Díaz apuesta por parar la opa de BBVA sobre Banco Sabadell después del visto bueno de Competencia
La vicepresidenta segunda, que considera que la operación es un "error mayúsculo" y agrava el problema de la exclusión financiera, ha recordado además que el Gobierno tiene ahora la última palabra en esta materia

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha apostado este jueves por parar la opa de BBVA sobre Banco Sabadell que, tras una jornada maratoniana, recibió anoche el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y cuyo futuro está ahora, precisamente, en manos del Gobierno. El Ejecutivo, a través del ministerio de Economía, Comercio y Empresa, tiene la última palabra sobre la operación y puede decidir pararla, rebajarle las condiciones impuestas por la CNMC o fijar otras nuevas.
En una entrevista concedida este Primero de Mayo a 'La Hora de la 1' de TVE, Díaz ha asegurado que la operación es un "error mayúsculo", con la que "pierde" la democracia. Desde su punto de vista la futura fusión refuerza aún más el oligopolio financiero que existe en España y agudiza el riesgo sistémico. Se consideran entidades sistémicas aquellas cuyo tamaño puede desestabilizar todo el sistema financiero y afectar a la economía real en caso de quiebra.
Por todo ello, Yolanda Díaz ha llamado a ponerse del lado del bien común frente a esta operación, al entender que tendrá "una afectación muy negativa" sobre el empleo, sobre los servicios públicos y la situación económica de España.
La también ministra de Trabajo y Economía Social ha recordado, además, que se están planteando en torno a 5.000 despidos en el sector por el cierre de oficinas y cómo estos van a agudizar "un grave problema democrático" en España como es la exclusión financiera. "Hoy es imposible vivir sin acceso a las entidades financieras, por tanto, va a haber un riesgo clave en esta materia", ha alertado.
CCOO y UGT consideran la fusión no tiene "ni pies ni cabeza"
En la misma línea se han expresado este jueves los responsables a nivel nacional de los dos sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras (CCOO). Según han manifestado Pepe Álvarez y Unai Sordo, en una entrevista radiofónica en RNE, recogida por Europa Press, esta fusión es "una mala noticia" que pone en cuestión la competencia el sector bancario, con un impacto sobre los clientes financieros.
"Esperemos que los accionistas de los bancos, que van a tener la última palabra, todavía sitúen una posición que permita mantener el banco y que el propio Gobierno piense en el interés general y en cómo queda el sector financiero con una fusión que no tiene ni pies ni cabeza", ha manifestado Álvarez. Mientras, Sordo ha incidido en que España "no debe continuar por un proceso de concentración bancaria" que acabe por reducir la competencia financiera y ha expresado su preocupación ante una fusión que espera que finalmente no se consolide.
A raíz de la crisis financiera y del rescate a la banca española el 9 de junio de 2012, se inició un proceso de reestructuración que llevó al sector a reducirse de forma significativa a través de fusiones y adquisiciones o de la transferencia de activos problemáticos al 'banco malo' (la Sareb), pasando de las más de 60 de entonces a apenas una decena.
Visto bueno de Competencia
El supervisor, capitaneado por Cani Fernández, consideró el miércoles que los compromisos presentados por BBVA son "adecuados, suficientes y proporcionados para solucionar los problemas que esta concentración supone para la competencia en los mercados afectados". Lo aseguró después de once meses de análisis exhaustivo, que finalizó con el lanzamiento de un test de mercado entre un total de cuarenta entidades para comprobar que, en el caso de que la unión saliese adelante, se podrían cumplir los compromisos asumidos por BBVA.
El objetivo de ese análisis era evitar los potenciales problemas de crédito que pudieran darse, así como los riesgos de servicio de pagos, que han sido las áreas en las que ha detectado un mayor riesgo por la concentración. El Banco Sabadell también participó en ese test, en el que se le preguntó si las propuestas planteadas por BBVA eran suficientes.