¿Qué son los vehículos eléctricos autónomos?
La movilidad, tal y como la conocíamos, lleva años experimentando una enorme revolución, impulsada por la electrificación y la conducción autónoma, que ha dado como resultado el vehículo eléctrico autónomo (VEA), que promete cambiar la forma en que nos movemos en nuestro día a día. Pero, ¿qué son los vehículos eléctricos autónomos? Lejos de ser algo una película de ciencia ficción o un invento del futuro, cada vez están más presentes en nuestras carreteras y, a continuación, te contamos en qué consisten y cómo funcionan, además de enumerarte las ventajas que ofrecen. ¿Qué es un vehículo eléctrico autónomo? Un vehículo eléctrico autónomo, tal y como su propio nombre indica, es un vehículo que funciona con electricidad, eliminando por completo las emisiones contaminantes, y tiene la capacidad de funcionar sin necesidad de conductor humano. ¿Cómo es esto posible? A través de un motor eléctrico alimentado por baterías recargables, prescindiendo al 100% del motor de combustión convencional, y un avanzado sistema de aprendizaje automático basado en Inteligencia Artificial, acompañado de sensores, radares, cámaras y software de navegación que le permite percibir su entorno y tomar decisiones en tiempo real con total precisión, controlando el movimiento del coche de manera autónoma. El resultado es un vehículo que ofrece una movilidad mucho más limpia, segura y eficiente, que en los próximos años permite transformar por completo no solo el transporte, sino las ciudades y las carreteras. Principales características del vehículo eléctrico autónomo A diferencia de los coches eléctricos convencionales, los VEA tienen una serie de características únicas que los hacen únicos, marcando un antes y un después en la movilidad y en la industria automotriz: Propulsión eléctrica: los vehículos eléctricos autónomos cambian el motor de combustión por uno o varios motores eléctricos alimentados por baterías recargables, lo que se traduce en cero emisiones, en una conducción más silenciosa y en un significativo ahorro en cuanto al consumo energético. Sistema de autonomía: están equipados con sensores LIDAR, radares, cámaras y unidades de procesamiento de alta potencia, lo que permite que vehículos sean capaces no solo de percibir su entorno, sino de interpretar la información y ejecutar maniobras como frenar, girar, cambiar de carril o aparcar, todo de manera autónoma, sin que un conductor tenga que hacer nada. Niveles de autonomía: la Society of Automotive Engineers (SAE) define seis niveles de conducción autónoma; desde el nivel 0 (sin automatización) hasta el nivel 5 (automatización completa). A día de hoy, los VEA comerciales más avanzados alcanzan niveles 2 o 3, donde el vehículo puede asumir la conducción en determinadas situaciones, pero el conductor debe estar preparado para intervenir en cualquier momento. Conectividad: la mayoría de estos vehículos están conectados a redes de datos que les permiten actualizar sus sistemas de navegación, detectar cambios en el tráfico en tiempo real e incluso comunicarse entre ellos (V2V, Vehicle-to-Vehicle communication) para mejorar la seguridad. Sistemas de asistencia: incluyen tecnologías y avanzados sistemas de asistencia como el control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril, la detección de peatones...
La movilidad, tal y como la conocíamos, lleva años experimentando una enorme revolución, impulsada por la electrificación y la conducción autónoma, que ha dado como resultado el vehículo eléctrico autónomo (VEA), que promete cambiar la forma en que nos movemos en nuestro día a día. Pero, ¿qué son los vehículos eléctricos autónomos? Lejos de ser algo una película de ciencia ficción o un invento del futuro, cada vez están más presentes en nuestras carreteras y, a continuación, te contamos en qué consisten y cómo funcionan, además de enumerarte las ventajas que ofrecen. ¿Qué es un vehículo eléctrico autónomo? Un vehículo eléctrico autónomo, tal y como su propio nombre indica, es un vehículo que funciona con electricidad, eliminando por completo las emisiones contaminantes, y tiene la capacidad de funcionar sin necesidad de conductor humano. ¿Cómo es esto posible? A través de un motor eléctrico alimentado por baterías recargables, prescindiendo al 100% del motor de combustión convencional, y un avanzado sistema de aprendizaje automático basado en Inteligencia Artificial, acompañado de sensores, radares, cámaras y software de navegación que le permite percibir su entorno y tomar decisiones en tiempo real con total precisión, controlando el movimiento del coche de manera autónoma. El resultado es un vehículo que ofrece una movilidad mucho más limpia, segura y eficiente, que en los próximos años permite transformar por completo no solo el transporte, sino las ciudades y las carreteras. Principales características del vehículo eléctrico autónomo A diferencia de los coches eléctricos convencionales, los VEA tienen una serie de características únicas que los hacen únicos, marcando un antes y un después en la movilidad y en la industria automotriz: Propulsión eléctrica: los vehículos eléctricos autónomos cambian el motor de combustión por uno o varios motores eléctricos alimentados por baterías recargables, lo que se traduce en cero emisiones, en una conducción más silenciosa y en un significativo ahorro en cuanto al consumo energético. Sistema de autonomía: están equipados con sensores LIDAR, radares, cámaras y unidades de procesamiento de alta potencia, lo que permite que vehículos sean capaces no solo de percibir su entorno, sino de interpretar la información y ejecutar maniobras como frenar, girar, cambiar de carril o aparcar, todo de manera autónoma, sin que un conductor tenga que hacer nada. Niveles de autonomía: la Society of Automotive Engineers (SAE) define seis niveles de conducción autónoma; desde el nivel 0 (sin automatización) hasta el nivel 5 (automatización completa). A día de hoy, los VEA comerciales más avanzados alcanzan niveles 2 o 3, donde el vehículo puede asumir la conducción en determinadas situaciones, pero el conductor debe estar preparado para intervenir en cualquier momento. Conectividad: la mayoría de estos vehículos están conectados a redes de datos que les permiten actualizar sus sistemas de navegación, detectar cambios en el tráfico en tiempo real e incluso comunicarse entre ellos (V2V, Vehicle-to-Vehicle communication) para mejorar la seguridad. Sistemas de asistencia: incluyen tecnologías y avanzados sistemas de asistencia como el control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril, la detección de peatones...
Publicaciones Relacionadas