Conejo Omiltemi, el sorprendente regreso de una especie ‘extinta’ en México

En los densos bosques de la Sierra Madre del Sur, un pequeño conejo de pelaje rojizo y cola negra ha vuelto a saltar bajo los reflectores científicos. El conejo Omiltemi (Sylvilagus insonus), considerado extinto por más de un siglo, fue redescubierto en Guerrero, México, gracias a cámaras trampa y el esfuerzo de investigadores y comunidades […]

May 16, 2025 - 23:52
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Conejo Omiltemi, el sorprendente regreso de una especie ‘extinta’ en México

En los densos bosques de la Sierra Madre del Sur, un pequeño conejo de pelaje rojizo y cola negra ha vuelto a saltar bajo los reflectores científicos. El conejo Omiltemi (Sylvilagus insonus), considerado extinto por más de un siglo, fue redescubierto en Guerrero, México, gracias a cámaras trampa y el esfuerzo de investigadores y comunidades locales. Este hallazgo, no solo emociona a los biólogos, sino que enciende la esperanza para la conservación de especies endémicas.

Conejo Omiltemi, un fantasma peludo

El conejo Omiltemi es un mamífero único, endémico de una zona montañosa de menos de 500 kilómetros cuadrados en Guerrero. Con su pelaje áspero rojizo, orejas cortas y una cola negra pequeña (nada de la clásica colita blanca de otros conejos) este lagomorfo es un maestro del sigilo. Descrito por primera vez en 1904 por Edward William Nelson, su rastro se perdió tras pocos avistamientos, con solo cinco ejemplares documentados en los 90. En 1999, los investigadores MacPhee y Fleming lo consideraron un caso de extinción moderna. Sin embargo, en 2025, cámaras trampa del equipo de Fernando Ruiz-Gutiérrez captaron al Omiltemi en 29 estaciones en Atoyac, Chilpancingo y Técpan de Galeana, ampliando su distribución conocida en 111 kilómetros lineales.

Conejo Omiltemi reaparece

¿Por qué desapareció? No lo hizo… simplemente lo olvidamos

Uno de los grandes giros de esta historia es que el conejo nunca se extinguió. Solo se dejó de investigar. Mientras los científicos lo daban por perdido, los habitantes de la Sierra Madre del Sur lo seguían viendo… y comiendo. Para muchas comunidades, el conejo Omiltemi era parte del entorno, no una reliquia. Su rastro científico se perdió por falta de recursos, vigilancia ambiental y acceso seguro a su hábitat.

Conejo Omiltemi reaparece

Esta región ha sido afectada por la tala clandestina, la ganadería descontrolada y la violencia del crimen organizado, lo que complica seriamente el trabajo de campo. Además, este conejo no es fácil de encontrar: vive en zonas húmedas y frías, a más de 2.000 metros de altitud, y se refugia entre la vegetación espesa. No pisa zonas agrícolas ni urbanas.

Los héroes del redescubrimiento

En 2018, la organización Re:wild, fundada por el actor Leonardo DiCaprio, incluyó al conejo Omiltemi en su lista de especies perdidas. Esto impulsó un nuevo ciclo de exploraciones científicas lideradas por Consuelo Lorenzo, Alberto Almazán y Rodolfo Rodríguez, que comenzaron a buscar pistas en redes sociales, plataformas digitales y testimonios locales. Finalmente, en 2025, cámaras trampa instaladas por el Dr. Fernando Ruiz lograron captar imágenes nítidas del animal en el Área de Protección de Flora y Fauna Omiltemi, confirmando su existencia. La noticia sacudió a la comunidad científica y trajo de vuelta al conejo a los registros oficiales.

Conejo Omiltemi reaparece

¿Y ahora qué?

El redescubrimiento ha abierto las puertas a nuevas investigaciones, planes de conservación y campañas de educación ambiental. La Secretaría de Medio Ambiente de Guerrero y diversas fundaciones buscan fondos para más cámaras trampa, estudios de población y protección del hábitat. Lo más interesante es que esta historia también toca a las nuevas generaciones. Jóvenes investigadores están convirtiendo al conejo Omiltemi en tema de tesis, y las redes sociales han sido clave para reactivar el interés. El redescubrimiento es una gran lección: lo que no se ve, no siempre está perdido.

Conejo Omiltemi reaparece

El regreso del Sylvilagus insonus es más que una curiosidad científica. Es una llamada de atención sobre la importancia de conservar los ecosistemas antes de que sea demasiado tarde. Su presencia demuestra que, cuando el entorno natural se mantiene intacto, las especies tienen la oportunidad de sobrevivir incluso si las olvidamos por un siglo. Y sí, quizás este pequeño conejo no tenga orejas largas ni una colita blanca esponjosa, pero tiene algo mejor: una historia que nos recuerda por qué proteger la biodiversidad importa más que nunca.