La propaganda rusa y el bulo de la cocaína en el tren: así es la campaña contra Macron, Starmer y Merz

Medios rusos y portavoces del Kremlin han tergiversado un vídeo de los líderes de Francia, Reino Unido y Alemania para acusarles de consumir cocaína.

May 14, 2025 - 18:06
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La propaganda rusa y el bulo de la cocaína en el tren: así es la campaña contra Macron, Starmer y Merz

Si para la propaganda del Kremlin invadir un país democrático por la fuerza es “desnazificar”, un mondadientes puede ser una raya de cocaína. Al menos eso es lo que ocurrió el pasado sábado, cuando el francés Emmanuel Macron, el británico Keir Starmer y el alemán Friedrich Merz fueron objetivo de un bulo cuando posaban para las cámaras en el tren que une Polonia con la capital ucraniana, Kiev, donde les esperaba Volodímir Zelenski para presionar a Rusia hacia una tregua de 30 días.

En un vídeo publicado por varios medios de comunicación se ve a los tres líderes en torno a una mesa del tren. Al ver que los fotógrafos disparan sus cámaras, se aprecia cómo Macron esconde un pañuelo usado que había sobre la mesa, al tiempo que su homólogo alemán hace lo propio con lo que parece un palillo de canapé o un mondadientes.

Al día siguiente y tras la difusión de estas imágenes, varios medios estatales controlados por el Kremlin comenzaron a publicar titulares como “Señor Macron, ¿qué esconde ahí?”, difundido por la edición alemana de Russia Today (RT). Pronto comenzaron a circular más insinuaciones que apuntaban a que el supuesto pañuelo era en realidad una bolsa con droga y el palillo, una raya de cocaína.

desinformación Macron

La teoría del “extraño paquete”, como lo denominaron algunos medios rusoparlantes, fue rápidamente apoyada por miembros del Gobierno de Vladimir Putin como la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajarova. Esta alta funcionaria utilizó su cuenta oficial de Telegram para sugerir que los líderes europeos están familiarizados con el consumo de cocaína.

“En 2022 le pregunté a un embajador occidental: ¿Cómo pueden suministrarle armas a Zelensky, un drogadicto desequilibrado que lleva muchos años consumiendo cocaína?. Y recibí la respuesta: Para la UE, esto es un fenómeno normal; muchos jefes de estados occidentales la utilizan”, escribió Zajarova.

En este momento, los canales de Telegram rusoparlantes —la aplicación de mensajería es muy utilizada en Rusia— se llenaron de acusaciones contra Macron, Starmer y Merz por, supuestamente, haber consumido cocaína durante su viaje en tren a Ucrania (1, 2, 3). Tampoco faltó la amplificación de la red de desinformación rusa Pravda con contenidos en varios idiomas (1, 2, 3, 4, 5).

A estas acusaciones se sumaron otros actores de la extrema derecha estadounidense como el propagandista de la conspiración Alex Jones, que llegó a publicar una imagen manipulada del pañuelo en la que parecía que aquello que escondía Macron era en realidad una bolsa de droga. Comprobar que la imagen utilizada por Jones es falsa era tan fácil como fijarse en las imágenes tomadas por los fotoperiodistas que estaban en el interior del tren.

desinformación Macron

La bola se fue haciendo cada vez más grande, hasta el punto de que el Gobierno de Francia tuvo que reaccionar a través de su cuenta oficial: “Cuando la unidad europea se vuelve incómoda, la desinformación llega incluso a hacer que un simple pañuelo parezca droga. Estas noticias falsas las difunden los enemigos de Francia, tanto en el extranjero como en el país. Debemos permanecer alerta ante la manipulación”, dijo el Elíseo.

Estas acusaciones no son nuevas. Es habitual que la propaganda pro-Kremlin utilice el consumo de droga como arma arrojadiza en el marco de campañas de desinformación como en el caso de Macron. Un día después de iniciar la invasión de Ucrania, el presidente Putin acusó al Gobierno de Zelenski de estar liderado por “una panda de drogadictos”.

Esta narrativa parece estar dirigida a presentar a la Unión Europea como un conjunto de países decadentes y pecaminosos frente a una Rusia que encarna unos supuestos valores alineados con la rectitud. Es decir, Rusia representaría el orden frente a una Europa sumida por las drogas, el libertinaje sexual y la decadencia moral, un mensaje que permea no solo entre audiencias rusas, sino también en ciertos grupos ultraconservadores de países europeos y Estados Unidos.

De hecho, una de las publicaciones que viralizó en España el bulo que acusa a los líderes de Francia, Reino Unido y Alemania de consumir droga en el tren a Kiev fue difundida por “Alberto Pugilato”, alias de Alberto Gonzalo de Juan, uno de los principales representantes del grupo ultra Núcleo Nacional.

El después: la jajaganda

La publicación de este bulo fue sucedida de otros vídeos e imágenes con burlas a Macron, Starmer y Merz. Una secuencia fabricada con inteligencia artificial —y difundida, entre otros, por la red rusa Pravda— muestra a los tres líderes europeos descamisados y bailando en el interior del tren (1, 2).

Un informe encargado por el Congreso de los Diputados define la ‘jajaganda’ como la estrategia para “camuflar la desinformación y la manipulación a través del humor; ridiculizar y humillar a instituciones públicas y políticos, para así socavar la credibilidad y la confiabilidad de un objetivo determinado”.

Estos bulos por parte de la propaganda rusa que acusan a líderes políticos de consumir drogas se suman a una larga lista que ha tenido entre sus objetivos al canadiense Justin Trudeau o el ucraniano Volodímir Zelenski, entre otros.