Ganado sin ordeñar y cultivos sin agua en el campo andaluz tras la desconexión: "No nos tienen en cuenta"

Ganaderos denuncian la falta de comunicación con el sector primario tras las consecuencias del apagón, que ha provocado una caída del 30% de la producción

Abr 30, 2025 - 05:02
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Ganado sin ordeñar y cultivos sin agua en el campo andaluz tras la desconexión: "No nos tienen en cuenta"

El apagón eléctrico que dejó sin suministro a gran parte del país durante el lunes ha generado consecuencias que va a costar trabajo resolverlas en el medio rural andaluz. Aunque la atención inicial se centró en las grandes ciudades, donde miles de personas quedaron atrapadas en estaciones y trenes, el impacto en las explotaciones agrícolas y ganaderas también han sido preocupantes por sus efectos inmediatos y por las posibles pérdidas a medio plazo.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Andalucía (COAG-A) ha alertado de que la crisis energética ha afectado de forma directa a sectores clave como el ganadero de leche y los cultivos de regadío. La falta de electricidad paralizó sistemas de ordeño, bombeo y refrigeración, elementos fundamentales para el funcionamiento de muchas explotaciones.

En conversación con vozpópuli Antonio Rodríguez, responsable de ganadería de COAG-A, ha explicado que el sector lácteo ha sido uno de los más perjudicados, ya que el ordeño de animales como vacas, ovejas y cabras no se pudo realizar con normalidad. “El ordeño es una actividad diaria, y su interrupción no solo impide recoger la leche, sino que también puede provocar fiebre y enfermedades en los animales por la presión en las ubres”, advierte. Explica que la merma en la producción es ya del 30% de producción menos.

En muchas granjas, la imposibilidad de utilizar generadores ha impedido realizar las tareas habituales durante más de 24 horas, algo que despierta bastante preocupación por las futuras complicaciones. Además, Rodríguez aprovecha para denunciar que nadie se ha puesto en contacto con ellos en todo el tiempo que ha durado el problema, “no nos tienen en cuenta”, lamentaba.

Además del ordeño, la refrigeración de la leche fue otro problema crítico. Sin frío, el producto comienza a deteriorarse rápidamente, con el consiguiente riesgo económico para los productores y retrasos en la cadena de suministro. Algunas explotaciones lograron mantener el producto en condiciones mediante grupos electrógenos, pero en otras muchas zonas rurales de Almería, Jaén y Granada, el corte persistió durante buena parte del martes, impidiendo ambas actividades

Cultivos

En cuanto a los cultivos, el apagón afectó a los sistemas de riego programados, vitales en una comunidad con alta dependencia del agua en la agricultura intensiva. Algunos como la sandía, el melón, los pepinos y el calabacín recién trasplantado sufrieron la falta de agua justo en un momento clave de su desarrollo. Necesitan riegos frecuentes o prolongados tras la siembra para asegurar su viabilidad, y la falta de riego se vio agravada por el fuerte viento de levante, que aumentó la deshidratación de las plantas.

En la provincia de Cádiz y el Bajo Guadalquivir, los trasplantes al campo realizados el lunes por la mañana también se vieron comprometidos. La paralización de las estaciones de bombeo al mediodía dejó sin agua a cultivos como tomates, pimientos y boniatos, plantas muy sensibles al estrés hídrico inicial. Las pérdidas podrían alcanzar entre el 40 y el 50 % de lo plantado en esas franjas horarias.

También preocupan los daños en la maquinaria y los sistemas electrónicos. La desconexión brusca y los picos de tensión durante la recuperación del suministro podrían haber dañado cabezales de riego, programadores y sistemas de control climático, afectando al funcionamiento de invernaderos y estaciones automatizadas.

Por otro lado, el corte eléctrico también afectó al sistema de abastecimiento de agua en algunos municipios como Roquetas de Mar, donde la planta desaladora del Campo de Dalías dejó de funcionar. Aunque el suministro comenzó a normalizarse en la tarde del martes, el alcalde Gabriel Amat calificó la jornada del lunes como “fatigada para toda la provincia”, afectada por los duros estragos de la sequía y que depende de lugares como este.

En el ámbito administrativo, el apagón provocó la caída del sistema informático de gestión de la Política Agraria Común (PAC), justo en pleno periodo de solicitudes. Desde organizaciones como Asaja ya se pedía una flexibilizacion de los plazos oficiales tras los daños por las lluvias primaverales, por lo que estas exigencias van a ser ahora incluso mayores. Además, se han paralizado otros trámites telemáticos fundamentales para los ganaderos, como la contratación de seguros agrarios.

La industria alimentaria, por su parte, también ha registrado daños. Según la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), el apagón provocó pérdidas de producción, deterioro de materias primas y afectó rutas logísticas. Señalan que “sin duda alguna, las industrias alimentarias han resultado perjudicadas por la paralización de sus cadenas de producción y por el efecto que la pérdida de suministro eléctrico puede haber ocasionado en productos que lo necesitan para su tratamiento y conservación”.

Aunque la prioridad está siendo retomar la actividad, desde el sector se expresa “inquietud” ante la falta de información sobre el origen de la incidencia y las medidas preventivas para evitar que se repita.