Así es Captain Blood, el hack and slash pirata que resucita tras casi dos décadas desaparecido
Captain Blood es uno de esos videojuegos que parecían condenados al olvido. Anunciado a principios de los…


Captain Blood es uno de esos videojuegos que parecían condenados al olvido. Anunciado a principios de los 2000 y cancelado durante más de una década, este hack and slash de acción y piratas ha vuelto de entre los muertos. Y lo hace con una propuesta que mezcla la nostalgia de los títulos clásicos con la contundencia de un sistema de combate directo, brutal y estilizado.
Inspirado libremente en las novelas de Rafael Sabatini, Captain Blood nos pone en la piel de un corsario traicionado por sus aliados y obligado a abrirse camino a golpe de sable en busca de venganza. La narrativa, aunque sencilla, está diseñada para servir de combustible a una experiencia centrada en el combate cuerpo a cuerpo, los duelos navales y la exploración de fortalezas coloniales.
Captain Blood: Espadas, pólvora y ejecución sangrienta
La ambientación caribeña se mezcla con un tono pulp y cinematográfico que recuerda a Piratas del Caribe, pero con una estética más oscura y cruda. No esperes grandes decisiones narrativas, sino una experiencia directa y muy centrada en la acción. Captain Blood se construye sobre un sistema de combate tipo hack and slash al estilo God of War con combos, ejecuciones contextuales y mecánicas de parry. El protagonista puede blandir espadas, usar armas de fuego rudimentarias y aprovechar el entorno para acabar con sus enemigos de forma espectacular.
El juego premia el ritmo agresivo, y aunque cuenta con secciones de sigilo y exploración, lo que más destaca es el dinamismo de sus enfrentamientos. A ello se suman momentos más espectaculares como los abordajes navales, donde pasamos del cañoneo a la lucha cuerpo a cuerpo sin cortes.
¿Una joya olvidada o una curiosidad para fans?
A nivel técnico, conserva una estética y mecánicas propias de la era de Xbox 360, pero esta decisión fue intencionada para mantener su esencia retro y nostálgica. No obstante, el trabajo de remasterización y pulido realizado por SNEG permite que el juego funcione con fluidez en plataformas actuales, incluyendo Xbox en formato digital.
Hay un cierto encanto en cómo el título se aferra a hábitos de diseño de principios de los 2000, y eso puede ser un arma de doble filo: gustará a quienes busquen una experiencia retro pero accesible, aunque puede parecer algo desfasado para quienes esperen un sistema más moderno y profundo.
Captain Blood no pretende competir con los grandes lanzamientos del año, pero ofrece algo en escasez: una aventura de acción pura, sin mapas infinitos ni mecánicas de servicio. Es un juego cerrado y con objetivos claros, ideal para quienes buscan una experiencia lineal, brutal y con personalidad. Es una cápsula del tiempo rescatada para los jugadores actuales. Y aunque puede que no encaje en todos los gustos, tiene ingredientes suficientes para convertirse en un título de culto.