Viaje de Jiménez Lozano «hacia los adentros», a través de su obra y fotografías
La exposición 'El viaje interior' en el edificio de las Cortes de Castilla y León profundiza en el pensamiento e imaginario de uno de los grandes referentes de la literatura del siglo XX como fue José Jiménez Lozano, que atesora un «inagotable» legado, gracias al diálogo de la imagen y la palabra. No en vano, la muestra, organizada por la Fundación Castilla y León en colaboración con la Agencia Ical, selecciona citas extraídas de las novelas, poemas, ensayos, conferencias y libros de diario del escritor abulense, que van acompañadas por retratos del autor y fotografías de los escenarios y momentos que inspiraron su obra. Además, hay una serie de reflexiones de estudiosos y compañeros de Jiménez Lozano que subrayan la vigencia de su obra, por que es uno de los más grandes humanistas y pensadores de España del último siglo. 'El viaje interior', que permanecerá abierta al público en el vestíbulo del Parlamento autonómico hasta el próximo 30 de junio con motivo del quinto aniversario del fallecimiento del autor, invita a adentrarse en el universo que Jiménez Lozano plantea en su obra en un recorrido que pone en valor el protagonismo de Castilla y León y del diálogo cultural. La muestra está comisariada por el responsable de Cultura y el editor gráfico de la Agencia Ical, César Combaros y Eduardo Margareto, respectivamente, que han trabajado para poner el foco en la «valiosa» obra y la figura del escritor de Langa. En este sentido, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, ha reivindicado al autor como quien «supo leer como pocos el presente iluminándolo a la luz del pasado». Y es que, durante la inauguración de la exposición, aseguró que Jiménez Lozano fue un «cronista de los adentros», muy ligado a Castilla. «Esto no significa que practicara el feo vicio de la cerrazón y el ombliguismo o viviese de espaldas a influencias en otras latitudes. Más bien, lo contrario», precisó. Y es que ha señalado que no hay que imaginarse al escritor en una «torre de marfil», encerrado como un «juguete de su soberbia». En todo caso, ha proseguido, que es mejor representarlo en un huerto, «cultivando feliz su tierra». Además, ha destacado que el escritor no «alumbró» sus obras por la «gloria vana de los premios y las distinciones», pese a haber obtenido el Cervantes en 2022. En cambio, ha manifestado que ni una sola de sus frases está escrita al calor del «bullicio social», con la mirada puesta en la página en blanco y el corazón y los oídos atentos a las tendencias «fluctuantes» del mercado editorial. «Fue de esos escritores fuera de todo orden. Es lo que él llamaba la santidad de la escritura», sentenció. De ahí que animara a los asistentes a adentrarse en la «sobriedad» y las «honduras» de la prosa y el verso de Jiménez Lozano exige la virtud de la «paciencia». En el mismo sentido, se ha pronunciado Combarros al reconocer que es «imposible» condensar lo que esconde la figura de un hombre y de una obra conformada por cerca de 30 novelas, una veintena de ensayos, 13 libros de cuentos, una docena de poemarios, nueve dietarios, siete recopilaciones de artículos periodísticos y su correspondencia con Américo Castro. De ahí que señalara que la muestra intenta «sacar a la luz algunas de las perlas de sus textos», a modo de «juego de espejos» entre las citas y fotografías procedentes del archivo de la Agencia Ical que le reflejan a Jiménez Lozano y a parte de su imaginario. «Imagen y palabra conviven y dialogan en la exposición, que propone un viaje lleno de emociones», confesó. Junto a las fotografías de Margareto, hay otras de Rubén Cacho y Miriam Chacón, autora del imponente collage que ilustra 'El Mudejarillo', precioso relato sobre la vida de San Juan de la Cruz. En cuanto a los textos de las reflexiones de los estudiosos sobre Jiménez Lozano están Enrique García-Máiquez, Jorge Freire, Ignacio Peyró, Fermín Herrero , Guadalupe Arbona y Antonio Martínez Illán. El periodista ha citado instantes divertidos como su supuesta afiliación a un inexistente partido jansenista u otros momentos que sobrecogen, como su emoción conmovida al pisar por primera vez la sinagoga de Utrecht, «donde pudo respirar el mismo aire que alentó tiempo atrás a cómplices como Erasmo o Espinosa». A su juicio, un paseo por su obra permite «atisbar» sus meditaciones «sobre lo que llamamos progreso , el paso del tiempo, la memoria, la naturaleza, la añorada infancia o, en definitiva, la vida». Y es que César Combarros se ha mostrado convencido que su pensamiento es más reivindicable que nunca en el frágil mundo que vivimos, tal y como se pudo comprobar ayer con el apagón eléctrico. «En una sociedad dominada por el egoísmo, él apuesta por la empatía y lo hace con una mirada cristalina, limpia, lúcida, inquieta y curiosa. Es capaz de traspasar las líneas del tiempo para conectar, como pocos, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro», concluyó. En presencia de los miembros de la Mesa de las Cortes, los portavoces de los grupos parlamentarios y procuradore
La exposición 'El viaje interior' en el edificio de las Cortes de Castilla y León profundiza en el pensamiento e imaginario de uno de los grandes referentes de la literatura del siglo XX como fue José Jiménez Lozano, que atesora un «inagotable» legado, gracias al diálogo de la imagen y la palabra. No en vano, la muestra, organizada por la Fundación Castilla y León en colaboración con la Agencia Ical, selecciona citas extraídas de las novelas, poemas, ensayos, conferencias y libros de diario del escritor abulense, que van acompañadas por retratos del autor y fotografías de los escenarios y momentos que inspiraron su obra. Además, hay una serie de reflexiones de estudiosos y compañeros de Jiménez Lozano que subrayan la vigencia de su obra, por que es uno de los más grandes humanistas y pensadores de España del último siglo. 'El viaje interior', que permanecerá abierta al público en el vestíbulo del Parlamento autonómico hasta el próximo 30 de junio con motivo del quinto aniversario del fallecimiento del autor, invita a adentrarse en el universo que Jiménez Lozano plantea en su obra en un recorrido que pone en valor el protagonismo de Castilla y León y del diálogo cultural. La muestra está comisariada por el responsable de Cultura y el editor gráfico de la Agencia Ical, César Combaros y Eduardo Margareto, respectivamente, que han trabajado para poner el foco en la «valiosa» obra y la figura del escritor de Langa. En este sentido, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, ha reivindicado al autor como quien «supo leer como pocos el presente iluminándolo a la luz del pasado». Y es que, durante la inauguración de la exposición, aseguró que Jiménez Lozano fue un «cronista de los adentros», muy ligado a Castilla. «Esto no significa que practicara el feo vicio de la cerrazón y el ombliguismo o viviese de espaldas a influencias en otras latitudes. Más bien, lo contrario», precisó. Y es que ha señalado que no hay que imaginarse al escritor en una «torre de marfil», encerrado como un «juguete de su soberbia». En todo caso, ha proseguido, que es mejor representarlo en un huerto, «cultivando feliz su tierra». Además, ha destacado que el escritor no «alumbró» sus obras por la «gloria vana de los premios y las distinciones», pese a haber obtenido el Cervantes en 2022. En cambio, ha manifestado que ni una sola de sus frases está escrita al calor del «bullicio social», con la mirada puesta en la página en blanco y el corazón y los oídos atentos a las tendencias «fluctuantes» del mercado editorial. «Fue de esos escritores fuera de todo orden. Es lo que él llamaba la santidad de la escritura», sentenció. De ahí que animara a los asistentes a adentrarse en la «sobriedad» y las «honduras» de la prosa y el verso de Jiménez Lozano exige la virtud de la «paciencia». En el mismo sentido, se ha pronunciado Combarros al reconocer que es «imposible» condensar lo que esconde la figura de un hombre y de una obra conformada por cerca de 30 novelas, una veintena de ensayos, 13 libros de cuentos, una docena de poemarios, nueve dietarios, siete recopilaciones de artículos periodísticos y su correspondencia con Américo Castro. De ahí que señalara que la muestra intenta «sacar a la luz algunas de las perlas de sus textos», a modo de «juego de espejos» entre las citas y fotografías procedentes del archivo de la Agencia Ical que le reflejan a Jiménez Lozano y a parte de su imaginario. «Imagen y palabra conviven y dialogan en la exposición, que propone un viaje lleno de emociones», confesó. Junto a las fotografías de Margareto, hay otras de Rubén Cacho y Miriam Chacón, autora del imponente collage que ilustra 'El Mudejarillo', precioso relato sobre la vida de San Juan de la Cruz. En cuanto a los textos de las reflexiones de los estudiosos sobre Jiménez Lozano están Enrique García-Máiquez, Jorge Freire, Ignacio Peyró, Fermín Herrero , Guadalupe Arbona y Antonio Martínez Illán. El periodista ha citado instantes divertidos como su supuesta afiliación a un inexistente partido jansenista u otros momentos que sobrecogen, como su emoción conmovida al pisar por primera vez la sinagoga de Utrecht, «donde pudo respirar el mismo aire que alentó tiempo atrás a cómplices como Erasmo o Espinosa». A su juicio, un paseo por su obra permite «atisbar» sus meditaciones «sobre lo que llamamos progreso , el paso del tiempo, la memoria, la naturaleza, la añorada infancia o, en definitiva, la vida». Y es que César Combarros se ha mostrado convencido que su pensamiento es más reivindicable que nunca en el frágil mundo que vivimos, tal y como se pudo comprobar ayer con el apagón eléctrico. «En una sociedad dominada por el egoísmo, él apuesta por la empatía y lo hace con una mirada cristalina, limpia, lúcida, inquieta y curiosa. Es capaz de traspasar las líneas del tiempo para conectar, como pocos, nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro», concluyó. En presencia de los miembros de la Mesa de las Cortes, los portavoces de los grupos parlamentarios y procuradores, la secretaria general del Consejo Regional de Cámaras de Comercio, el director de la Fundación Castilla León, senadores y diputados provinciales y la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valladolid, además de Ángel Jiménez -hijo del escritor- y otros miembros de la cultura y las artes, Pollán ha apuntado que la muestra no es un «tributo» a título póstumo sino como un anticipo del «merecido homenaje» que se producirá en 2030, por el centenario de su nacimiento. En este sentido, anunció que las Cortes contribuirán, «en la medida de sus posibilidades», a completar la edición de las obras de Jiménez Lozano, además de animar a «otros» a sumarse en el «empeño», por que aún hay tomos pendientes por entregar a la imprenta.
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