics in Osteoarthritis'. Laboratorio de Investigación Osteoarticular y del Envejecimiento. Servicio de Reumatología. Complejo Hospitalario Universitario Juan Canalejo (A Coruña). Consultado online en https://www.reumatologiaclinica.org/es-genetica-osteoartritis-articulo-13111158 el 6 de abril de 2025.

¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate gratis a nuestra nueva newsletter.