Fue la batería de un móvil sobrecalentado y no un cigarro la causante del peor incendio de una residencia en Aragón
La Guardia Civil concluye que el incendio con diez muertos de la residencia de Villafranca de Ebro lo causó la batería de un móvil. Esta es la sorprendente confirmación del informe de la Benemérita que determina que el fuego que se propagó rápidamente y de madrugada el pasado 15 de noviembre, trágico en la población zaragozana, no fue causado por una colilla o un cigarro mal apagado en una habitación con una bomba de oxígeno, como se apuntó como principal hipótesis en un primer momento. Tampoco se observa ningún indicio de intencionalidad en el fuego. Fue la batería de un móvil sobrecalentado que llevaba varias horas cargando. El informe de la Guardia Civil -fechado el pasado 28 de abril por los especialistas que llegaron a Villafranca desde Logroño esa misma mañana del 15 de noviembre de 2024- determina que la causa fue netamente accidental. En él, los peritos señalan que las llamas se propagaron rápidamente por la zona del cabecero de la cama, donde se encontraba la almohada y las sábanas, en la habitación 14 de este centro psicogeriátrico. La estancia quedó prácticamente calcinada . Tenía la puerta abierta, lo que facilitó que el humo y los gases tóxicos se propagaran rápidamente hacia el pasillo y resto de habitaciones. La rápida propagación de las llamas ha sido uno de los factores determinantes para descartar definitivamente la sospecha del cigarrillo ayudado por la máquina de oxígeno. De ser así, tal y como se explica en el informe de los peritos, la combustión hubiera sido más lenta y los detectores del humo se habrían activado de inmediato, algo que llamó poderosamente la atención de los servicios de Bomberos desplazados desde Zaragoza hasta la localidad próxima esa misma mañana una vez sofocado el fuego. «Aun así, en el supuesto de que inicialmente dicho cigarrillo no fuera detectado y se generara un incendio latente, tras su detección por los sistemas contraincendios, los trabajadores se hubieran encontrado con el inicio de un pequeño incendio o conato de incendio sin llama y perfectamente controlable», indica el informe técnico. Los especialistas del Instituto Armado que han realizado la investigación tampoco descartan que se hubiera producido por «una concatenación de circunstancias, seguidas o producidas todas a la vez», como el teléfono en carga durante horas sobre la almohada, conexiones deficientes del propio cableado del cargador del celular, o fallos internos en la batería de litio del dispositivo. El sobrecalentamiento fue «rápido y violento» y condujo irremediablemente que estos materiales combustibles llegaran a su temperatura de ignición. En el documento se explica también cómo la interna de la habitación sí «estaba autorizada a fumar dos cigarrillos» al día que sus cuidadoras guardaban y pero esa noche «no había solicitado salir a fumar». A su vez, la información apunta a que la máquina de oxígeno que necesitaba fue conectada por las trabajadoras a eso de las 0.30 horas «en la toma de corriente más lejana a la cama». La última vez que pasaron por su habitación fue a las 4.30 horas y«no observaron nada anormal». Media hora más tarde se desató la alarma. A su vez, en el informe de la Benemérita no se recoge una negligencia en el inmueble ni por parte del personal. Al revés, desde el principio, residentes y sus familias , así como la alcaldesa de Villafranca, destacaron la heroica actuación de las dos trabajadoras del turno de noche que se encontraban en ese momento en la residencia y que lograron sacar con vida al resto de los casi 70 residentes del psicogeriátrico. El Ejecutivo de Aragón cumplía con las normativas en cuanto a los sistemas de protección contra incendios, gas y electricidad de la residencia, dictamina el mismo documento. La Guardia Civil ha dado traslado del informe al titular del Juzgado número 12 de Zaragoza responsable de la instrucción de la causa.
La Guardia Civil concluye que el incendio con diez muertos de la residencia de Villafranca de Ebro lo causó la batería de un móvil. Esta es la sorprendente confirmación del informe de la Benemérita que determina que el fuego que se propagó rápidamente y de madrugada el pasado 15 de noviembre, trágico en la población zaragozana, no fue causado por una colilla o un cigarro mal apagado en una habitación con una bomba de oxígeno, como se apuntó como principal hipótesis en un primer momento. Tampoco se observa ningún indicio de intencionalidad en el fuego. Fue la batería de un móvil sobrecalentado que llevaba varias horas cargando. El informe de la Guardia Civil -fechado el pasado 28 de abril por los especialistas que llegaron a Villafranca desde Logroño esa misma mañana del 15 de noviembre de 2024- determina que la causa fue netamente accidental. En él, los peritos señalan que las llamas se propagaron rápidamente por la zona del cabecero de la cama, donde se encontraba la almohada y las sábanas, en la habitación 14 de este centro psicogeriátrico. La estancia quedó prácticamente calcinada . Tenía la puerta abierta, lo que facilitó que el humo y los gases tóxicos se propagaran rápidamente hacia el pasillo y resto de habitaciones. La rápida propagación de las llamas ha sido uno de los factores determinantes para descartar definitivamente la sospecha del cigarrillo ayudado por la máquina de oxígeno. De ser así, tal y como se explica en el informe de los peritos, la combustión hubiera sido más lenta y los detectores del humo se habrían activado de inmediato, algo que llamó poderosamente la atención de los servicios de Bomberos desplazados desde Zaragoza hasta la localidad próxima esa misma mañana una vez sofocado el fuego. «Aun así, en el supuesto de que inicialmente dicho cigarrillo no fuera detectado y se generara un incendio latente, tras su detección por los sistemas contraincendios, los trabajadores se hubieran encontrado con el inicio de un pequeño incendio o conato de incendio sin llama y perfectamente controlable», indica el informe técnico. Los especialistas del Instituto Armado que han realizado la investigación tampoco descartan que se hubiera producido por «una concatenación de circunstancias, seguidas o producidas todas a la vez», como el teléfono en carga durante horas sobre la almohada, conexiones deficientes del propio cableado del cargador del celular, o fallos internos en la batería de litio del dispositivo. El sobrecalentamiento fue «rápido y violento» y condujo irremediablemente que estos materiales combustibles llegaran a su temperatura de ignición. En el documento se explica también cómo la interna de la habitación sí «estaba autorizada a fumar dos cigarrillos» al día que sus cuidadoras guardaban y pero esa noche «no había solicitado salir a fumar». A su vez, la información apunta a que la máquina de oxígeno que necesitaba fue conectada por las trabajadoras a eso de las 0.30 horas «en la toma de corriente más lejana a la cama». La última vez que pasaron por su habitación fue a las 4.30 horas y«no observaron nada anormal». Media hora más tarde se desató la alarma. A su vez, en el informe de la Benemérita no se recoge una negligencia en el inmueble ni por parte del personal. Al revés, desde el principio, residentes y sus familias , así como la alcaldesa de Villafranca, destacaron la heroica actuación de las dos trabajadoras del turno de noche que se encontraban en ese momento en la residencia y que lograron sacar con vida al resto de los casi 70 residentes del psicogeriátrico. El Ejecutivo de Aragón cumplía con las normativas en cuanto a los sistemas de protección contra incendios, gas y electricidad de la residencia, dictamina el mismo documento. La Guardia Civil ha dado traslado del informe al titular del Juzgado número 12 de Zaragoza responsable de la instrucción de la causa.
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