La plaza de San Pedro se vacía con la segunda fumata negra
La fumata negra de la mañana del jueves también ha causado sorpresa entre los miles de fieles que llenaban la plaza de San Pedro

Dos han sido las votaciones de esta mañana y la expectación era máxima en la Plaza de San Pedro. Después de una tensa espera el miércoles por la tarde, que se alargó durante horas hasta pasadas las 21.00 horas de la noche, este jueves por la mañana la humareda no se ha hecho esperar: poco antes del mediodía, a las 11.51, salía la segunda fumata negra del cónclave que elige al sucesor del Papa Francisco.
Los rumores no han parado de crecer desde que ayer por la tarde el escrutinio se demoró imprevisiblemente. Algunos hablan de un posible fallo en las votaciones, otros suponen cierta lentitud en un Colegio Cardenalicio que se estrena −dado que el 80% de los purpurados han sido creados por el Papa Francisco− y los hay también que apuntan alto: ayer se pudo producir una elección del nuevo pontífice, pero este rechazó. Nada más lejos de la realidad, algunos vaticanistas consultados confirman una teoría ciertamente más verosímil: la primera jornada se alargó por culpa del cardenal Raniero Cantalamessa.
Cuando el arzobispo Diego Ravelli pronunciaba el famoso “Extra Omnes” un personaje aparecía en la retransmisión vaticana. Vestido con su sencillo hábito capuchino, el predicador de la Casa Pontificia fue el encargado de proclamar una meditación frente a los cardenales justo antes de su primera votación. Según parecen confirmar diversas fuentes en Roma, el cardenal Cantalamessa se extendió aproximadamente cincuenta minutos, muy por encima de los quince minutos que estaban previstos.
Más allá de los chascarrillos de la primera tarde, la fumata negra de la mañana del jueves también ha causado sorpresa entre los miles de fieles que llenaban la plaza de San Pedro. El humo oscuro que ha brotado de la chimenea de la Capilla Sixtina, de hecho, indica que todo será más rápido de lo pensado. Si las dos votaciones de esta mañana se han concluido en apenas tres horas, con sus solemnes paseíllos, recuentos y procedimientos, no sería de extrañar que esta tarde la Iglesia Católica tenga un nuevo pontífice.
"Tenemos un vuelo y queremos cogerlo con el Papa ya vestido de blanco"
Con ilusión lo esperan Marisa y Elena. “Tenemos un vuelo a las 21.00 de la noche y queremos cogerlo con el Papa ya vestido de blanco”, dicen entre risas a Vozpopuli. Estas dos hermanas extremeñas volaron a Roma el martes para ver al nuevo Santo Padre y esa ha sido toda su dedicación desde entonces: “No hemos hecho otra cosa. Llevamos en la plaza desde el martes por la tarde y no nos vamos a ir hasta última hora de hoy, con los minutos justos para llegar al aeropuerto”, dice Elena. Marisa remata con ilusión: “Aunque sólo hemos visto dos fumatas negras, es emocionante lo que aquí se está viviendo. Cuando asoma el humo se me ponen los pelos de punta”.
Pocos minutos después de las 12.00, la explanada vaticana se vaciaba en un santiamén, bajo el sol de mayo. Desde las 12.30 sólo quedan periodistas y cámaras de televisión, tratando de atrapar las declaraciones de los últimos fieles que quedan. Con la fumata negra Roma se ha ido a comer, ante la expectativa de tener un nuevo pontífice por la tarde. También se han ido a comer los cardenales a la Casa Santa Marta, donde tienen apenas unas horas de descanso hasta la próxima votación.
¿Cuál será su nombre? ¿Seguirá la estela de Francisco? ¿Tendremos esta tarde fumata blanca en la chimenea? Todos estos son algunos de los interrogantes que la Iglesia y el mundo se hacen en esta pausa para comer.
Será esta tarde, a las 16.00 horas, cuando los 133 cardenales electores tengan que volver al Palacio Apostólico. Allí ingresarán de nuevo en la Capilla Sixtina para la primera votación de la tarde, tercera en total, que está prevista sobre las 16.50 horas. Si en ese escrutinio no se logran los dos tercios necesarios −el voto de 89 cardenales−, entonces se procederá a la segunda votación. Como ayer, sin embargo, todo apunta a que se retrasará, más aún si en ella sale elegido un nuevo Papa. Ahí quedan la hemeroteca de los anteriores pontificados: Francisco tardó cinco votaciones en lograr la mayoría, Benedicto XVI necesitó tan sólo cuatro y Juan Pablo II, en un cónclave de muchas expectativas, no fue elegido hasta la octava votación.
¿Cuál será su nombre? ¿Seguirá la estela de Francisco? ¿Tendremos esta tarde fumata blanca en la chimenea? Todos estos son algunos de los interrogantes que la Iglesia y el mundo se hacen en esta pausa para comer. Juan, un madrileño que ha volado este mismo jueves, dice a Vozpopuli: “Espero que salga hoy porque tengo la vuelta mañana. He venido sin pensarlo mucho. Me hacía mucha ilusión ese momento de ver al nuevo Papa asomado al balcón. Me lo he imaginado muchas veces”. Después de las dos votaciones de esta tarde −la cuarta y la quinta− veremos si la figura de un cardenal vestido de blanco es una realidad o, por el momento, un mero ejercicio de imaginación.