La tensión se mantiene en cotas máximas entre India y Pakistán el día después de la 'operación Sindoor', una campaña antiterrorista que llevó a las fuerzas armadas indias a bombardear nueve puntos en territorio paquistaní y amenaza con desencadenar la tercera guerra de Cachemira , el enclave que ambos países controlan en parte y reclaman en su totalidad. La esperanzadora noticia, en realidad, consiste en que la crisis no avanza. Pakistán ha optado por la cautela y posterga de momento su contraataque, lo que abre el escenario de que no se produzca la temida escalada bélica entre dos archienemigos dotados de armamento nuclear. Cabe la posibilidad incluso de que el país islámico se contente con la exitosa defensa de ayer....
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