Rubén Amón pregona en Córdoba la dimensión transgresora e identitaria de la tauromaquia
Explicar el 'malentendido'. El periodista Rubén Amón fue el encargado anoche de pregonar las fiestas taurinas de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba en un multitudinario acto que tuvo lugar en el Real Círculo de la Amistad de la capital cordobesa donde apeló a tiempos de los romanos para alinear el carácter transgresor e identitario desarrollando durante siglos por la denominada fiesta nacional . La disertación, recurrente, locuaz y contrastada fue precedida por el pasodoble Suspiros de España, que resultó como antesala a un discurso segmentado en tres espacios diferenciados por la inclusión de la obra Pan y toros (Francisco Asenjo Barbieri, 1864) y que concluyó con una emotiva alusion a la figura de Manolete . Amón fundamentó su primigenia estructura mensajera recordando la relevancia que ya asumió la tierra de los califas en tiempos de los romanos, con el anfiteatro más magno de del imperio y de los territorios patricios, significando el carácter de notoriedad del que pudieron presumir gladiadores cordobeses tales como Actius o Bassus, en los primeros siglos después de Cristo . El periodista recurrió a la representatividad de lo que en esos espacios de ocio romanos se desarrollaba para justificar el civismo adquirido por el toreo, «reflejo de una visión civilizada» y en alusión a la evolución de esta muestra cultural. Amón defendió el toreo como manifestación de carácter vanguardista y transgresora, llegando a estar prohibida incluso por papas y adelantándose, por su tipología de manifestación respetuosa a los tiempos. De igual manera, en su discurso argumentó el «malentendido» taurino, explicando la errática interpretación que se hace desde perspectivas políticas, ecologías y animalistas de lo relacionado con el toro. Amón fijó como principal actor de defensa de lo ecológico y de lo animal al ámbito vinculado con la fiesta, a sus actores, los toreros, y a sus criadores, los ganaderos por delante de otros sectores que han «industrializado la muerte animal». En esta línea, tomó como referencia la dimensión «escandalosa» de la tauromaquia que «apela a una visión incómoda; asusta aceptar la decadencia que en ella se da, que es la escenificación estética de la muerte de los animales». El periodista aludió a la politización que se ha hecho en determinados momentos de lo taurino, reprochando que se haya llegado a suprimir la actividad de festejos por el nombre de las reses de lidia, en alusión al coso de Gijón , donde la alcaldesa de la localidad llegó a prohibir la celebración porque los astados se llamaban Nigeriano y Feminista. En declaraciones a ABC, el periodista, que digo estar «muy orgulloso de volver a Córdoba, una tierra que conozco bien».
Explicar el 'malentendido'. El periodista Rubén Amón fue el encargado anoche de pregonar las fiestas taurinas de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba en un multitudinario acto que tuvo lugar en el Real Círculo de la Amistad de la capital cordobesa donde apeló a tiempos de los romanos para alinear el carácter transgresor e identitario desarrollando durante siglos por la denominada fiesta nacional . La disertación, recurrente, locuaz y contrastada fue precedida por el pasodoble Suspiros de España, que resultó como antesala a un discurso segmentado en tres espacios diferenciados por la inclusión de la obra Pan y toros (Francisco Asenjo Barbieri, 1864) y que concluyó con una emotiva alusion a la figura de Manolete . Amón fundamentó su primigenia estructura mensajera recordando la relevancia que ya asumió la tierra de los califas en tiempos de los romanos, con el anfiteatro más magno de del imperio y de los territorios patricios, significando el carácter de notoriedad del que pudieron presumir gladiadores cordobeses tales como Actius o Bassus, en los primeros siglos después de Cristo . El periodista recurrió a la representatividad de lo que en esos espacios de ocio romanos se desarrollaba para justificar el civismo adquirido por el toreo, «reflejo de una visión civilizada» y en alusión a la evolución de esta muestra cultural. Amón defendió el toreo como manifestación de carácter vanguardista y transgresora, llegando a estar prohibida incluso por papas y adelantándose, por su tipología de manifestación respetuosa a los tiempos. De igual manera, en su discurso argumentó el «malentendido» taurino, explicando la errática interpretación que se hace desde perspectivas políticas, ecologías y animalistas de lo relacionado con el toro. Amón fijó como principal actor de defensa de lo ecológico y de lo animal al ámbito vinculado con la fiesta, a sus actores, los toreros, y a sus criadores, los ganaderos por delante de otros sectores que han «industrializado la muerte animal». En esta línea, tomó como referencia la dimensión «escandalosa» de la tauromaquia que «apela a una visión incómoda; asusta aceptar la decadencia que en ella se da, que es la escenificación estética de la muerte de los animales». El periodista aludió a la politización que se ha hecho en determinados momentos de lo taurino, reprochando que se haya llegado a suprimir la actividad de festejos por el nombre de las reses de lidia, en alusión al coso de Gijón , donde la alcaldesa de la localidad llegó a prohibir la celebración porque los astados se llamaban Nigeriano y Feminista. En declaraciones a ABC, el periodista, que digo estar «muy orgulloso de volver a Córdoba, una tierra que conozco bien».
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