Así funcionan las reglas fiscales que los países de la UE tienen que cumplir
Los Estados miembro de la UE tienen la obligación de cumplir con los límites de deuda pública y de déficit del PIB.


Todos los Estados miembros de la Unión Europea tienen la obligación de amoldarse a unas reglas fiscales que, fundamentalmente, se basan en dos: cumplir con un límite de deuda pública y con un déficit máximo del PIB. Estas reglas fiscales son fruto de una propuesta de la Comisión Europea y su posterior debate en el Consejo Europeo y Parlamento Europeo.
Los Estados miembros de la UE deben enviar anualmente sus planes presupuestarios a la Comisión Europea para que pueda supervisar el cumplimiento de las reglas fiscales, que desde abril de 2024 son individuales para cada Estado. Esto es algo que los países miembros deben hacer cada año antes del 15 de octubre.
- España retrasó la entrega del último plan presupuestario anual específico por no tener unos Presupuestos Generales del Estado aprobados, según las declaraciones del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, recogidas por El País.
Es decir, el sistema de reglas fiscales se adapta a cada país y tiene en cuenta las preocupaciones sociales de los estados. Esto está relacionado directamente con las inversiones de los países en políticas sociales.
Pero no siempre ha sido así. Las reglas fiscales, hasta la última reforma, que ha modificado estos parámetros, se han basado en unos valores estándar que los países miembros no podían superar, en cuanto a deuda pública y déficit. Es decir, ambos valores eran los mismos para todos los países y debían cumplirlos sin excepciones.
- Déficit del PIB: se considera que el déficit es excesivo si es superior al valor de 3%.
- Deuda pública: se considera que la deuda no puede superar el 60% del PIB.
Además, hasta ahora los países tenían cuatro años para cumplir los objetivos, pero tras esta reforma, se añaden tres años más. En total, siete años para cumplir los objetivos.
Las nuevas reglas fiscales salidas de la reforma funcionarán de la siguiente manera: todos los países elaborarán planes a medio plazo describiendo sus objetivos de gasto y cómo planean acometer inversiones y reformas.
Después, aquellos Estados miembros que cuentan con niveles elevados de déficit o deuda recibirán orientaciones de las instituciones europeas para garantizar un gasto sostenible.
La reforma, que ya está aprobada, tiene todavía que traducirse en valores concretos para cada país. Eso sí, las nuevas reglas son más flexibles y, además, los países con déficit o deuda excesivos pueden demandar la apertura de un proceso de debate con la Comisión antes de recibir orientaciones sobre la trayectoria del gasto. Fuentes
- Parlamento Europeo
- Comisión Europea
- El País