La escalofriante razón por la que la madre de Marta del Castillo mandó flores a la madre del Cuco en el cumpleaños de su hija: «Ya que tú…»

La luz que no se apaga. Algunos acontecimientos sacuden tanto el alma colectiva que dejan una cicatriz imposible de cerrar. Hay historias que, por su crudeza y persistencia, terminan formando parte del paisaje emocional de un país entero. La desaparición de Marta del Castillo es una de ellas: un caso que, con el paso de ... Leer más

May 8, 2025 - 16:17
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La escalofriante razón por la que la madre de Marta del Castillo mandó flores a la madre del Cuco en el cumpleaños de su hija: «Ya que tú…»

La luz que no se apaga.

Algunos acontecimientos sacuden tanto el alma colectiva que dejan una cicatriz imposible de cerrar. Hay historias que, por su crudeza y persistencia, terminan formando parte del paisaje emocional de un país entero. La desaparición de Marta del Castillo es una de ellas: un caso que, con el paso de los años, ha dejado de ser solo una tragedia familiar para convertirse en un símbolo de dolor compartido y de preguntas sin respuesta.

Más de tres lustros después, el nombre de Marta sigue resonando en medios, conversaciones y debates. Su madre, Eva Casanueva, se ha convertido en una figura de resistencia serena, pero también en un recordatorio viviente de una herida abierta. Aunque afirma estar en un momento de aceptación, esa palabra no significa olvido ni mucho menos perdón.

Las cuentas pendientes siguen presentes.

En una reciente entrevista para el programa Madres: voces desde el alma, Eva dejó claro que ha aprendido a vivir sin odio, pero que el perdón continúa fuera de su alcance. No se trata de rencor sin rumbo, sino de un dolor que no encuentra justicia. Entre los nombres que menciona, hay agentes de la autoridad, mujeres que dieron coartadas, y silencios que pesan tanto como las mentiras.

Particularmente duro es el recuerdo de la primera reacción policial tras la denuncia. Eva no puede olvidar que a su marido le insinuaran que su hija simplemente se había ido de fiesta. Esa indiferencia inicial fue el primer golpe de una cadena de decisiones y omisiones que, según ella, no se pueden perdonar. “Hay cosas que marcan para siempre», dice con firmeza.

Lo que las madres saben.

También señala con contundencia a Rosalía García, madre de El Cuco, uno de los implicados en el caso. Eva está convencida de que esa mujer conoce detalles clave sobre lo ocurrido la noche de la desaparición. No se trata de conjeturas, sino de la intuición poderosa que nace del dolor y de años de lucha. «Una madre sabe», repite, con la certeza de quien ha convivido demasiado tiempo con la verdad a medias.

Eva habla de límites, de conciencia y de la responsabilidad que conlleva la maternidad, incluso cuando el hijo ha cruzado la línea del bien. “Un hijo te tiene que doler mucho”, dice, «pero si sabes que ha hecho algo terrible, no puedes mirar hacia otro lado». Su juicio no busca venganza, sino una mínima muestra de humanidad.

Flores en el umbral del silencio.

En uno de los gestos más simbólicos y dolorosos, Eva decidió dejar un ramo de flores en la puerta del nuevo domicilio de Rosalía García y su hijo. Era el cumpleaños de Marta. Con la nota, dejaba también una petición desgarradora: que quien sabe dónde está su hija, le lleve ese ramo que ella no puede entregar. No era un acto de provocación, sino de desesperación.

Cada palabra de Eva Casanueva pesa como una piedra. No hay gritos, no hay histeria. Solo el eco de una madre que sigue esperando, con la luz de la cocina encendida, por si un día alguien decide hablar. ¿Cuánto tiempo puede sostenerse una familia en ese umbral entre la vida y el vacío?

Este caso no solo ha revelado la crudeza del crimen, sino también la crudeza de una sociedad que, a veces, prefiere el olvido cómodo a la justicia incómoda. Eva no exige venganza, pero sí verdad. Y en su historia, hay una lección feroz sobre lo que significa sostener la dignidad en medio del naufragio. ¿Hasta cuándo se puede vivir con la puerta entreabierta y la luz encendida? ¿Hasta cuándo puede una madre seguir esperando en la oscuridad que alguien, por fin, diga lo que pasó?