El Óscar a la mejor fotografía es para… ¡La Geología!

Hay una cosa que tienen en común el famoso espagueti western “El bueno, el feo y el malo” (espero que este momento estéis tarareando la maravillosa banda sonora de Ennio Morricone), la aventura con tintes fantásticos y arqueológicos de “Indiana Jones y la última cruzada” (ahora seguro que habéis pasado a rememorar la melodía de […] El artículo El Óscar a la mejor fotografía es para… ¡La Geología! se ha escrito en Cuaderno de Cultura Científica.

May 8, 2025 - 11:36
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El Óscar a la mejor fotografía es para… ¡La Geología!
Tabernas
Fuente: Dgalan – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0 / Wikimedia Commons

Hay una cosa que tienen en común el famoso espagueti western “El bueno, el feo y el malo” (espero que este momento estéis tarareando la maravillosa banda sonora de Ennio Morricone), la aventura con tintes fantásticos y arqueológicos de “Indiana Jones y la última cruzada” (ahora seguro que habéis pasado a rememorar la melodía de John Williams) y la historia épica de espada y brujería de “Conan el Bárbaro” (es el turno de la percusión potente creada por Basil Poledouris): el desierto de Tabernas.

Tabernas
Decorados construidos en 1969 en el desierto de Tabernas para el western “El Condor”, posteriormente reutilizados en los rodajes de otras películas, entre ellas “Conan el Bárbaro”. Fuente: Jaime Cantero Dole – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0 / Wikimedia Commons

Mientras Clint Eastwood caminaba despacio, con cara de pocos amigos y envuelto en su poncho raído, Harrison Ford peleaba con nazis agitando su látigo y Arnold Schwarzenegger mostraba músculos aceitosos girando en círculos su espada, el paisaje que los rodeaba captaba toda nuestra atención, permitiendo que nos sumergiésemos en la historia con total atención. Y, por supuesto, la Geología es la culpable de ese efecto mágico.

 

En la provincia de Almería, entre los municipios de Tabernas, Gádor, Santa Cruz de Marchena, Alboloduy y Gérgal, se encuentra el único desierto, en el sentido estricto de la palabra, de toda Europa. Y se considera un desierto no por las temperaturas, sino por las precipitaciones, que son realmente escasas y, cuando se producen, lo hacen de manera tormentosa y torrencial. Pero, ¿qué pensaríais si os dijese que, hace unos pocos millones de años, toda esta zona era un fondo marino?

 

Ahora vamos a subirnos a nuestro DMC DeLorean particular y retroceder hasta hace 8 millones de años, a finales del Mioceno. En ese momento, la línea de costa se localizaba al norte de Tabernas, justo al pie de las laderas de la elevación montañosa que hoy conocemos como Sierra de los Filabres. Así, la zona de Tabernas era un fondo marino en el que se depositaban los materiales arrastrados por los ríos que fluían desde las montañas, que acabaron formando unas rocas más resistentes conocidas como areniscas, mezcladas entre otras rocas más blanditas, denominadas margas.

 

Aquí es donde termina el primer acto de nuestra película y aparece el primer giro argumental de nuestro guion. Porque hace unos 7 millones de años, la tectónica, un nuevo personaje principal, entró en acción. En aquella época, la placa tectónica Africana, que estaba moviéndose hacia el Norte, llegó a chocar con la placa tectónica Ibérica. Este tremendo esfuerzo provocó el ascenso de los materiales geológicos más antiguos que permanecían enterrados, levantando una nueva elevación montañosa al sur de Tabernas, la Sierra de Alhamilla. De esta manera, la zona de Tabernas quedó convertida en un brazo de mar estrecho y alargado, encajado entre dos sistemas montañosos. Pero la tectónica, totalmente metida en su papel, no dejó de actuar, generando que, hace unos 2 millones de años, el mar se retirase por completo de esta zona, quedando la línea de costa muy próxima a la actual.

 

Entramos así de lleno en el tercer acto. Nuestra protagonista, la depresión de Tabernas, aún se resistió a convertirse en el desierto que es hoy en día. Durante más de millón y medio de años, en esta área se desarrolló un ambiente similar al de la sabana actual, sometido a un clima semiárido, en donde se formaban pequeños lagos, extensos, pero poco profundos, alimentados por riachuelos y arroyos que arrastraban barro y fragmentos de rocas desde las montañas hasta las zonas centrales más deprimidas.

Tabernas
Aspecto de uno de los cerros presentes en el desierto de Tabernas. Se aprecia la intercalación de areniscas, con tonalidades anaranjadas y dispuestas en capas paralelas entre sí, y margas, de colores grisáceos. Fuente: Rabealga – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0 / Wikimedia Commons

Pero llegamos ya al final de la historia, con un cuarto acto más que necesario en esta ocasión: la configuración geológica actual de la zona. Y, a imagen y semejanza de las películas mencionadas, ahora es cuando metemos toda la acción. En las últimas decenas de miles de años, se instauró el clima árido que hoy en día domina en esta área, provocando la desaparición de esos pequeños lagos. Y las precipitaciones pasaron a ser esporádicas, tormentosas y torrenciales, provocando que los materiales geológicos más blanditos (las margas) acabasen erosionados y arrastrados con el agua de los arroyos, mientras que los más resistentes (las areniscas), permaneciesen impasibles resaltando sobre el resto. Estos arroyos, con el tiempo, fueron excavando el terreno, encajando su cauce, dando lugar a cárcavas y barrancos cada vez más profundos, junto a los que se elevaban montículos y cerros expectantes por su destino.

 

Así, con la paciencia de una gota de agua arrastrándose por la superficie del terreno, se formó el paisaje que hoy en día caracteriza el desierto de Tabernas. Y que lo ha convertido en el paisaje ideal para enmarcar las fábulas fantásticas de las películas que os he citado al comienzo de este texto. Esas, y otras muchas que también se rodaron en Almería.

 

Como veis, la realidad siempre supera a la ficción. Y las rocas que nos rodean son capaces de contarnos historias fantásticas que ningún guion de Hollywood podrá igualar nunca. Espero poder seguir transmitiéndoos estas historias de millones de años al más puro estilo de las sagas cimmerias del universo de Conan.

 

Para saber más:

La cuenca de Tabernas (PDF)

 

Sobre la autora: Blanca María Martínez es doctora en geología, investigadora de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y colaboradora externa del departamento de Geología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU

 

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