Rusia quiere confiscar los activos de Wargaming por apoyar a Ucrania con World of Tanks

Los creadores de World of Tanks están atravesando una situación complicada: los gobiernos de Rusia y Bielorrusia han puesto la lupa sobre ellos, acusándolos de "actividades extremistas" tras mostrar su apoyo a Ucrania. El panorama se complica con amenazas de confiscaciones de acciones y activos, afectando tanto a Wargaming como a Lesta Games, dos compañías que, aunque separadas desde 2022, siguen en el punto de mira de las autoridades rusas. ¿Qué está pasando exactamente?

En los últimos años, la escena detrás de World of Tanks se ha vuelto mucho más enrevesada. Y es que, tras el estallido de la invasión rusa a Ucrania, Wargaming decidió romper lazos con Rusia y Bielorrusia, vendiendo su negocio local sin ningún tipo de beneficio. Sin embargo, parece que, a ojos del Kremlin, esas distancias no son suficientes. Y así llegamos al nuevo capítulo de esta novela: acusaciones de extremismo y posibles confiscaciones de bienes.

Rusia va a por Wargaming por mostrar su apoyo a Ucrania a través de World of Tanks

La historia empezó a cambiar en 2022, cuando Wargaming tomó una decisión radical: “Wargaming realizó una salida estratégica de los mercados ruso y bielorruso hace tres años”, dijo un portavoz a Eurogamer. Desde entonces, sus operaciones quedaron en manos de Lesta Games, que, aunque ahora es independiente, no ha conseguido librarse de la sombra de su antigua matriz.

A pesar de que Wargaming dejó claro que ya no tenía "activos ni intereses comerciales en Rusia ni Bielorrusia", según su portavoz, el fiscal general ruso parece pensar lo contrario. Desde su punto de vista, tanto Viktor Kisly, dueño de Wargaming, como Malik Khatazhaev, propietario de Lesta Games, "forman parte de una asociación que lleva a cabo actividades extremistas", como recogió el medio estatal RIA Novosti. Esto ha llevado a que se pretenda confiscar las acciones de ambos empresarios.

La gran prueba que maneja la fiscalía rusa no tiene mucho misterio: Wargaming organizó campañas para recaudar fondos destinados a la compra de ambulancias para Ucrania, vendiendo contenido temático en varios de sus juegos. En concreto, la compañía llegó a reunir más de un millón de dólares en 2023. Un gesto solidario que ahora es usado como argumento político.

Putin no distingue entre ambas empresas y la guillotina espera

Lo irónico del asunto es que Lesta Games, la actual gestora de World of Tanks en Rusia, ha tratado de marcar distancias. "La empresa opera en pleno cumplimiento de la legislación de la Federación Rusa y la República de Bielorrusia, por lo que no tenemos motivos para preocuparnos ni ocultar información", dijeron en un comunicado a través de su canal de Telegram.

Y es que los rusos no parecen distinguir demasiado entre las dos compañías, a pesar de la separación formalizada en marzo de 2022. De hecho, la propia Lesta aclaró que no había participado en ningún tipo de recaudación de fondos a favor de Ucrania, pero eso no ha frenado las acciones legales contra ellos.

La situación podría tener más que ver con las limitadas opciones del Kremlin para actuar contra Wargaming, que ya no tiene ni sedes ni bienes en territorio ruso o bielorruso. De ahí que Lesta, mucho más expuesta, se haya convertido en un blanco más fácil.

Este movimiento no es nuevo si recordamos que, en 2022, la KGB bielorrusa llegó a meter en su lista de terroristas al director de desarrollo comercial de Wargaming, Nikolai Katselapov. Un gesto más simbólico que otra cosa, ya que difícilmente Katselapov volvería a pisar suelo bielorruso a estas alturas.

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