Hallan en Etiopía un manuscrito que revela la vida de un monje cristiano en la Nubia musulmana

Un manuscrito rescata la historia de Takla ‘Alfā, un monje que vivió solo en la ciudad islámica de Dongola en plena transición religiosa de NubiaDescubren representaciones de la Vía Láctea en imágenes del antiguo egipto y aclaran el papel de la diosa Nut Durante siglos, las relaciones entre el África cristiana y el mundo musulmán han permanecido en segundo plano en la historiografía dominante. Sin embargo, el análisis de un manuscrito etíope del siglo XVI arroja luz sobre una experiencia tan excepcional como reveladora: la estancia prolongada de un monje etíope en la ciudad de Dongola, en el actual Sudán, entonces bajo control islámico. El documento, redactado en ge’ez y conservado en el monasterio de Dabra Libānos, fue escrito por Takla ‘Alfā, un monje procedente de Etiopía que narra su vida en solitario entre “nubios y musulmanes”. Su breve pero poderoso testimonio permite conocer cómo era la convivencia interreligiosa en una región marcada por el declive del cristianismo y el avance del islam tras la caída del reino de Makuria. Una voz solitaria en tierra extraña A diferencia de otras peregrinaciones o delegaciones etíopes del medievo, el viaje de Takla ‘Alfā no respondió a intereses diplomáticos ni eclesiásticos. Viajó por Egipto y se estableció en Nubia de manera voluntaria, como detalla el estudio firmado por Dorota Dzierzbicka y Daria Elagina publicado en Azania: Archaeological Research in Africa. Su presencia no contó con respaldo institucional, lo que refuerza la importancia de su decisión personal y la rareza de su testimonio. El manuscrito, que se sitúa entre 1521 y 1540, da cuenta de una experiencia solitaria en un entorno de creciente islamización. No hay mención a otros cristianos en Dongola, lo que subraya el aislamiento del monje y refuerza el valor etnográfico de su relato. “Residí en Dongola, entre los nubios y musulmanes, por mi cuenta”, escribe Takla ‘Alfā en un pasaje clave del texto. Una ciudad en transición Dongola fue durante siglos la capital del reino cristiano de Makuria, pero en tiempos de Takla ‘Alfā ya pertenecía al Sultanato de Sennar. La ciudad conservaba huellas del pasado cristiano, pero estaba plenamente integrada en una estructura islámica. En este contexto, el relato del monje permite observar la coexistencia de prácticas y comunidades religiosas en un espacio fronterizo y cambiante. Los investigadores destacan que Takla ‘Alfā pudo mantener relaciones cotidianas con su entorno gracias a redes comerciales y culturales preexistentes. Aunque su figura no encaja con los modelos tradicionales de misionero o diplomático, actúa como un testigo de primer orden en un periodo poco documentado desde la perspectiva africana. Un documento con valor filológico y antropológico El texto, conservado en buen estado y redactado en ge’ez, fue copiado en el influyente monasterio de Dabra Libānos, lo que sugiere que tuvo cierto reconocimiento en su época. Aunque breve, el manuscrito aporta información clave sobre los vínculos entre Etiopía y el valle del Nilo y sobre el papel de los monjes como agentes de contacto intercultural. Desde un punto de vista lingüístico y teológico, el relato confirma la vitalidad del cristianismo etíope en el siglo XVI y su capacidad para integrarse en escenarios dominados por otras religiones. En palabras de las autoras del estudio, este hallazgo “permite reconsiderar la agencia africana en los procesos históricos de contacto religioso y cultural”. Más allá del manuscrito: nuevas líneas de investigación El caso de Takla ‘Alfā no debe verse como una rareza anecdótica. Diversas fuentes árabes de siglos posteriores siguen aludiendo a la presencia de cristianos etíopes en el valle del Nilo, lo que sugiere la existencia de comunidades más duraderas de lo que se pensaba. El estudio del manuscrito abre nuevas vías para explorar la movilidad religiosa africana, más allá de los relatos eurocentrados. Los autores del estudio subrayan la necesidad de integrar estos testimonios en la historia global del cristianismo y de la interacción entre religiones. En un momento en que la diversidad de tradiciones africanas sigue siendo poco reconocida, documentos como este permiten construir una historia más completa y más justa.

May 6, 2025 - 12:42
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Hallan en Etiopía un manuscrito que revela la vida de un monje cristiano en la Nubia musulmana

Hallan en Etiopía un manuscrito que revela la vida de un monje cristiano en la Nubia musulmana

Un manuscrito rescata la historia de Takla ‘Alfā, un monje que vivió solo en la ciudad islámica de Dongola en plena transición religiosa de Nubia

Descubren representaciones de la Vía Láctea en imágenes del antiguo egipto y aclaran el papel de la diosa Nut

Durante siglos, las relaciones entre el África cristiana y el mundo musulmán han permanecido en segundo plano en la historiografía dominante. Sin embargo, el análisis de un manuscrito etíope del siglo XVI arroja luz sobre una experiencia tan excepcional como reveladora: la estancia prolongada de un monje etíope en la ciudad de Dongola, en el actual Sudán, entonces bajo control islámico.

El documento, redactado en ge’ez y conservado en el monasterio de Dabra Libānos, fue escrito por Takla ‘Alfā, un monje procedente de Etiopía que narra su vida en solitario entre “nubios y musulmanes”. Su breve pero poderoso testimonio permite conocer cómo era la convivencia interreligiosa en una región marcada por el declive del cristianismo y el avance del islam tras la caída del reino de Makuria.

Una voz solitaria en tierra extraña

A diferencia de otras peregrinaciones o delegaciones etíopes del medievo, el viaje de Takla ‘Alfā no respondió a intereses diplomáticos ni eclesiásticos. Viajó por Egipto y se estableció en Nubia de manera voluntaria, como detalla el estudio firmado por Dorota Dzierzbicka y Daria Elagina publicado en Azania: Archaeological Research in Africa. Su presencia no contó con respaldo institucional, lo que refuerza la importancia de su decisión personal y la rareza de su testimonio.

El manuscrito, que se sitúa entre 1521 y 1540, da cuenta de una experiencia solitaria en un entorno de creciente islamización. No hay mención a otros cristianos en Dongola, lo que subraya el aislamiento del monje y refuerza el valor etnográfico de su relato. “Residí en Dongola, entre los nubios y musulmanes, por mi cuenta”, escribe Takla ‘Alfā en un pasaje clave del texto.

Una ciudad en transición

Dongola fue durante siglos la capital del reino cristiano de Makuria, pero en tiempos de Takla ‘Alfā ya pertenecía al Sultanato de Sennar. La ciudad conservaba huellas del pasado cristiano, pero estaba plenamente integrada en una estructura islámica. En este contexto, el relato del monje permite observar la coexistencia de prácticas y comunidades religiosas en un espacio fronterizo y cambiante.

Los investigadores destacan que Takla ‘Alfā pudo mantener relaciones cotidianas con su entorno gracias a redes comerciales y culturales preexistentes. Aunque su figura no encaja con los modelos tradicionales de misionero o diplomático, actúa como un testigo de primer orden en un periodo poco documentado desde la perspectiva africana.

Un documento con valor filológico y antropológico

El texto, conservado en buen estado y redactado en ge’ez, fue copiado en el influyente monasterio de Dabra Libānos, lo que sugiere que tuvo cierto reconocimiento en su época. Aunque breve, el manuscrito aporta información clave sobre los vínculos entre Etiopía y el valle del Nilo y sobre el papel de los monjes como agentes de contacto intercultural.

Desde un punto de vista lingüístico y teológico, el relato confirma la vitalidad del cristianismo etíope en el siglo XVI y su capacidad para integrarse en escenarios dominados por otras religiones. En palabras de las autoras del estudio, este hallazgo “permite reconsiderar la agencia africana en los procesos históricos de contacto religioso y cultural”.

Más allá del manuscrito: nuevas líneas de investigación

El caso de Takla ‘Alfā no debe verse como una rareza anecdótica. Diversas fuentes árabes de siglos posteriores siguen aludiendo a la presencia de cristianos etíopes en el valle del Nilo, lo que sugiere la existencia de comunidades más duraderas de lo que se pensaba. El estudio del manuscrito abre nuevas vías para explorar la movilidad religiosa africana, más allá de los relatos eurocentrados.

Los autores del estudio subrayan la necesidad de integrar estos testimonios en la historia global del cristianismo y de la interacción entre religiones. En un momento en que la diversidad de tradiciones africanas sigue siendo poco reconocida, documentos como este permiten construir una historia más completa y más justa.

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