Decenas de españoles atrapados en el fuego cruzado en Libia, ya «a salvo en la Embajada y hoteles seguros»
Decenas de españoles permanecen «a salvo y en un sitio seguro», a la espera de que la tensión en Trípoli (Libia) se rebaje tras reactivarse la violencia entre guerrillas, según informan fuentes a las que ha tenido acceso ABC. Los nueve españoles que estaban retenidos en el Hotel Radisson ya han abandonado el mismo en el que se encontraban como medida de seguridad. Forman parte de un viaje liderado por la Cámara de Comercio de Tarragona, que ha llegado al país este lunes y se ha topado con el estallido de un conflicto entre milicias en la capital libia. «Es horrible, tenemos a la guerrilla justo enfrente del hotel», ha afirmado Begoña Fernández Costales , directora general de la compañía Bego Costa África y presidenta de la Federación de Mujeres Empresarias de Asturias, que forma parte de este grupo de españoles que permanecen confinados. Costales ha asegurado que les podían evacuar a la Embajada «porque están a tiro limpio fuera». Además, ha indicado que «el aeropuerto permanece cerrado» y afirma que no tienen conocimiento de cuándo será reabierto: «Estamos esperando que haya una tregua para que nos puedan evacuar, por lo menos a la Embajada, que nos está tratando muy bien», ha relatado antes de poder salir del hotel. En declaraciones a ABC, Costales ha afirmado que se encontraban los nueve integrantes de la misión juntos y que « nos están tratando bien . Estamos retenidos por nuestra propia seguridad, está dentro la policía diplomática». Sin embargo, señala que no tiene conocimiento del resto de participantes del viaje: «Los demás están en otros hoteles, no sé nada de ellos». Las autoridades de Libia han anunciado este miércoles un alto el fuego en la capital. El Ministerio de Defensa ha publicado un comunicado en el que afirma que el acuerdo se aplicará en «todas las zonas» de la ciudad. Indica que las «fuerzas regulares» han empezado a tomar medidas para «garantizar la calma», incluido el despliegue en las zonas afectadas por los últimos combates. Sin embargo, desde la Embajada española en Trípoli habían asegurado que todavía se escuchaban disparos en la zona. Por ende, no habían movilizado todavía al grupo de españoles confinados. «No saldremos hasta que nos avise la Embajada de que es seguro», ha indicado Costales, antes de poder ser evacuada. «Al llegar al hotel nos indicaron que nos quedáramos en la habitación alejados de las ventanas», relata Costales, que añade que «no porque nos disparen a nosotros, sino por el posible fuego cruzado». «Por primera vez en mi vida, me fui a dormir con el terrible ruido de los disparos», declara. Tras toda la noche con tiroteos y bombardeos, la empresaria ha explicado que en torno a las 7 de la mañana los bajaron al sótano. El Ministerio de Exteriores ha indicado que «el Embajador [de la Embajada española en Trípoli] está en contacto» con los españoles confinados en el hotel y afirman que se les ha «trasladado el mensaje de que eviten desplazamientos y permanezcan en sus residencias u hoteles». «En cuanto las condiciones de seguridad lo permitan, la embajada se reunirá con ellos y le ayudará a salir del país si lo desean«, reza el comunicado del Ministerio. Trípoli alberga los enfrentamientos más intensos en años por segunda noche y han continuado hasta la mañana de este miércoles tras el asesinato este lunes de un importante líder de una milicia que ha desencadenado combates entre facciones rivales, recoge Reuters. La misión de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL por sus siglas en inglés) ha condenado en un comunicado emitido este miércoles «la rápida escalada de violencia» y la «movilización de fuerzas de otras partes del país». UNSMIL ha afirmado sentirse «profundamente alarmada» y reitera un llamamiento al alto el fuego. La misión ha instado a las partes a «entablar un diálogo serio [...] para resolver este conflicto de forma pacífica». Los últimos disturbios en la capital libia podrían consolidar el poder de Abdulhamid al Dbeibah , primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) del dividido país y aliado de Turquía. Libia ha tenido poca estabilidad desde que un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011 derrocó al veterano autócrata Muamar el Gadafi , y el país se dividió en 2014 entre facciones rivales del este y el oeste. Sin embargo, un brote de guerra a gran escala se detuvo con una tregua en 2020. Libia, un importante exportador de energía, también es una importante estación de paso para los inmigrantes que se dirigen a Europa, y su conflicto ha involucrado a potencias extranjeras como Turquía, Rusia, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Sus principales instalaciones petroleras se encuentran en el sur y el este de Libia, lejos de los combates actuales en Trípoli. Si bien el este de Libia ha estado dominado durante una década por el comandante Khalifa Haftar y su Ejército Nacional Libio (LNA), el control en Trípoli y el oeste de Libia se ha dividido entre numerosas facciones armadas. El martes, Dbeibah ordenó el desmantelamiento de lo que denominó
Decenas de españoles permanecen «a salvo y en un sitio seguro», a la espera de que la tensión en Trípoli (Libia) se rebaje tras reactivarse la violencia entre guerrillas, según informan fuentes a las que ha tenido acceso ABC. Los nueve españoles que estaban retenidos en el Hotel Radisson ya han abandonado el mismo en el que se encontraban como medida de seguridad. Forman parte de un viaje liderado por la Cámara de Comercio de Tarragona, que ha llegado al país este lunes y se ha topado con el estallido de un conflicto entre milicias en la capital libia. «Es horrible, tenemos a la guerrilla justo enfrente del hotel», ha afirmado Begoña Fernández Costales , directora general de la compañía Bego Costa África y presidenta de la Federación de Mujeres Empresarias de Asturias, que forma parte de este grupo de españoles que permanecen confinados. Costales ha asegurado que les podían evacuar a la Embajada «porque están a tiro limpio fuera». Además, ha indicado que «el aeropuerto permanece cerrado» y afirma que no tienen conocimiento de cuándo será reabierto: «Estamos esperando que haya una tregua para que nos puedan evacuar, por lo menos a la Embajada, que nos está tratando muy bien», ha relatado antes de poder salir del hotel. En declaraciones a ABC, Costales ha afirmado que se encontraban los nueve integrantes de la misión juntos y que « nos están tratando bien . Estamos retenidos por nuestra propia seguridad, está dentro la policía diplomática». Sin embargo, señala que no tiene conocimiento del resto de participantes del viaje: «Los demás están en otros hoteles, no sé nada de ellos». Las autoridades de Libia han anunciado este miércoles un alto el fuego en la capital. El Ministerio de Defensa ha publicado un comunicado en el que afirma que el acuerdo se aplicará en «todas las zonas» de la ciudad. Indica que las «fuerzas regulares» han empezado a tomar medidas para «garantizar la calma», incluido el despliegue en las zonas afectadas por los últimos combates. Sin embargo, desde la Embajada española en Trípoli habían asegurado que todavía se escuchaban disparos en la zona. Por ende, no habían movilizado todavía al grupo de españoles confinados. «No saldremos hasta que nos avise la Embajada de que es seguro», ha indicado Costales, antes de poder ser evacuada. «Al llegar al hotel nos indicaron que nos quedáramos en la habitación alejados de las ventanas», relata Costales, que añade que «no porque nos disparen a nosotros, sino por el posible fuego cruzado». «Por primera vez en mi vida, me fui a dormir con el terrible ruido de los disparos», declara. Tras toda la noche con tiroteos y bombardeos, la empresaria ha explicado que en torno a las 7 de la mañana los bajaron al sótano. El Ministerio de Exteriores ha indicado que «el Embajador [de la Embajada española en Trípoli] está en contacto» con los españoles confinados en el hotel y afirman que se les ha «trasladado el mensaje de que eviten desplazamientos y permanezcan en sus residencias u hoteles». «En cuanto las condiciones de seguridad lo permitan, la embajada se reunirá con ellos y le ayudará a salir del país si lo desean«, reza el comunicado del Ministerio. Trípoli alberga los enfrentamientos más intensos en años por segunda noche y han continuado hasta la mañana de este miércoles tras el asesinato este lunes de un importante líder de una milicia que ha desencadenado combates entre facciones rivales, recoge Reuters. La misión de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL por sus siglas en inglés) ha condenado en un comunicado emitido este miércoles «la rápida escalada de violencia» y la «movilización de fuerzas de otras partes del país». UNSMIL ha afirmado sentirse «profundamente alarmada» y reitera un llamamiento al alto el fuego. La misión ha instado a las partes a «entablar un diálogo serio [...] para resolver este conflicto de forma pacífica». Los últimos disturbios en la capital libia podrían consolidar el poder de Abdulhamid al Dbeibah , primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) del dividido país y aliado de Turquía. Libia ha tenido poca estabilidad desde que un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011 derrocó al veterano autócrata Muamar el Gadafi , y el país se dividió en 2014 entre facciones rivales del este y el oeste. Sin embargo, un brote de guerra a gran escala se detuvo con una tregua en 2020. Libia, un importante exportador de energía, también es una importante estación de paso para los inmigrantes que se dirigen a Europa, y su conflicto ha involucrado a potencias extranjeras como Turquía, Rusia, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Sus principales instalaciones petroleras se encuentran en el sur y el este de Libia, lejos de los combates actuales en Trípoli. Si bien el este de Libia ha estado dominado durante una década por el comandante Khalifa Haftar y su Ejército Nacional Libio (LNA), el control en Trípoli y el oeste de Libia se ha dividido entre numerosas facciones armadas. El martes, Dbeibah ordenó el desmantelamiento de lo que denominó grupos armados irregulares. Ese anuncio se produjo tras el asesinato el lunes del importante jefe de la milicia Abdulghani Kikli , conocido popularmente como Ghaniwa, y la repentina derrota de su grupo, el Aparato de Apoyo a la Estabilización (AES), a manos de facciones afines a Dbeibah. La toma de territorio del AES en Libia por las facciones aliadas a Dbeibah, las Brigadas 444 y 111, indicó una importante concentración de poder en la fragmentada capital, dejando a la Fuerza Especial de Disuasión (RADA) como la última gran facción sin vínculos estrechos con el primer ministro.
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