Celebrar ser tercer mundo

El Gobierno sigue sin aclarar qué ha sucedido y qué está haciendo para que no vuelva a haber un apagón

Abr 30, 2025 - 05:02
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Celebrar ser tercer mundo

Me gustaría empezar recordando que los españoles ya no somos unos novatos en esto del apocalipsis. No pueden venir ahora a contarnos otra vez la turra covidiana de sumisión, ni pueden esperar que confiemos en instituciones que han abandonado tantas veces a los españoles en sus peores momentos, como en Valencia tras la riada. Hay muchos ciudadanos que no celebramos la consolidación de España como un país tercermundista con apagones, que no se ponen a bailar como monos en un zoo inconscientes de su jaula pobres y dependientes ante esta grave situación. Que no esperamos que los medios digan la verdad, salvo escasas y honrosas excepciones, pues su labor ante el caos es imponer sumisión y facilitar el avance del control. Se romantizan los apagones y la gente que vota celebra el tercer mundo como un juego.  

A esta hora hemos de agradecer las migajas eléctricas que nos enviaron durante el apagón Marruecos y Francia, que ha dinamitado todo proyecto ibérico y boicotea nuestra conexión con el resto del continente condenándonos a ser casi una “isla energética”. Pero que ésta haya sido desertizada en un páramo energético se debe a los gobernantes de la democracia que nunca han priorizado el desarrollo y prosperidad de los españoles, sino la de terceros. Así estamos, destruidos y humillados en una oscura realidad tercermundista.

El Gobierno sigue sin aclarar qué ha sucedido y qué está haciendo para que no vuelva a haber un apagón. Se limita a desentenderse para culpar a “operadores privados” como Red Eléctrica Española (REE), donde el Estado tiene una participación pública mayoritaria. Ésa y no otra es la razón de que la presidencia de la eléctrica la ocupe una registradora de la propiedad con carné del PSOE como es Beatriz Corredor. Que por supuesto nadie espera que vaya a dimitir recordando que asume el sueldo de 546.000 € (han leído bien), pero no la responsabilidad. Para eso no la pusieron ahí, sino como parte de la concepción socialista del Estado, corrupción y nepotismo, demostrar que Red Eléctrica y todos los recursos de la nación pertenecen a la casta política dirigente. 

En una red eléctrica la generación de electricidad debe estar en equilibrio con la demanda

No sé si algo habrá aprendido Corredor, pero de tanto hablar con ingenieros ya puedo ayudar a entender qué ha pasado para que seamos conscientes de la fragilidad del sistema eléctrico español, un sistema fallido debido a su vulnerabilidad y dependencia de nuestros enemigos. Una transición energética donde se imponen las renovables sin inversión en redes eléctricas que la hagan sostenible. Un desfase que no parece transitorio, sino trágico y empobrecedor. En una red eléctrica la generación de electricidad debe estar en equilibrio con la demanda. Si hay un desajuste, por ejemplo porque una central se desconecta de repente, la inercia ayuda a que la red no se desestabilice. La inercia (esa red de seguridad por si hay una oscilación) la proporcionan principalmente las centrales tradicionales como nucleares, térmicas e hidroeléctricas. Las tres generaciones de energía más perseguidas en los últimos años por gobiernos globalistas del PP y del PSOE que trabajan para la implantación de la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo. Aunque aquí no tiene toda la culpa la UE, sino unos gobiernos cipayos que han legislado para impedir todo desarrollo energético.

Por otro lado, las energías renovables como los paneles solares y los aerogeneradores modernos no tienen esa inercia, es decir, no aportan estabilidad al suministro y además dependen electrónicamente de su conexión. Si hay muchas renovables y pocas centrales tradicionales funcionando la red se vuelve mue vulnerable a cualquier desequilibrio. En el momento en el que se produjo la pérdida súbita de 15 gigavatios de generación (aproximadamente el 60% de la demanda nacional) existía en el “pull energético” una altísima presencia de renovables, alrededor de un 72%. Aquella pérdida masiva en picado, cuya causa aún se desconoce y es muy sospechosa, desestabilizó la red provocando un apagón generalizado. La oscilación de potencia (más habitual en las renovables) causó la desconexión de la red europea llevando al colapso total.

Las energías renovables como los paneles solares y los aerogeneradores modernos no tienen esa inercia, es decir, no aportan estabilidad al suministro y además dependen electrónicamente de su conexión

Es un buen momento para recordar que según el Observatorio de la Ingeniería Española se necesitan 200.000 ingenieros los próximos 10 años, sin embargo es el sector que más emigra de España por la falta de oportunidades a otros países que apuestan por su desarrollo y no por su suicidio. Mientras tanto importamos tercer mundo con baja cualificación y subsidiado, pero que tiene la ventaja de que cuando los servicios e infraestructuras en España sean propias de tercer mundo se sentirán como en casa y un apagón al año será para algunos una mejora.

La conclusión es que puede volver a haber apagones mientras se insista en la transición ecológica suicida sin un plan de infraestructuras energéticas que garanticen la seguridad del suministro y su eficiencia. Nuestra extensa legislación está llena de normativa que imposibilita estas inversiones así como la explotación de nuestros propios recursos. Es la democracia defendiendo el clima, nos dicen. Necesitamos un gobierno con políticos cuyo propósito de vida sea el bien común y la prosperidad de los españoles, en lugar de delegados comerciales de la agenda 2030 y de lobbies que legislan a favor de terceros y en contra de nosotros. Que te duela lo que les pase a los españoles es extrema derecha. Mejor seguir confiando en ese sistema de políticos que nos ha traído a esta situación, a que los españoles celebremos terminar el día con luz.