La NASA, por fin tranquila: este asteroide ya no supone una amenaza para la Tierra en 2032
El Telescopio James Webb analiza el asteroide 2024 YR4 y descarta cualquier riesgo de impacto con la Tierra, aunque no se excluye una colisión con la Luna

Durante los últimos meses, el asteroide 2024 YR4 ha estado en el radar de la comunidad científica internacional debido a su potencial trayectoria hacia la Tierra. El objeto, de unos 60 metros de diámetro, fue catalogado inicialmente como posible amenaza para nuestro planeta en diciembre de 2032. Sin embargo, las nuevas observaciones realizadas por el Telescopio Espacial James Webb (JWST) han cambiado el panorama.
Según datos recientes publicados por la NASA y su Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria, el riesgo de impacto ha sido oficialmente descartado. Las últimas simulaciones orbitales y cálculos de trayectoria indican que el asteroide no se acercará a una distancia peligrosa ni en 2032 ni en las décadas posteriores.
¿Qué es el asteroide 2024 YR4 y por qué preocupaba?
Descubierto hace un año, en enero de 2024, el asteroide YR4 llamó la atención por su tamaño —similar al del meteorito de Cheliábinsk, que impactó Rusia en 2013— y por una trayectoria inicialmente incierta. Con un diámetro de unos 53 a 67 metros, un eventual impacto con la Tierra habría liberado una energía equivalente a varias bombas nucleares de Hiroshima.
Durante semanas, los astrónomos utilizaron múltiples telescopios, incluidos los del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y el JWST, para trazar con mayor precisión su órbita. Fue precisamente la capacidad infrarroja del Webb la que permitió afinar los modelos y recalcular el riesgo de colisión.
“Gracias a las observaciones del James Webb, podemos afirmar que 2024 YR4 no representa un peligro para la Tierra en el futuro previsible”
Un portavoz de la NASA afirmó en un vídeo oficial de la organización americana que el asteroide "no representa un peligro para la Tierra en el futuro previsible".
¿Y la Luna? Posible impacto con nuestro satélite
Si bien la amenaza para la Tierra ha sido descartada, la Luna entra ahora en el foco de estudio. Según la Oficina de Defensa Planetaria, existe una posibilidad del 3,8% de que el asteroide colisione con la superficie lunar el 22 de diciembre de 2032. Aunque baja, esta probabilidad es significativamente más alta que la de un impacto terrestre.
No obstante, la NASA ha subrayado que no hay riesgo para la estabilidad de la órbita lunar, y que un posible impacto no tendría consecuencias sobre la Tierra. Este tipo de colisiones en la Luna son eventos relativamente frecuentes en escalas de tiempo geológicas.
Vigilancia permanente para proteger la Tierra
Casos como el de 2024 YR4 ponen en valor el trabajo de organismos como el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, que mantiene vigilancia sobre miles de cuerpos celestes. A través de programas como DART, la agencia espacial estadounidense también está desarrollando sistemas de desviación de asteroides potencialmente peligrosos.
El JWST, lanzado en 2021, ha demostrado una vez más su relevancia para la defensa planetaria. Aunque fue diseñado principalmente para estudiar el universo profundo, su alta sensibilidad en el espectro infrarrojo también le permite seguir y caracterizar objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés). Además, gracias a su capacidad de observar sin la interferencia atmosférica, el Webb puede detectar variaciones mínimas en la luz reflejada por asteroides, ayudando a estimar con precisión su tamaño, composición y órbita.
En definitiva, actualmente ningún asteroide conocido representa una amenaza inminente, pero el monitoreo continúa. Como recordó el administrador asociado de ciencia de la NASA, “anticipar es proteger”.