El exalcalde socialista de Lebrija condenado por su enchufe en la Faffe se defiende: «Fui a buscar trabajo, soy un currante»

El exalcalde socialista de Lebrija Antonio Torres García no cree que cometiera ningún delito por haber estado contratado durante ocho años como director de relaciones o recursos externos de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) , una entidad de la Junta de Andalucía que abonó por sus servicios cerca de 360.000 euros. Un tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla dice lo contrario. Acaba de imponerle dos años y tres meses de cárcel y cuatro años de inhabilitación absoluta como cooperador necesario del delito de malversación, y a cuatro años de inhabilitación especial para empleo o cargo público porque considera que « no fue a trabajar pero recibió el dinero ». A quien contrató al exregidor «por su sola voluntad, amistad y afinidad política», el exdirector general de la Faffe, Fernando Villén Rueda , le han caído tres años y medio de privación de libertad en la misma resolución. La sentencia no es firme. Torres García ha anunciado este lunes que va a recurrirla «ante todas las instancias hasta que no se demuestre lo contrario» de lo que reza la Audiencia hispalense en su relato de hechos probados. No ha sido lo único que ha dicho el que fuera alcalde de la localidad sevillana de Lebrija durante 24 años en una comparecencia ante la prensa en la Casa de la Cultura del municipio . Entre otras cosas, ha contado que él se presentó en la Faffe a pedir un empleo. «Yo dejé la política en 2003», cuenta, porque decidió no presentarse a las elecciones municipales celebradas ese año. «Observé que el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) aparecía la creación de la Faffe y se decía que se iba a dedicar a la formación de recursos humanos para el empleo. Cuando vi eso, yo tenía que buscar trabajo. Yo soy un currante. Yo no soy una persona que no le guste trabajar. A lo mejor si tengo algún defeco es que no puedo estar sin trabajar», relata. Desde el principio tuvo claro que la Faffe, investigada por contratos irregulares y enchufes en la etapa de gobierno del PSOE, era su sitio . Pidió una cita y se reunió con Fernando Villén, que lo contrató el 1 de julio de 2003 a pesar de que, según explicó, no conocía «personalmente» a este antiguo miembro de la Ejecutiva del PSOE andaluz y compañero de partido. Lo demás vino rodado, hasta que el exregidor se topó con la Justicia. «Fui a la Faffe a pedir trabajo efectivamente porque cuando una persona se encuentra en el paro lo que hace es pedir trabajo. Si uno es un flojo no pide trabajo. Yo fui a pedir trabajo, pero no me lo dieron por ningún tipo de enchufe», reitera a los periodistas. Durante la rueda de prensa, Antonio Torres ha contado que en su recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) va a aportar «80 pruebas» que «demuestran que en los ocho años que estuve trabajando en la fundación Faffe, trabajé incansablemente» . Para anular su condena, va a aportar de nuevo un informe pericial entregado por él en el juicio que recoge 50 correos electrónicos «enviados o recibidos por mi ante las entidades con las que se firmaban los convenios». El tribunal no tuvo en cuenta dicho peritaje en su sentencia condenatoria, que resulta demoledora para Torres. Concluye que «no acudía a trabajar a la sede» de la Faffe y que realizó «escasos trabajos» para la entidad pública a cambio de una retribución de más de 40.000 euros anuales . En su descargo el acusado esgrime «26 convenios aportados por la Junta» y en cuya confección ha asegurado haber participado, además de los referidos 50 correos verificados que intercambió con entidades públicas y privadas para captar fondos externos para la Faffe. Otra de las pruebas expuestas por Torres ha sido una foto con cargos del Ministerio de Defensa. «¿Alguien puede pensar que se inventa un convenio y durante cinco años se da formación a los soldados [...] A todo eso me dediqué yo », zanja.

May 5, 2025 - 18:04
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El exalcalde socialista de Lebrija condenado por su enchufe en la Faffe se defiende: «Fui a buscar trabajo, soy un currante»
El exalcalde socialista de Lebrija Antonio Torres García no cree que cometiera ningún delito por haber estado contratado durante ocho años como director de relaciones o recursos externos de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) , una entidad de la Junta de Andalucía que abonó por sus servicios cerca de 360.000 euros. Un tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla dice lo contrario. Acaba de imponerle dos años y tres meses de cárcel y cuatro años de inhabilitación absoluta como cooperador necesario del delito de malversación, y a cuatro años de inhabilitación especial para empleo o cargo público porque considera que « no fue a trabajar pero recibió el dinero ». A quien contrató al exregidor «por su sola voluntad, amistad y afinidad política», el exdirector general de la Faffe, Fernando Villén Rueda , le han caído tres años y medio de privación de libertad en la misma resolución. La sentencia no es firme. Torres García ha anunciado este lunes que va a recurrirla «ante todas las instancias hasta que no se demuestre lo contrario» de lo que reza la Audiencia hispalense en su relato de hechos probados. No ha sido lo único que ha dicho el que fuera alcalde de la localidad sevillana de Lebrija durante 24 años en una comparecencia ante la prensa en la Casa de la Cultura del municipio . Entre otras cosas, ha contado que él se presentó en la Faffe a pedir un empleo. «Yo dejé la política en 2003», cuenta, porque decidió no presentarse a las elecciones municipales celebradas ese año. «Observé que el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) aparecía la creación de la Faffe y se decía que se iba a dedicar a la formación de recursos humanos para el empleo. Cuando vi eso, yo tenía que buscar trabajo. Yo soy un currante. Yo no soy una persona que no le guste trabajar. A lo mejor si tengo algún defeco es que no puedo estar sin trabajar», relata. Desde el principio tuvo claro que la Faffe, investigada por contratos irregulares y enchufes en la etapa de gobierno del PSOE, era su sitio . Pidió una cita y se reunió con Fernando Villén, que lo contrató el 1 de julio de 2003 a pesar de que, según explicó, no conocía «personalmente» a este antiguo miembro de la Ejecutiva del PSOE andaluz y compañero de partido. Lo demás vino rodado, hasta que el exregidor se topó con la Justicia. «Fui a la Faffe a pedir trabajo efectivamente porque cuando una persona se encuentra en el paro lo que hace es pedir trabajo. Si uno es un flojo no pide trabajo. Yo fui a pedir trabajo, pero no me lo dieron por ningún tipo de enchufe», reitera a los periodistas. Durante la rueda de prensa, Antonio Torres ha contado que en su recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) va a aportar «80 pruebas» que «demuestran que en los ocho años que estuve trabajando en la fundación Faffe, trabajé incansablemente» . Para anular su condena, va a aportar de nuevo un informe pericial entregado por él en el juicio que recoge 50 correos electrónicos «enviados o recibidos por mi ante las entidades con las que se firmaban los convenios». El tribunal no tuvo en cuenta dicho peritaje en su sentencia condenatoria, que resulta demoledora para Torres. Concluye que «no acudía a trabajar a la sede» de la Faffe y que realizó «escasos trabajos» para la entidad pública a cambio de una retribución de más de 40.000 euros anuales . En su descargo el acusado esgrime «26 convenios aportados por la Junta» y en cuya confección ha asegurado haber participado, además de los referidos 50 correos verificados que intercambió con entidades públicas y privadas para captar fondos externos para la Faffe. Otra de las pruebas expuestas por Torres ha sido una foto con cargos del Ministerio de Defensa. «¿Alguien puede pensar que se inventa un convenio y durante cinco años se da formación a los soldados [...] A todo eso me dediqué yo », zanja.