Syldavia: el arte de la diplomacia (II)
Un buen día me llegó una propuesta desde la Cancillería de Cónsules de Syldavia, la cual no era otra que la de proponerme la presentación de acreditaciones y currículum para poder abanderar el título de Cónsul Honorario de Syldavia en Barcelonie. Como representante de dicha Cancillería me apadrinó el cónsul de Syldavia en Sant Nazaire,... Leer más La entrada Syldavia: el arte de la diplomacia (II) aparece primero en Zenda.

Transcurrida más de una década dedicados a la compraventa de artículos tintinescos y a la difusión de la obra gráfica de Hergé mediante la firma CANTONET RACÓ TINTINAIRE, desarrollando todo tipo de actividades como subastas, conferencias, exposiciones, onomásticas, concursos de dibujos escolares, colaboraciones incesantes con “1001, Associació catalana de tintinaires” y con “MIL RAYOS, Asociación tintinófila de habla hispana”, nuestra existencia y actividad llegó a conocimiento del mundo tintinófilo europeo.
Como no podía ser de otra manera, el hecho en sí me produjo una hemorragia de satisfacción considerable y puse toda mi determinación y ganas en construir los avales pertinentes a presentar a la Cancillería de Cónsules para ostentar el cargo diplomático referido. Una vez presentados, no pasaron ni 72 horas que recibí el nombramiento por parte del Canciller Plinio Crivelli y el envío del diploma acreditativo.
Acompañando a la condición humana, dicho nombramiento destiló grandes muestras de felicitación por parte de compañeros de bien, aplausos de palmeros queda bienes, acercamientos interesados y ausencias destacadas de nuestro entorno tintinesco. No me cogió por sorpresa el abanico de conductas, ya que mediante la tienda de CANTONET ya habíamos percibido innumerables muestras de envidia que discurrían por caminos cuya finalidad era sufrir boicots descarados y desafortunados.
Todos esos desencantos tristemente sufridos te curten lo suficiente como para rodearte de los que se alegran de verdad y con los que emprender un viaje ilusionante.
Uno de los que más me apoyó y más ilusión le produjo mi nombramiento como Cónsul fue mi amigo Miquel Puig, maestro en la creación de ideas y proyectos de márquetin; ideólogo, entre otros proyectos, del juego de preguntas tintinófilas en plan Trivial, con más de 4.800 preguntas y respuestas. Nos reunimos en innumerables ocasiones desarrollando todo un plan de actuación que se concretó con la creación de la web consulatsyldavia.cat.
En dicha web doy énfasis histórico, cultural, social y deportivo al país que represento como Cónsul, explico nuestra trayectoria tintinesca y a la vez ofrezco un abanico considerable de productos syldavos, entre los que cabe destacar una gran variedad de documentos diplomáticos personalizados, los cuales expedimos físicamente. Tienen especial relevancia la “Carta de nacionalidad”, el “DNI”, el “Carnet de conducir”, así como sellos del Consulado de Syldavia, emitidos por la Casa de la Moneda y Timbre, etc.
Quisiera destacar que todo este camino recorrido y a recorrer lo transcurro de la mano de M. Carmen, mi esposa, persona a la que le debo todo mi andar tintinesco. Sin su apoyo, fe y confianza hubiera sido imposible haber abarcado todos los papeles del auca tintiniano. Es por ese motivo que a partir de ahora hablaré en plural, ya que sin su apoyo nada de lo explicado y por explicar habría sido posible.
También cabe decir que por aquel entonces la actividad de CANTONET se ubicaba en el local que había sido sede de nuestra imprenta (Gráficas Paume), y que mediante una reforma integral del mismo, una vez finalizada nuestra etapa como profesionales de artes gráficas, se había convertido en un espacio/galería de 140 m2 diáfanos donde llevábamos a cabo todo tipo de celebraciones y acontecimientos tintinescos, como los detallados al principio del artículo, y que se convertiría en la sede del Consulado de Syldavia en Barcelonie.
Así como Syldavia tiene su lema propio, “Eih bennek, Eih blavek”, en el Consulado de Syldavia de Barcelonnie adquirimos como lema propio “Si cou, es que pica”, en clara alusión a toda esa amalgama de personajillos de tercera, incapaces de hacer algo singular y que se pasan el día conspirando y criticando a los que tenemos una cierta actitud constructiva. Directamente y sin cortapisas, que les den por el lerele.
Pero no es menos cierto que por otra parte los hechos no vienen por sí solos, y con cierta anterioridad recibí como regalo mayúsculo por parte del tintinólogo Andreu Segura las camisetas de los dos equipos de fútbol-sala de Syldavia y Borduria; equipos que desde hace más de 40 años cada sábado por la mañana juegan su partido, siendo hoy en día los nietos de los fundadores entre otros los que disputan dichos encuentros futbolísticos. Esas camisetas o zamarras las enmarcamos y colgamos en una de las paredes del local para dar más prestancia al novedoso Consulado de Syldavia que se acababa de inaugurar.
El primer acto social con las pertinentes entregas de documentos syldavos se llevó a cabo para la celebración de la festividad de San Wladimiro, patrón de Syldavia, el 15 de julio del 2020. En dicho acto de encumbramiento consular y nacional, aparte de estar regado con cava y con bebidas típicas de Syldavia, y como vianda la fantástica coca del pastelero oficial del Consulado de Syldavia, don Ramón Artigues, también se tuvo a bien informar mediante una nota de prensa enviada a un gran número de medios de comunicación de dicha celebración, lo que conllevó a hacer acto de presencia a algunos de ellos, entre los cuales destacaré a la televisión autonómica de TV3, mediante un magistral reportaje emitido en la contraportada del Telenoticias noche y a medios periodísticos como El País, El Mon, etc. Dicha difusión provocó como efecto un alud de peticiones de documentos (más de 800 en tres días), por lo cual tuvimos que tomar la decisión de dejar inactiva la web por espacio de cinco días hasta poder dar respuesta a todas las peticiones que fueron emergiendo como setas.
Mi mujer y yo no dábamos crédito, y una cierta angustia nos sobrevino al plantearnos el fracaso muriendo de éxito. Me puse el mono de trabajo, y durante tres días fui contestando a todo el mundo y gestionando la expedición de los documentos finalmente solicitados.
El periódico El País, durante dos días, hizo la contraportada con dos artículos ciertamente provocadores e incendiarios con respecto a Moulinsart, empresa que regenta todos los derechos de imagen de la obra de Hergé. Titulares como “Moulinsart en guerra con el Consulado de Syldavia en Barcelona” ciertamente fueron todo un acto no precisamente piromusical sino más bien pirómano.
Eso provocó que dichos artículos llegaran a manos de dicha entidad, con lo que el requerimiento de cierre de la web por su parte fue inmediato. La web ya estaba cerrada por el alud de peticiones anteriormente citado, pero ahora nos tocaba rehacer dicha página sin que hubiera ningún dibujo de Hergé, para evitar represalias y demandas. A la vez plantearnos con mi abogado Cristóbal Baher la opción de registrar la palabra Syldavia en España mediante la Oficina de Marcas y Patentes, petición que cursamos de inmediato. Recuerdo que el requerimiento citado me dio más de un dolor de cabeza y que pasé algunos días con cierta angustia y con la sensación de ser perseguido como un delincuente común. Toda la clase tintinesca se hizo eco, y de personas del calado como Joan Manuel Soldevilla y Xavier Arnau, entre otros, recibí telefónicamente sus apoyos morales incondicionales, lo cual me produjo cierta liberación emocional.
Explicaré mi visión personal con respecto al departamento jurídico de Moulinsart: dichos juristas, delante de su interpretación por haber cometido actos supuestamente delictivos, te requieren en varias ocasiones mediante amenazas contundentes y llenas de arrogancia por delito legal cometido en contra de los derechos de autor que ellos representan. Ese hecho en sí ya acongoja un montón, pero si pasas olímpicamente de ellos, mediante dichos requerimientos pueden demostrar tu nula predisposición a cumplir con dicha normativa legal, pasan de pantalla y te exigen el pago de la cuantía económica que ellos consideren oportuna por daños y perjuicios como si fuera un impuesto revolucionario, con la amenaza de ser demandado; y en caso de no aceptar dicho pago, multiplicar por tres o por cuatro dicha cifra, elevando dichos requerimientos a demanda jurídica delante del tribunal que corresponda. Esa es mi opinión después de ser requerido en alguna ocasión y de haber visto cómo actúan con asociaciones y colectivos cuyo afán sin ánimo de lucro no es otro que el de divulgar la obra de Hergé. Lo fácil es dar un paso atrás y olvidarte de Tintín, pero en nuestro caso decidimos aprender a andar por un desfiladero repleto de trampas y socavones, siempre bien asesorados por nuestro abogado.
Por suerte, por el momento hemos sabido sortear todo tipo de embestidas, todo bordeando el perímetro en el que se enmarca la legalidad.
Y volviendo a los momentos agradables que me ha dado el título referido, explicaré que llegamos a cubrir y oficiar el enlace matrimonial de unos amigos cuyo novio lo es desde la temprana edad más o menos de los 10 años. Momento estelar donde los haya como Cónsul de Syldavia.
Las vivencias explicadas y actividades llevadas a término no son más que una pequeña parte del anecdotario personal que atesoramos y que iré desarrollando en estos artículos, los cuales nos llevan a seguir albergando la esperanza ilusionante de saber que por suerte… siempre nos quedará Tintín.
La entrada Syldavia: el arte de la diplomacia (II) aparece primero en Zenda.