Así fue el 8 de mayo de 1945, el día que Europa ganó la guerra... y los nazis firmaron dos rendiciones para complacer a EEUU y la URSS
La Alemania nazi se rindió el 8 de mayo de 1945, dejando media Europa en ruinas.

El 8 de mayo de 1945, la Alemania nazi capituló y la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin, al menos en Europa (quedaba el frente japonés). El mundo recuerda en esta fecha la rendición del Tercer Reich y el final de una guerra aniquiladora como nunca se vio: media Europa estaba en ruinas. Acababa así la pesadilla nazi, aquel plan de exterminio masivo sin precedentes que intoxicó a los alemanes con el ascenso al poder de Adolf Hitler.
Al inicio de 1945 el tablero de Europa anunciaba el final de la invasión nazi y la caída de su dictadura. Los rusos se acercaban por el Este y los aliados, americanos, franceses e ingleses, lo hacían por el oeste. El destino de Hitler se decidió el 11 de febrero de 1945 en la conferencia de Yalta. Stalin, Roosevelt y Churchill acordaron cómo sería ese final y el reparto posterior.
La batalla de Berlín se inició el 16 de abril. El 20, los rusos llegaron a los arrabales de la ciudad. En la mañana del 29 de abril, el Ejército Rojo penetró en Kreuzberg y en Mitte, los barrios más céntricos de la capital alemana.
En esa misma fecha, las fuerzas alemanas se rindieron en Italia, mientras que la República Social Italiana capituló dos días después. El 30 de abril, los soviéticos lanzaron un ataque contra el Reichstag, edificio en el que entraron por la noche. Ese mismo día Hitler se suicidó junto a Eva Braun. Para el 2 de mayo de 1945, tras notable resistencia, el Ejército Rojo ya controlaba el edificio por completo.
"El Alto Mando Supremo… y todo el pueblo soviético le ordena que levante el estandarte de la victoria en el techo sobre Berlín", exigió el comandante del 756º Regimiento Fedor Zinchenko al Comandante de Batallón Neustroev. La famosa foto de los dos soldados plantando la bandera en el techo del edificio es una recreación tomada el día después de la toma del edificio.
Helmuth Weidling, el comandante que intentó la defensa de la capital del Tercer Reich, era la máxima autoridad. Intentó buscar un acuerdo para rendirse a los soviéticos mientras dejaba huir a quien lo deseaba. En realidad, sólo algunos alemanes lograron rendirse a los estadounidenses.
El primero de mayo, el general alemán Hans Krebs, fue enviado bajo una bandera blanca para negociar un posible alto el fuego. Informó del suicidio de Hitler y leyó un documento redactado por Goebbels donde se proponía un alto el fuego y el inicio de "negociaciones de paz entre los dos estados que han sufrido las mayores pérdidas en la guerra".
El progresivo final de los combates
La ofensiva del Ejército Rojo sobre Berlín finalizó el 2 de mayo de 1945, cuando Weidling ofreció la rendición incondicional de la ciudad. El coronel general soviético Vasili Chuikov le pidió que redactara una orden de capitulación para ser transmitida a todos los lugares donde aún se combatía.
Weidling escribióː "El 30 de abril de 1945, el Führer se suicidó abandonando a su destino a todos los que le habían jurado fidelidad. Fieles a la orden del Führer, vosotros, soldados alemanes, habéis estado dispuestos a continuar la batalla de Berlín, aunque vuestra munición se agotara y, dada la situación general, era absurdo seguir resistiendo. Ordeno que cese inmediatamente toda resistencia. Cada hora que sigáis luchando prolonga el terrible sufrimiento de la población civil de Berlín y de nuestros heridos. De acuerdo con el alto mando de las tropas soviéticas os conmino a abandonar inmediatamente la lucha. Weidling, antiguo comandante de la zona de defensa de Berlín".
En la práctica, el fin de los combates tardó algo más en llegar. El 4 de mayo las tropas nazis siguieron combatiendo a británicos y canadienses por orden del almirante Karl Dönitz, sucesor oficial en la Cancillería del Reich. Fue así hasta el día 5, cuando firmaron el acta de rendición sin condiciones en el brezal de Luneburgo.
La rendición, de Reims a Karlshorst
Para las naciones aliadas, la capitulación alemana fue en Reims. Se firmó a las 02:41 de la madrugada del lunes 7 de mayo. El único representante de la URSS en Reims fue general Iván Suslopárov, el comandante militar de la misión de enlace. Le sorprendieron los hechos ya que no tenía instrucciones de Moscú, pero entendió que si no firmaba se arriesgaba a una rendición alemana sin la participación soviética.
Horas después, el alto mando soviético tachó lo de Reims de "inaceptable". Stalin quería reivindicar que ellos habían tomado Berlín, ellos y no el frente oeste de los aliados. Además, dijeron que para que el pacto fuera válido, los alemanes debían cesar el fuego y entregarse como prisioneros.
El líder soviético creía que la rendición alemana debería haber sido aceptada únicamente por el enviado del mando supremo de la URSS y firmada sólo en Berlín. Insistió en que el protocolo de Reims fuera considerado preliminar, para dejar que la ceremonia principal se llevara a cabo en Berlín, donde el General del Ejército Rojo Georgi Zhukov estaba en ese momento.
Desde EEUU, Eisenhower admitió que el tratado firmado debería haberse considerado como "un acta resumida de rendición militar sin condiciones" e hizo un llamamiento a los alemanes para una "firma de formalidad".
Finalmente, el 8 de mayo de 1945, en Karlshorst, a las afueras de Berlín, llegó la capitulación. El mariscal Keitel firma la rendición incondicional de Alemania nazi ante Zhukov y otros generales aliados americanos y británicos.
El mundo celebra el fin de la guerra
Durante esas horas de confusión, los líderes militares alemanes trataron de ganar tiempo para que los restos de varias unidades de la Wehrmacht huyeran lo más al oeste posible y evitaran así rendirse al Ejército Rojo. Sin embargo, el alto mando de la Stavka soviética presionó para evitar esta maniobra de última hora y logró que las tropas alemanas aceptaran rendirse sin condiciones en la noche del 8 de mayo, sin importar el punto de Europa en donde estuvieran.
Las celebración de la paz ocurrió de manera espontánea aunque faltara la confirmación oficial de la rendición nazi. El diario Stars and Stripes, de las tropas estadounidenses en Europa, publicó la noticia en su edición del 8 de mayo, mientras que en horas de la tarde (por la diferencia horaria) se realizaron celebraciones espontáneas en Nueva York y Chicago. En la mañana del 8 de mayo hubo una concentración popular en Londres para celebrar el triunfo y fiestas parecidas ocurrieron n París.
Entre las tropas soviéticas el fin de la guerra se celebró desde la tarde del 8 de mayo, tras oír noticias de la radio estadounidense, pero el gobierno de Stalin exigió esperar a la rendición alemana celebrada en Karlshorst para aceptar celebraciones oficiales.
Rusia celebra el 9 de mayo
Aunque el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa se celebra el 8 de mayo, en Rusia lo hacen el día 9. Es festivo en Rusia, Bielorrusia y en la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas, donde el conflicto es conocido como la Gran Guerra Patriótica. En Moscú, se siguen haciendo desfiles militares frente al Kremlin y de ese modo recordar a los 27 millones de rusos que murieron en la guerra contra Hitler.
Los nazis firmaron la rendición incondicional el 8 de mayo de 1945 a las 22:43 hora central europea. La diferencia horaria explica por qué en los países occidentales la victoria se celebra el 8 de mayo, mientras que en la Europa Oriental se celebra el 9 de mayo.
Fin del estado de guerra
Oficialmente, el cese de las hostilidades entre Estados Unidos y Alemania no fue proclamado hasta el 13 de diciembre de 1946, por el presidente estadounidense Harry Truman. Ya en 1947, la Conferencia de Paz de París finalizó el 10 de febrero con la firma de tratados de paz por parte de los Aliados de guerra con las antiguas potencias europeas del Eje (Italia, Rumanía, Hungría y Bulgaria) y su aliado Finlandia.
El fin del estado de guerra con Alemania fue declarado por muchos antiguos Aliados Occidentales a partir de 1950. Al año siguiente, lo hicieron Australia (9 de julio), Canadá, Italia, Nueva Zelanda, Países Bajos (26 de julio), Sudáfrica, Reino Unido (9 de julio) y Estados Unidos (19 de octubre). El estado de guerra entre Alemania y la Unión Soviética finalizó a principios de 1955.
Pero aún en 1990 se firmaba la paz. El Tratado sobre el Acuerdo Final con respecto a Alemania se rubricó tras la reunificación alemana, por el que las cuatro potencias renunciaban a todos los derechos que antes tenían en el nuevo país único, incluido Berlín. El tratado entró en vigor el 15 de marzo de 1991. Según sus términos, los Aliados podían mantener tropas en Berlín hasta finales de 1994. Las tropas de ocupación se retiraron en ese plazo.
¿Cuándo habló Alemania de liberación?
Acabada la guerra, nació la nueva Alemania, las dos Alemanias. La República Federal de Alemania, que se había fundado el 23 de mayo de 1949, formó su primer gobierno el 20 de septiembre de aquel año. Por su parte, la República Democrática Alemana se constituyó el 7 de octubre.
Alemania, la dividida y la reunificada, tardó décadas en denominar "Liberación" al 8 de mayo de 1945. El país era una ruina y el dolor y la vergüenza se percibían por doquier. Ciudades enteras habían quedado barridas por los bombardeos y uno de cada cinco niños nacidos en esos años creció sin padre (muerto, prisionero, huido o exiliado). Unas 900.000 mujeres habían sido o serían violadas en la posguerra por soldados rusos y aliados. Y sin embargo, a ellas les correspondió la tarea de resucitar al país.
No fue hasta 1985 cuando el entonces presidente alemán, Richard von Weizsäcker, marcó un hito al recordar el 8 de mayo de 1945 como el Día de la Liberación. Pese a la derrota y al sufrimiento, así debería reconocerse esa fecha, afirmó, cuarenta años después de la caída del Tercer Reich.