Ignacio Aguado: "Los barones del PP no permitirán que Ayuso sea presidenta del Gobierno"
Ignacio Aguado (Madrid, 1983) recibe a ElPlural.com con motivo de la publicación de 'Volando entre halcones' (Editorial Medialuna). Un repaso de su particular travesía política, su sueño de Ícaro, su camino hacia el Sol interrumpido al llegar a su Puerta. PREGUNTA: ¿Por qué ahora? RESPUESTA: Hay varias razones. La primera es porque creo que como país necesitamos una reflexión colectiva y sin sectarismos acerca de qué necesitamos como españoles y por qué hay una forma de hacer política que alimenta una polarización innecesaria y artificial. La segunda es que se cumplen diez años desde que Ciudadanos entró en la Asamblea de Madrid y me parece un buen homenaje. La tercera, última y más personal, es para que mi hijo de siete años pueda leer qué fue lo que hice, dónde estuve y qué conocí. P: La polarización es su primer motivo. ¿Qué parte de culpa tuvo Ciudadanos de alimentar a partidos extremistas? R: Fuimos uno de los partidos que más abogó por la centralidad, el diálogo e intentar llevar la política hacia el centro y no hacia los extremos. Y seguramente por eso hoy no estamos en política, porque en política lo que vende es lo extremo, lo inmediato, el show, el insulto. P: Usted pudo abogar por esa centralidad pactando con Gabilondo. Pudo, incluso, ser presidente de la Comunidad de Madrid. R: El relato nos marcó dos alternativas: pactar con Gabilondo o hacerlo con Ayuso. La opción de que Ciudadanos liderase el Gobierno de la Comunidad de Madrid nunca se barajó. Primero, porque no habíamos ganado las elecciones; y segundo, por una estrategia nacional en la que decidimos no forzar la máquina y hacer ese ofrecimiento. Ahora mismo, con perspectiva, creo que nos equivocamos. Mi primera opción debió ser proponerme como presidente de la región. P: ¿No reclamaron la presidencia por una estrategia de Albert Rivera? R: Fue una decisión estratégica que todos apoyamos. Decidimos formar parte de cinco gobiernos y no presidir ninguno de ellos. No quemarnos. Creímos que se daban las condiciones para que Albert Rivera, con cuatro años de legislatura, se convirtiese en la verdadera alternativa a Pedro Sánchez. P: Buscaron desbancar al PP sirviéndoles de muleta en la política de pactos. R: Más que desbancar al PP en lo ideológico, lo que se pretendía era ocupar el segundo puesto en España. Con nuestra ley electoral, que penaliza tanto a las terceras y cuartas fuerzas, no había otra opción. Sobre los pactos autonómicos, decidimos que la misma estrategia de no hacer presidente a Sánchez en el Congreso debía reproducirse en los gobiernos autonómicos y municipales. ¿Por qué? Con la intención de no dar pie a que se nos divulgara como un partido próximo al PSOE o titubeante en nuestra apuesta para desbancar a Sánchez. P: Isabel Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez. R: Fue una relación difícil. El nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez se produjo en enero de 2020, cuando apenas la coalición llevaba en marcha cinco meses. El PP, en Madrid, es el Imperio Romano...
Ignacio Aguado (Madrid, 1983) recibe a ElPlural.com con motivo de la publicación de 'Volando entre halcones' (Editorial Medialuna). Un repaso de su particular travesía política, su sueño de Ícaro, su camino hacia el Sol interrumpido al llegar a su Puerta. PREGUNTA: ¿Por qué ahora? RESPUESTA: Hay varias razones. La primera es porque creo que como país necesitamos una reflexión colectiva y sin sectarismos acerca de qué necesitamos como españoles y por qué hay una forma de hacer política que alimenta una polarización innecesaria y artificial. La segunda es que se cumplen diez años desde que Ciudadanos entró en la Asamblea de Madrid y me parece un buen homenaje. La tercera, última y más personal, es para que mi hijo de siete años pueda leer qué fue lo que hice, dónde estuve y qué conocí. P: La polarización es su primer motivo. ¿Qué parte de culpa tuvo Ciudadanos de alimentar a partidos extremistas? R: Fuimos uno de los partidos que más abogó por la centralidad, el diálogo e intentar llevar la política hacia el centro y no hacia los extremos. Y seguramente por eso hoy no estamos en política, porque en política lo que vende es lo extremo, lo inmediato, el show, el insulto. P: Usted pudo abogar por esa centralidad pactando con Gabilondo. Pudo, incluso, ser presidente de la Comunidad de Madrid. R: El relato nos marcó dos alternativas: pactar con Gabilondo o hacerlo con Ayuso. La opción de que Ciudadanos liderase el Gobierno de la Comunidad de Madrid nunca se barajó. Primero, porque no habíamos ganado las elecciones; y segundo, por una estrategia nacional en la que decidimos no forzar la máquina y hacer ese ofrecimiento. Ahora mismo, con perspectiva, creo que nos equivocamos. Mi primera opción debió ser proponerme como presidente de la región. P: ¿No reclamaron la presidencia por una estrategia de Albert Rivera? R: Fue una decisión estratégica que todos apoyamos. Decidimos formar parte de cinco gobiernos y no presidir ninguno de ellos. No quemarnos. Creímos que se daban las condiciones para que Albert Rivera, con cuatro años de legislatura, se convirtiese en la verdadera alternativa a Pedro Sánchez. P: Buscaron desbancar al PP sirviéndoles de muleta en la política de pactos. R: Más que desbancar al PP en lo ideológico, lo que se pretendía era ocupar el segundo puesto en España. Con nuestra ley electoral, que penaliza tanto a las terceras y cuartas fuerzas, no había otra opción. Sobre los pactos autonómicos, decidimos que la misma estrategia de no hacer presidente a Sánchez en el Congreso debía reproducirse en los gobiernos autonómicos y municipales. ¿Por qué? Con la intención de no dar pie a que se nos divulgara como un partido próximo al PSOE o titubeante en nuestra apuesta para desbancar a Sánchez. P: Isabel Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez. R: Fue una relación difícil. El nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez se produjo en enero de 2020, cuando apenas la coalición llevaba en marcha cinco meses. El PP, en Madrid, es el Imperio Romano...
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