La Unión Europea fija el año 2027 para acabar con las importaciones de energía rusa, con España como principal país comprador

Esto se da en un escenario en el que España sigue siendo el país de la UE que más gas compra a Moscú.

May 6, 2025 - 17:30
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La Unión Europea fija el año 2027 para acabar con las importaciones de energía rusa, con España como principal país comprador

La Unión Europea quiere deshacerse del todo de los vínculos energéticos con Rusia y ha planteado este martes su hoja de ruta para lograrlo: la meta es que no haya ninguna dependencia o conexión para el año 2027, según ha explicado la Comisión Europea. Bruselas insiste en frenar la importación de gas y petróleo, y eliminando gradualmente la energía nuclear procedente de Moscú, todo ello mientras garantiza un suministro energético estable y precios accesibles en todo el bloque, según recoge el Ejecutivo comunitario en sus planteamientos.

"A pesar de los avances significativos logrados mediante el Plan REPowerEU y las sanciones impuestas desde la invasión rusa de Ucrania, en 2024 se ha observado un repunte en las importaciones de gas ruso hacia la UE", asegura la comisión. Por ello, se requieren acciones más coordinadas, ya que la dependencia excesiva de la energía rusa representa una amenaza para la seguridad del bloque. En esas importaciones, España es el país líder: fue uno de los países donde más cayeron un 28%, aunque continuó siendo una de las principales vías de entrada del gas que llegó procedente de Rusia. En concreto, junto con Bélgica y Francia, fue el destino del 85% del gas natural ruso que llegó a la UE, según el balance del año pasado elaborado por el Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA).

Pedro Sánchez, de hecho, defendió esto ante el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, alegando que se trata de contratos "privados y no estatales". Mientras, la hoja de ruta establece la eliminación progresiva del petróleo, gas y energía nuclear rusos del mercado europeo, de manera coordinada y segura, "al mismo tiempo que se avanza en la transición energética". Las medidas están diseñadas para preservar la seguridad del suministro energético de la UE, minimizando al mismo tiempo cualquier impacto en los precios y los mercados, alega la Comisión Europea.

A partir de 2025, se espera un crecimiento acelerado en la oferta mundial de gas natural licuado (GNL), mientras que la demanda de gas disminuirá. Con la plena implementación del marco de transición energética y del Plan de Acción para una Energía Asequible, se estima que la UE podrá reemplazar hasta 100.000 millones de metros cúbicos de gas natural para 2030, lo que representa una reducción de entre 40.000 y 50.000 millones para 2027. Paralelamente, las capacidades de importación de GNL aumentarán en unos 200.000 millones de metros cúbicos para 2028, es decir, cinco veces más que las actuales importaciones de gas ruso, aunque en este caso con otros socios globales como EEUU o Azerbaiyán.

"La guerra en Ucrania ha expuesto brutalmente los riesgos del chantaje, la coerción económica y los choques de precios. Con REPowerEU, hemos diversificado nuestro suministro energético y reducido drásticamente la antigua dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos", explicó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. "Ahora es el momento de cortar por completo los lazos energéticos con un proveedor poco fiable. La energía que llega a nuestro continente no debe financiar una guerra de agresión contra Ucrania. Se lo debemos a nuestros ciudadanos, a nuestras empresas y a nuestros valientes amigos ucranianos", concluyó.

La energía que llega a nuestro continente no debe financiar una guerra de agresión contra Ucrania

Para lograr los objetivos hace falta, reconoce Bruselas, mejor coordinación con las capitales. Por ello, el Ejecutivo comunitario trabajará con los Estados miembros "para garantizar que la eliminación de las importaciones de energía rusa se realice de manera gradual y bien coordinada en toda la UE". Para ello, se solicitará que cada Estado prepare un plan nacional antes de que finalice el año, detallando cómo contribuirán al abandono del gas, el petróleo y la energía nuclear rusos.

En cuanto al gas, las próximas propuestas incluirán "mecanismos para mejorar la transparencia, el seguimiento y la trazabilidad del gas ruso en los mercados europeos", con el foco precisamente en aquellos países que siguen dependiendo en buena medida de las compras a Moscú. Fundamentalmente, se prohibirán nuevos contratos con proveedores rusos (ya sea por gasoducto o GNL) y se pondrá fin a los contratos actuales en el mercado para finales de 2025. Esto permitirá que, ya a finales de este año, la UE haya reducido en un tercio las importaciones restantes de gas ruso. La Comisión también propondrá poner fin a todas las importaciones de gas ruso antes de que finalice 2027.

La hoja de ruta también contempla nuevas acciones contra la flota fantasma rusa que transporta petróleo. En cuanto a la energía nuclear, las propuestas del próximo mes incluirán medidas sobre la importación de uranio enriquecido y restricciones a nuevos contratos de suministro firmados conjuntamente con la Agencia de Suministro de Euratom (ESA) para uranio, uranio enriquecido y otros materiales nucleares procedentes de Rusia.

"Siempre ha habido buenas razones para acelerar la transición energética hacia soluciones energéticas eficientes y renovables. El armamentismo energético de Putin refuerza la necesidad de acelerar la transición energética, diversificar el suministro y apostar por nuestras propias capacidades para garantizar un abastecimiento energético seguro y precios estables", resumió por su parte la vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera. En la misma línea habló también el comisario de Energía, Dan Jorgensen, que tuvo un mensaje para Putin: "Ya no chantajearás a nuestros Estados miembros. Ya no irán más euros a sus arcas de guerra. Vuestro gas será prohibido. Vuestra flota en la sombra será detenida".