Producir y ser competitivo, las llaves del desafío
En la música el ritmo es una pieza fundamental, incluso muchas veces por encima de la melodía y la armonía, pensemos en nuestro folklore, donde una zamba se identifica sólo con unos pocos golpes de bombo.En otro sentido, al pensar estrategias político-económicas, acertar al timing de las decisiones y tener una lectura correcta sobre el "ritmo" de las agendas es crucial, e incluso puede ser definitorio sobre la suerte que corra el plan de gobierno.Desregulaciones El Gobierno habilita la importación de un producto clave para el campo: cuánto pueden bajar los precios Las últimas semanas son un ejemplo sobre los reflejos de anticiparse a un cierre de ciclo y tomar control sobre una nueva agenda que se avecina.Las nuevas reglas cambiarias han logrado generar estabilidad en los mercados, mantener el tipo de cambio en niveles compatibles con una inflación que no obligue a recalcular. Esta etapa de "aprendiendo a flotar" sin dudas es una transición hacia un esquema más libre, el desafío de minimizar la incertidumbre inicial y reencausar las expectativas está en marcha.Banco Central de la República ArgentinaEl termómetro sobre el éxito antiinflacionario es fundamental frente las disputas electorales, por eso es clave que los guarismos de precios de los próximos meses ratifiquen la curva descendente.Tranquilidad en el ahora implica centralidad del mediano plazo, donde la apuesta para un balance de divisas consistente es expandir exportaciones, recibir inversión extranjera, sin claudicar en devaluaciones, por el contrario, construyendo nuevos fundamentos en base a la desregulación, la baja de las cargas impositivas, y las oportunidades del mundo.Hay algo que está claro, existe consenso entre los empresarios de que no estamos en un cambio perecedero, para luego volver a retroceder. El nuevo modelo económico es permanente, respondió en forma ¡unánime! todo el auditorio que esta semana participó del 42° Congreso Anual del IAEF, ante una pregunta que se hizo desde uno de los paneles.Impacto en precios Caputo reveló los dos rubros en los que continuarán bajando impuestos y aranceles Lucrecia EterovichComo es habitual, la conversación de cómo sobrevivimos a la urgencia se caracteriza por certeza pragmática. La conversación del medio es la síntesis que tuerce la urgencia en relevancia. Es justo ahí donde nos encontramos.Donde los logros que el gobierno consiguió pueden parecer pequeños o insuficientes, y donde el "cómo" vamos hacia el país prometido es el ítem más observado. Las elecciones que exponen una fragmentación de la oferta partidaria y un calendario electoral desacoplado -que comenzó en mayo y termina en octubre- resumen esa cuestión.En estos días, Jorge Liotti se refería a "la novedad silenciosa" al analizar el momento actual, haciendo referencia a una apatía creciente por parte de la sociedad en términos de interés político. Un distanciamiento respecto a la agenda, que puede conllevar riesgos latentes.Zoom Editorial El mercado está dispuesto a darle al Gobierno un "dólar waiver" hasta que pasen las elecciones Ariel CohenEn otros términos, las bases de validación del gobierno aún no son todas propias, las exigencias en términos económicos serán crecientes y el espacio para desplegar los cambios necesarios sin perder sustentabilidad de poder parecen desafiados.Para Dante Sica, el escenario habla de la profundidad del cambio y del revuelo que eso naturalmente genera: "todos los procesos de fragmentación en la clase política también están en la estructura económica. Estamos en una transición a una economía más competitiva y eso cambia el modelo de gestión. Si miramos un poco más allá del corto plazo, lo que está cambiando es el balance entre el sector público y el sector privado. Está perdiendo peso el Estado Nacional y lo está haciendo voluntariamente".Y sí, además Argentina es parte de un mundo que ha abandonado la estabilidad como premisa. Un mundo BANI (Frágil, que genera Ansiedad, No lineal e Incomprensible). Las certezas del siglo XX fueron reemplazadas por transiciones simultáneas: energética, digital, demográfica, geopolítica.Tregua comercial Baja de aranceles, boom importador y dólar barato: alerta de la industria y una radiografía clave En ese escenario, las ventajas comparativas tradicionales ya no alcanzan. Las reglas de la competitividad cambiaron: hoy gana quien integra innovación, sostenibilidad y velocidad de adaptación en un entorno global hiperconectado, expuesto al cambio tecnológico más acelerado de la historia moderna.Las grandes industrias del futuro ya están emergiendo en torno a cinco fuerzas concurrentes: la electrificación del sistema productivo global, la expansión de la inteligencia artificial generativa, la presión climática sobre las cadenas de suministro, la relocalización estratégica de industrias críticas, y la necesidad de redefinir el contrato social en torno al trabajo, la inclusión y el conocimiento.El cambio no es solo tecnológico: es un cambio de matriz productiva. La energía

En la música el ritmo es una pieza fundamental, incluso muchas veces por encima de la melodía y la armonía, pensemos en nuestro folklore, donde una zamba se identifica sólo con unos pocos golpes de bombo.
En otro sentido, al pensar estrategias político-económicas, acertar al timing de las decisiones y tener una lectura correcta sobre el "ritmo" de las agendas es crucial, e incluso puede ser definitorio sobre la suerte que corra el plan de gobierno.
Las últimas semanas son un ejemplo sobre los reflejos de anticiparse a un cierre de ciclo y tomar control sobre una nueva agenda que se avecina.
Las nuevas reglas cambiarias han logrado generar estabilidad en los mercados, mantener el tipo de cambio en niveles compatibles con una inflación que no obligue a recalcular. Esta etapa de "aprendiendo a flotar" sin dudas es una transición hacia un esquema más libre, el desafío de minimizar la incertidumbre inicial y reencausar las expectativas está en marcha. Banco Central de la República Argentina
El termómetro sobre el éxito antiinflacionario es fundamental frente las disputas electorales, por eso es clave que los guarismos de precios de los próximos meses ratifiquen la curva descendente.
Tranquilidad en el ahora implica centralidad del mediano plazo, donde la apuesta para un balance de divisas consistente es expandir exportaciones, recibir inversión extranjera, sin claudicar en devaluaciones, por el contrario, construyendo nuevos fundamentos en base a la desregulación, la baja de las cargas impositivas, y las oportunidades del mundo.
Hay algo que está claro, existe consenso entre los empresarios de que no estamos en un cambio perecedero, para luego volver a retroceder. El nuevo modelo económico es permanente, respondió en forma ¡unánime! todo el auditorio que esta semana participó del 42° Congreso Anual del IAEF, ante una pregunta que se hizo desde uno de los paneles.
Como es habitual, la conversación de cómo sobrevivimos a la urgencia se caracteriza por certeza pragmática. La conversación del medio es la síntesis que tuerce la urgencia en relevancia. Es justo ahí donde nos encontramos.
Donde los logros que el gobierno consiguió pueden parecer pequeños o insuficientes, y donde el "cómo" vamos hacia el país prometido es el ítem más observado. Las elecciones que exponen una fragmentación de la oferta partidaria y un calendario electoral desacoplado -que comenzó en mayo y termina en octubre- resumen esa cuestión.
En estos días, Jorge Liotti se refería a "la novedad silenciosa" al analizar el momento actual, haciendo referencia a una apatía creciente por parte de la sociedad en términos de interés político. Un distanciamiento respecto a la agenda, que puede conllevar riesgos latentes.
En otros términos, las bases de validación del gobierno aún no son todas propias, las exigencias en términos económicos serán crecientes y el espacio para desplegar los cambios necesarios sin perder sustentabilidad de poder parecen desafiados.
Para Dante Sica, el escenario habla de la profundidad del cambio y del revuelo que eso naturalmente genera: "todos los procesos de fragmentación en la clase política también están en la estructura económica. Estamos en una transición a una economía más competitiva y eso cambia el modelo de gestión. Si miramos un poco más allá del corto plazo, lo que está cambiando es el balance entre el sector público y el sector privado. Está perdiendo peso el Estado Nacional y lo está haciendo voluntariamente".
Y sí, además Argentina es parte de un mundo que ha abandonado la estabilidad como premisa. Un mundo BANI (Frágil, que genera Ansiedad, No lineal e Incomprensible). Las certezas del siglo XX fueron reemplazadas por transiciones simultáneas: energética, digital, demográfica, geopolítica.
En ese escenario, las ventajas comparativas tradicionales ya no alcanzan. Las reglas de la competitividad cambiaron: hoy gana quien integra innovación, sostenibilidad y velocidad de adaptación en un entorno global hiperconectado, expuesto al cambio tecnológico más acelerado de la historia moderna.
Las grandes industrias del futuro ya están emergiendo en torno a cinco fuerzas concurrentes: la electrificación del sistema productivo global, la expansión de la inteligencia artificial generativa, la presión climática sobre las cadenas de suministro, la relocalización estratégica de industrias críticas, y la necesidad de redefinir el contrato social en torno al trabajo, la inclusión y el conocimiento.
El cambio no es solo tecnológico: es un cambio de matriz productiva. La energía del futuro no es solo un insumo; es un driver de localización industrial. El mundo necesita minerales críticos. El litio, el cobre, el níquel y el grafito se han vuelto componentes estratégicos, no solo de la industria, sino de la soberanía energética. La minería del futuro no será extractiva, será tecnológica, interconectada y bajo estándares globales.
En este contexto, la mirada global sobre Argentina se transforma. Ya no desde su inestabilidad, sino desde su potencial para resolver problemas globales. No somos relevantes solo porque tenemos Vaca Muerta o recursos minerales: lo somos porque, si jugamos inteligentemente, podemos integrar energía competitiva, minerales críticos, tecnología aplicada y talento creativo en una sola plataforma productiva. Pocos países pueden ofrecer esa combinación.
Las industrias que vienen no se localizarán donde estén los recursos, sino donde haya innovación, regulación inteligente y visión compartida. Argentina tiene la oportunidad de convertirse en uno de esos polos. Pero la ventana está abierta solo por un tiempo limitado.