Cuatro buques de la Armada española ante ocho rusos: una larga ‘persecución’ por aguas de soberanía nacional
Intensa actividad de la Armada española en aguas próximas a España para seguir el rastro de varios barcos rusos en las últimas semanas

Las aguas de soberanía nacional han registrado una intensa actividad en las últimas jornadas, después de que cuatro buques de la Armada española se hayan movilizado para interceptar y monitorizar hasta ocho buques rusos, según datos oficiales del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), durante su tránsito cerca de la Península. Entre estos últimos destaca la presencia de fragatas o un submarino, entre otros.
Los episodios se asemejan a una ‘persecución’ en la mar. A efectos prácticos, los buques de la Armada, dentro de las funciones encomendadas al Mando Operativo Marítimo, salvaguardan la seguridad e integridad en las aguas de soberanía e interés nacional. Por lo que también monitorizan los buques rusos a su paso cerca de la Península, hasta que abandonan la región y transfieren el seguimiento a otros aliados.
La actividad ha sido especialmente en las últimas semanas, a tenor de la información facilitada por el EMAD. En el marco de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión, los buques de la Armada desplegados cerca de la Península han participado en la monitorización de hasta ocho buques rusos.
Los seguimientos de la Armada
En concreto, el patrullero de altura Serviola, con base en el Arsenal Militar Militar de El Ferrol, se ha encargado de hacer seguimiento a dos buques de bandera rusa. Uno, la fragata Soobrazitelny, que entró en servicio para la Marina Rusa en el año 2011 y que, con su desplazamiento de 2.100 toneladas, está equipada con modernos sensores y armamento; el otro, el petrolero Kola. Ambos navegaban desde el océano Atlántico hacia el Mediterráneo Oriental.
Antes, el patrullero de altura Serviola siguió la pista de otros dos buques de bandera rusa. En este caso eran los mercantes General Skobelev y el Sparta IV, navegando ambos por el litoral cantábrico, hasta que alcanzaron aguas de soberanía portuguesa y cediendo el testigo a la Armada portuguesa.
Pero el episodio no concluyó en este punto: cuando estos mercantes llegaron al Estrecho de Gibraltar, el patrullero Isla de León se encargó de mantener su seguimiento durante su tránsito por este paso marítimo, y mantuvo la vigilancia hasta que se internaron en el mar de Alborán durante su ruta hacia el Mediterráneo Oriental.
Por otro lado, y durante este mismo periodo de tiempo, el Buque de Acción Marítima Audaz, que despliega en el mar de Alborán desde marzo, ha realizado una serie de seguimientos en el Mediterráneo y en el Golfo de Cádiz. Así, mantuvo una estrecha vigilancia sobre la fragata rusa Almirante Golovko durante su navegación por aguas de soberanía española. También realizó el seguimiento del buque de la Armada rusa Victor Leonov, mientras navegaba por la fachada mediterránea hasta internarse en el Golfo de León.
Por último, el Buque de Acción Marítima Furor se hizo a la mar para seguir a dos buques rusos al sur del archipiélago balear, el submarino Krasnodar y el remolcador Eugeniy Churov, mientras navegaban hacia el Estrecho de Gibraltar.
Operaciones de Presencia
El EMAD destaca que las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión “son una herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis”.
Y que, en virtud del cumplimiento de estas operaciones, se producen episodios como los que ha asumido la Armada española en las últimas semanas, con el seguimiento de hasta ocho buques rusos en aguas próximas a España.