La impactante historia de Olivia Farnsworth, la niña que no siente dolor, hambre ni sueño

¿Te imaginas vivir sin dolor, sin sentir hambre y sin necesitar dormir? Parece algo sacado de una película de superhéroes, pero es la vida real de Olivia Farnsworth, una adolescente británica de 14 años. Conocida como la niña biónica, Olivia padece una condición genética única en el mundo: una deleción en el cromosoma 6 que […]

May 15, 2025 - 02:50
 0
La impactante historia de Olivia Farnsworth, la niña que no siente dolor, hambre ni sueño

¿Te imaginas vivir sin dolor, sin sentir hambre y sin necesitar dormir? Parece algo sacado de una película de superhéroes, pero es la vida real de Olivia Farnsworth, una adolescente británica de 14 años. Conocida como la niña biónica, Olivia padece una condición genética única en el mundo: una deleción en el cromosoma 6 que la hace inmune a estas sensaciones básicas. Pero esta “habilidad”, lejos de ser un superpoder, viene con riesgos serios.

La niña biónica que no siente dolor, hambre ni sueño

Todo comenzó cuando Olivia tenía apenas 7 años. Fue atropellada en Huddersfield, Inglaterra, y arrastrada más de 30 metros por un coche. Cualquier niño habría quedado inmovilizado por el dolor, pero Olivia se levantó, corrió hacia su madre, Niki Trepak, y preguntó qué había pasado, como si nada. En el hospital, los médicos notaron que no lloraba ni mostraba incomodidad, a pesar de tener quemaduras de segundo y tercer grado y marcas de neumáticos en el pecho. Su madre reveló entonces que Olivia nunca había mostrado signos de hambre, sueño o dolor, incluso de bebé. No lloraba, podía pasar días sin comer y apenas dormía. Este accidente llevó a los especialistas a descubrir su deleción del cromosoma 6, una alteración genética que afecta a solo 100 personas en el mundo, pero que en Olivia combina los tres síntomas de forma única.

Olivia Farnsworth

¿Qué es la deleción del cromosoma 6 y por qué es tan rara?

Los humanos tenemos 46 cromosomas en 23 pares, y el cromosoma 6 contiene unos 171 millones de pares de bases, clave para funciones como la percepción del dolor o el hambre. En Olivia, una parte de este cromosoma está ausente, lo que desactiva estas sensaciones. Esto la convierte en un caso médico excepcional, estudiado en el Centro Médico Universitario de Groningen, Países Bajos. Pero no es tan simple como suena. La ausencia de dolor significa que Olivia no percibe peligro, pudiendo sufrir lesiones graves sin notarlo. Sin hambre, su madre debe recordarle comer cada pocas horas para evitar desnutrición. Y sin sueño, puede estar activa días enteros, necesitando somníferos para descansar. Esta combinación de síntomas, según los expertos, es lo que hace su caso único en el mundo.

Olivia Farnsworth

Una vida sin señales de alarma

Puede sonar como una superhabilidad, pero vivir sin dolor, hambre ni sueño también representa un riesgo enorme. Su madre, Niki, vive alerta para protegerla. Por ejemplo, si Olivia se corta o se quema, no lo nota, lo que puede derivar en infecciones. Para asegurar que coma, Niki establece horarios estrictos, ya que Olivia podría pasar tres días sin pedir comida. El sueño es otro reto: sin medicamentos, Olivia permanece despierta, lo que afecta su salud a largo plazo. Curiosamente, su falta de tensión durante el accidente de 2016 ayudó a que sus huesos no se rompieran, ya que su cuerpo permaneció relajado. A sus 14 años, Olivia lleva una vida relativamente normal, pero bajo constante supervisión. Su caso también plantea preguntas éticas: ¿cómo equilibrar su autonomía con su seguridad?

Olivia Farnsworth

¿Héroe de ciencia ficción o advertencia de la naturaleza?

El caso de Olivia genera un montón de preguntas, no solo médicas, sino éticas y sociales. ¿Qué significa vivir sin las alertas naturales que nos protegen? ¿Hasta qué punto podríamos controlar el cuerpo humano si entendiéramos mejor nuestro código genético? Más allá de lo impresionante, Olivia nos recuerda que el dolor, el hambre y el sueño, aunque molestos, cumplen una función vital. Son como los sistemas de alarma del cuerpo, y apagarlos puede tener consecuencias inesperadas.

Olivia Farnsworth

Hoy, con ayuda de su familia y la ciencia, Olivia lleva una vida relativamente normal, aunque siempre vigilada y acompañada. Lo suyo no es solo una rareza genética, sino una mirada hacia los misterios aún no resueltos del cuerpo humano.