Megan Kamath, cardióloga: "Pasar de una actividad cero a un ejercicio intenso puede ser perjudicial para la salud cardíaca"
El sedentarismo es el gran enemigo del corazón, y en eso existe consenso absoluto entre los expertos. Aunque está claro que hay que permanecer activos, la forma en la que se practica ese ejercicio es de vital importancia para no revertir esos beneficios.

Que la práctica de ejercicio de forma regular es una de las bases del bienestar y el mantenimiento de la salud (junto con la dieta, el buen descanso y la ausencia de estrés) es algo que todos los ciudadanos en España saben. De hecho, en los últimos años se ha incrementado la práctica deportiva de una manera exponencial, aunque lo interesante es que cada quien adapte el deporte a sus circunstancias y condición física.
El sedentarismo cuenta con numerosas evidencias científicas que demuestran que es perjudicial para la salud cardiovascular, sin duda. Según la Asociación Americana del Corazón, como publica Parade, 'las personas que llevan más de 23 horas de sedentarismo a la semana tienen un 37 por ciento más de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Para mantener un corazón sano, los expertos recomiendan realizar al menos 150 minutos (2,5 horas) de actividad física a la semana, que impulse el corazón. La clave de todo está en la forma en la que hacemos ese necesario ejercicio.
Este es el ejercicio que podría ser perjudicial para la salud cardiaca
A pesar de que la práctica deportiva es buena por definición para la salud cardiovascular, existe un hábito que los cardiólogos recomiendan evitar, especialmente si no se ha entrenado durante un tiempo. En este sentido, la doctora Megan Kamath, cardióloga de UCLA Health, recomienda evitar comenzar directamente con ejercicios de alta intensidad: breves periodos de máximo esfuerzo que elevan significativamente la frecuencia cardíaca. "Pasar de cero actividad a un entrenamiento intenso puede ser perjudicial para la salud cardíaca y sobrecargar el músculo cardíaco", afirma.
La cardióloga explica que el corazón es un músculo y necesita fortalecerse con regularidad. "Comenzar algo de alta intensidad de inmediato puede sobrecargar el corazón y también al resto del cuerpo".
La experta advierte que pasar de un estilo de vida principalmente sedentario a hacer ejercicio de alta intensidad puede ser peligroso para algunas personas. "En general, todo ejercicio es bueno. Pero si no se ha entrenado durante un tiempo y se empieza con un entrenamiento de alta intensidad, existe riesgo, por ejemplo, de obstrucción cardíaca silenciosa".
El ejercicio de alta intensidad puede ser peligroso si se desconocen las afecciones subyacentes, puesto que somete al corazón a una carga considerable. Cuanto más jóvenes seamos, más tolerable será. Sin embargo, con la edad, algunos podemos desarrollar cardiopatías asintomáticas que, al someterse a estas altas tensiones, pueden provocar eventos graves".
La mejor manera de beneficiarnos del deporte, sin correr riesgos
La clave de la práctica deportiva, sea cual sea esta, es hacerlo siempre de forma gradual, de menos a más, e incrementando la intensidad muy poco a poco. Siguiendo con las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón, los expertos recomiendan comenzar con media hora de ejercicio de intensidad baja a moderada, que incluya actividad aeróbica, durante cinco días a la semana.
Incluso las personas que padecen una cardiopatía de base o tienen antecedentes de infarto, pueden (y deben) hacer ejercicio, aunque debe estar siempre supervisado por un experto. La mejor manera de abordar el ejercicio es consultar con un cardiólogo para obtener pautas específicas que nos permitan aumentar gradualmente la intensidad, según la cardióloga. "El ejercicio es fundamental para la salud del corazón; la clave está en aumentar la intensidad gradualmente", concluye la doctora.