NASA informó que el nivel del mar está subiendo mucho más rápido de lo previsto
En un giro alarmante, el aumento del nivel del mar registrado durante 2024 superó todas las predicciones… y no fue por el derretimiento de los glaciares. Por primera vez en décadas, la causa principal del incremento no fue el hielo que se derrite, sino el calor mismo: océanos más cálidos que se expanden y empujan […]
En un giro alarmante, el aumento del nivel del mar registrado durante 2024 superó todas las predicciones… y no fue por el derretimiento de los glaciares. Por primera vez en décadas, la causa principal del incremento no fue el hielo que se derrite, sino el calor mismo: océanos más cálidos que se expanden y empujan las aguas hacia arriba con una fuerza inesperada.
Un aumento más alto de lo previsto: ¿qué está pasando con el mar?
Según datos de la NASA, se esperaba que el nivel del mar subiera alrededor de 0.43 centímetros en 2024. Pero la cifra real fue de 0.59 centímetros, un salto significativo que encendió las alarmas de la comunidad científica. La diferencia, aunque parezca mínima, es un síntoma claro de que el sistema climático global está entrando en una nueva fase de desequilibrio.
“El mar sigue subiendo, y la velocidad con la que lo hace va en aumento”, afirmó el oceanógrafo de la NASA Josh Willis, quien advierte que este fenómeno no es casualidad ni una simple variación anual.
Los datos provienen de una serie de cinco satélites internacionales que han estado monitoreando los océanos desde 1992. El más reciente, Sentinel-6 Michael Freilich, tiene la capacidad de medir el nivel del mar con precisión milimétrica en el 90% de los océanos del planeta.
No fue el hielo: El océano se está expandiendo por calor
Hasta hace poco, la mayor parte del aumento en el nivel del mar se atribuía al deshielo de glaciares y capas de hielo. Pero en 2024 ocurrió algo inesperado: dos tercios del incremento fue causado por la expansión térmica del agua marina.
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Cuando el agua se calienta, se dilata. Y con temperaturas oceánicas batiendo récords —las más altas en al menos tres décadas—, el mar literalmente ocupó más espacio. Este fenómeno se conoce como expansión térmica, y su impacto sobre el nivel del mar fue el mayor registrado hasta ahora.
El impacto del calor: Tormentas, viento y un océano alborotado
Normalmente, el océano se organiza en capas: el agua más cálida queda arriba y la más fría abajo. Pero el calentamiento global ha cambiado las reglas del juego. Con una atmósfera cargada de energía, se generan más tormentas y vientos más intensos, lo que revuelve estas capas y permite que el calor penetre más profundo en el océano.
Este proceso acelera el calentamiento de las capas inferiores, lo que a su vez incrementa la expansión térmica y, por ende, el nivel del mar.
Algunas regiones oceánicas están calentándose dos o tres veces más rápido que el promedio global, generando olas de calor marinas devastadoras. Miles de millones de animales marinos están muriendo por estas condiciones extremas, y muchas pesquerías están colapsando.
Más que inundaciones: El riesgo para el agua dulce
El aumento del nivel del mar no solo se traduce en inundaciones costeras. Otro efecto poco discutido pero gravísimo es la intrusión de agua salada en ríos clave como el Ganges. Este fenómeno, sumado a la disminución de agua dulce proveniente de glaciares, está reduciendo drásticamente el acceso a agua potable en muchas regiones del mundo.
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A largo plazo, estas condiciones podrían forzar a millones de personas a migrar en busca de recursos hídricos, desencadenando crisis humanitarias y conflictos por el agua.
Otro llamado de la Tierra a actuar
Los científicos llevan años advirtiendo que existen ciclos de retroalimentación no contabilizados que podrían acelerar el aumento del nivel del mar. Lo ocurrido en 2024 sugiere que estos mecanismos ya están en marcha.
La única forma de frenar esta tendencia es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Cada décima de grado que logremos evitar representa menos calor en la atmósfera, menos expansión térmica, y menos dolor para comunidades costeras, ecosistemas marinos y el planeta entero.
2024 no solo rompió récords de calor, también marcó un antes y un después en el comportamiento del mar. Ya no solo se trata del hielo que se derrite, sino del calor que se expande. Las cifras son claras, pero también lo es la solución: reducir nuestras emisiones ahora puede evitar un futuro catastrófico.