¿Qué hará la UE? Estas son las medidas que puede tomar para sacar a España de su "isla energética"

Tras el caos empieza el proceso para entender las causas y que la situación no se repita en otros países europeos.

May 2, 2025 - 05:28
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¿Qué hará la UE? Estas son las medidas que puede tomar para sacar a España de su "isla energética"

En la Unión Europea no quieren que se repita el apagón masivo en España y Portugal, y hay herramientas para hacer un diagnóstico y evitar nuevas escenas de confusión. Tras el caos empieza el proceso para entender las causas y que la situación no se produzca en otros países europeos. La pregunta después de todo es: ¿qué papel tiene la Unión Europea para evitar que algo así se extienda? Mientras en España el Gobierno no descarta ninguna hipótesis, la posibilidad de un ciberataque pierde fuerza pero el apagón ha mostrado vulnerabilidades en un sistema que, en realidad, es europeo.

Por un lado, la Comisión Europea reconoce que hacen falta más y mejores interconexiones. Y es que España es una isla energética porque, a pesar de estar geográficamente conectada al resto de Europa, su sistema energético está relativamente aislado del de otros países europeos. Esta expresión se refiere a la limitada capacidad de interconexión eléctrica con el resto del continente, especialmente con Francia, lo que impide una integración fluida en el mercado energético europeo.

Aunque en los últimos años se han realizado esfuerzos para aumentar la capacidad de interconexión, especialmente con Francia y Portugal, los avances han sido lentos debido a factores técnicos, geográficos y políticos. Superar esta condición de "isla energética" es clave para que España se beneficie "plenamente del mercado energético europeo, mejore su seguridad energética y avance hacia una descarbonización más eficiente", según explican desde Bruselas. En ese escenario, además, se da otro problema, y es que el grado de interconexión del sistema eléctrico ibérico con el resto de Europa se encuentra por debajo de los objetivos establecidos por la normativa comunitaria: la Comisión Europea pide alcanzar un 10%, y España sigue en un 6,5%, con Francia como el único enlace firme... pero insuficiente. El escenario ideal, con todo, es de un 15%.

Un ejemplo destacado es la interconexión eléctrica entre España y Francia a través de los Pirineos, conocida como la interconexión Baixas–Santa Llogaia. Este proyecto, inaugurado en 2015, consiste en una línea de alta tensión en corriente continua de unos 64,5 km que conecta la localidad española de Santa Llogaia (Girona) con Baixas (Francia). Su capacidad es de 2.000 megavatios (MW), lo que duplicó la capacidad de intercambio eléctrico entre ambos países en ese momento. A pesar de su importancia, esta vía aún no es suficiente para alcanzar el objetivo mínimo de interconexión respecto a la capacidad total instalada, que es lo recomendado por la Unión Europea para un funcionamiento óptimo del mercado. Por ello, se están planificando nuevos proyectos, como una interconexión submarina a través del Golfo de Vizcaya, que podría estar operativa en los próximos años y aumentaría aún más la integración de España en la red energética europea.

"Una Unión que está más integrada, que está más interconectada, es también un elemento de fortalecimiento de nuestra seguridad en términos de suministro de electricidad", recalcaron las portavoces del Ejecutivo comunitario al ser preguntadas por el contexto actual, y, e hecho, a finales de año está previsto que Bruselas presente un nuevo plan para mejorar ese escenario; mientras, España sigue en cierto modo aislada... aunque con proyectos en marcha.

Ese es el panorama general, pero en el caso concreto español ahora mismo la normativa europea exige una investigación técnica más profunda si el incidente se clasifica como grave, utilizando una escala de 0 a 3. El apagón de España aún no ha sido clasificado, pero uno anterior menos severo que afectó a Croacia, Rumanía o Albania, fue clasificado como nivel 3, lo que sugiere que este probablemente también lo será (la Comisión Europea todavía no lo confirma, pero en cierto modo sí lo anticipa). Si el diagnóstico es tan 'extremo' se establece un panel técnico independiente formado por expertos, liderado por un operador de red (TSOs) de un país no afectado, con participación de TSO de los países implicados y autoridades reguladoras.

Este panel servirá también para investigar las causas del caos que se produjo en la Península durante la jornada del lunes. La Comisión Europea no forma parte del panel, pero sí puede emitir recomendaciones y modificar normativas después de recibir el informe final, el cual incluye tanto causas como propuestas de mejora. Portugal, por su parte, sí pedirá una auditoría independiente al Ejecutivo comunitario.

Tras un apagón de este tipo, se entra en la fase de recuperación. Esta fase está regulada por normativa europea, como las guías de operación del sistema y el código de red para emergencias y restauración. Según la legislación europea, los operadores del sistema deben contar con un plan de defensa y un plan de restauración. Estos planes establecen protocolos específicos para recuperar el sistema eléctrico tras un apagón. Además, otros TSOs deben apoyar a un país afectado si se declara una emergencia, como ocurrió en este caso, proporcionando asistencia energética a través de interconexiones.

El proceso de restablecimiento se hace de forma gradual. En el caso español, se usaron interconexiones con Francia y Marruecos, así como plantas hidroeléctricas, debido a su flexibilidad. Es importante reiniciar el sistema con generación que pueda aumentar gradualmente su producción para mantener el equilibrio con el consumo. Posteriormente se integran plantas de gas y otras fuentes más grandes. Así, las fuentes comunitarias no señalan el "exceso" del peso de las renovables en el mix energético como una de las posibles causas, pero no es algo que se descarte del todo.