Ocho muertos ¿de Sánchez? por el apagón

El que meses atrás fue calificado con engolado énfasis como bulo por voceros sanchistas; el suceso considerado imposible por el propio presidente del desgobierno de España; la que era una invención maliciosa de la derecha según fuentes monclovitas; la emergencia que nunca sucedería, pronosticada por el Fernando Simón de turno; el apagón que jamás sufriríamos porque España va como una moto… se dio el lunes 28 de abril, festividad de san Prudencio, a las 12,33. Y tanto que se produjo y nos dejó a dos velas. Y no, no parece que fuese culpa de ciberterroristas eslavos. Ni de semitas con ganas de decirle a la tripleta de la presunta defensa nacional, Marlasca -Sánchez-Robles, os vais a enterar lo que valen quince millones de cartuchos, y a ver qué excusa os inventáis para incumplir los otros cuarenta y seis contratos de compra de material bélico que tenéis firmado. No, nada, que por el momento se sepa –aunque nada se sabe ni se sabe si sabrá- que sea culpa de un virus inoculado en nuestra red eléctrica . Con lo bien que le hubiese venido a Pedro Sánchez una excusa como esa. En España nos bastamos con poner a una enchufada socialista –ex ministra zapatera-- con sus 546.000 euros al año, al frente de la empresa encargada de controlar y distribuir la energía, para que llegado el momento una «fuerte oscilación del flujo de potencia», pero más fuerte su manifiesta incompetencia , nos dejase a oscuras a todos y todas. Y a ella con una afonía de la que no se liberó hasta después cuarenta y ocho horas, compás de espera para pensar qué decir y luego no decir nada que no fuese un desvergonzado autoelogio de que «todo se hizo bien». Según pasan las horas y los días, se van conociendo más detalles luctuosos a consecuencia del apagón. En la web de Telecinco aparecía el pasado miércoles este titular: «Se investigan ocho posibles muertes relacionadas con el apagón, la última es una persona con ELA que precisaba de un sistema de ventilación mecánica». Si aplicásemos el mismo rasero que vienen utilizando los convocantes de las menguantes manifestaciones contra Carlos Mazón, se trataría de ocho asesinatos. Y, siguiendo el mismo razonamiento, Pedro Sánchez sería el asesino. Pero si el presidente Sánchez consiguió salir indemne de las más de cien mil muertes por la pandemia de Covid –aquí en España a la única a la que se acusa en los foros y medios sanchistas es a Isabel Díaz Ayuso – no debe temer que ninguno de los fallecimientos por el apagón le afecte lo más mínimo. Ya se encargarán sus voceros mediáticos y broncanos televisivos de exculparle de cualquier responsabilidad. Y lo harán con idéntico ahínco y pasión como siguen culpando a Carlos Mazón por los muertos de la dana. Al que por cierto, ni siquiera «su» radiotelevisión valenciana le ha beneficiado con caritativos silencios sino todo lo contrario. Que la oposición de socialistas y baldovianos no diga nada en contra de À Punt es harto significativo. Las preocupaciones de Pedro Sánchez no le vienen por que unos u otros muertos le caigan encima, que no le caerán por las razones ya anotadas. Cuanto le importuna son las noticias judiciales que tienen que ver con su mujer Begoña, su hermano David, su fiscal general, su exministro Ábalos, la cuadrilla de este y sus amantes. Y ahora ver que dice la UE del torpe manejo de la energía. Todo lo demás lo sortea con la misma habilidad con la que el trilero mueve los cubiletes. Además, siempre le quedará José Félix Tezanos para decir que él y su partido sigue siendo el más votado. Adenda. Que el restaurante El Ventorro sea a estas alturas motivo de inspiración dizque irónica tanto para Jordi Évole , como el PSPV-PSOE y el ministro Óscar Puente , es palmaria demostración de su triste y sobada pobreza argumental de todos ellos. Grave y persistente apagón el que sufren. Quod natura non dat…

May 3, 2025 - 09:09
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Ocho muertos ¿de Sánchez? por el apagón
El que meses atrás fue calificado con engolado énfasis como bulo por voceros sanchistas; el suceso considerado imposible por el propio presidente del desgobierno de España; la que era una invención maliciosa de la derecha según fuentes monclovitas; la emergencia que nunca sucedería, pronosticada por el Fernando Simón de turno; el apagón que jamás sufriríamos porque España va como una moto… se dio el lunes 28 de abril, festividad de san Prudencio, a las 12,33. Y tanto que se produjo y nos dejó a dos velas. Y no, no parece que fuese culpa de ciberterroristas eslavos. Ni de semitas con ganas de decirle a la tripleta de la presunta defensa nacional, Marlasca -Sánchez-Robles, os vais a enterar lo que valen quince millones de cartuchos, y a ver qué excusa os inventáis para incumplir los otros cuarenta y seis contratos de compra de material bélico que tenéis firmado. No, nada, que por el momento se sepa –aunque nada se sabe ni se sabe si sabrá- que sea culpa de un virus inoculado en nuestra red eléctrica . Con lo bien que le hubiese venido a Pedro Sánchez una excusa como esa. En España nos bastamos con poner a una enchufada socialista –ex ministra zapatera-- con sus 546.000 euros al año, al frente de la empresa encargada de controlar y distribuir la energía, para que llegado el momento una «fuerte oscilación del flujo de potencia», pero más fuerte su manifiesta incompetencia , nos dejase a oscuras a todos y todas. Y a ella con una afonía de la que no se liberó hasta después cuarenta y ocho horas, compás de espera para pensar qué decir y luego no decir nada que no fuese un desvergonzado autoelogio de que «todo se hizo bien». Según pasan las horas y los días, se van conociendo más detalles luctuosos a consecuencia del apagón. En la web de Telecinco aparecía el pasado miércoles este titular: «Se investigan ocho posibles muertes relacionadas con el apagón, la última es una persona con ELA que precisaba de un sistema de ventilación mecánica». Si aplicásemos el mismo rasero que vienen utilizando los convocantes de las menguantes manifestaciones contra Carlos Mazón, se trataría de ocho asesinatos. Y, siguiendo el mismo razonamiento, Pedro Sánchez sería el asesino. Pero si el presidente Sánchez consiguió salir indemne de las más de cien mil muertes por la pandemia de Covid –aquí en España a la única a la que se acusa en los foros y medios sanchistas es a Isabel Díaz Ayuso – no debe temer que ninguno de los fallecimientos por el apagón le afecte lo más mínimo. Ya se encargarán sus voceros mediáticos y broncanos televisivos de exculparle de cualquier responsabilidad. Y lo harán con idéntico ahínco y pasión como siguen culpando a Carlos Mazón por los muertos de la dana. Al que por cierto, ni siquiera «su» radiotelevisión valenciana le ha beneficiado con caritativos silencios sino todo lo contrario. Que la oposición de socialistas y baldovianos no diga nada en contra de À Punt es harto significativo. Las preocupaciones de Pedro Sánchez no le vienen por que unos u otros muertos le caigan encima, que no le caerán por las razones ya anotadas. Cuanto le importuna son las noticias judiciales que tienen que ver con su mujer Begoña, su hermano David, su fiscal general, su exministro Ábalos, la cuadrilla de este y sus amantes. Y ahora ver que dice la UE del torpe manejo de la energía. Todo lo demás lo sortea con la misma habilidad con la que el trilero mueve los cubiletes. Además, siempre le quedará José Félix Tezanos para decir que él y su partido sigue siendo el más votado. Adenda. Que el restaurante El Ventorro sea a estas alturas motivo de inspiración dizque irónica tanto para Jordi Évole , como el PSPV-PSOE y el ministro Óscar Puente , es palmaria demostración de su triste y sobada pobreza argumental de todos ellos. Grave y persistente apagón el que sufren. Quod natura non dat…