Santiago Ruiz, el jubilado que revolucionó los vinos de albariño

Fue pionero, a principios de los ochenta, en marcar un estilo de vinos que ahora triunfan en todo el mundo

May 4, 2025 - 05:44
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Santiago Ruiz, el jubilado que revolucionó los vinos de albariño

Absoluto profeta en su tierra, Santiago Ruiz, aunque murió hace ya 25 años, tiene una historia bonita de contar. Y es que su legado se mantiene, y su filosofía explica, en gran medida, sobre cómo se fundó y avanzó la actualmente muy exitosa denominación de origen Rías Baixas. Además de todo esto, su nombre es la marca que luce en la etiqueta de uno de los vinos más ricos de toda la denominación de origen; así que es más fácil recordarle. Santiago Ruiz nació en el pueblecito de San Miguel de Tabagón, junto a la desembocadura del Miño, en Pontevedra, lo que se conoce como la comarca de O Rosal. Su padre, Ángel, tenía una pequeña bodeguita en la que elaboraba “tostadillos”, procedentes de uvas que se pasificaban en el desván, para consumo propio. Aquello no daba para vivir, claro, y Santiago se dedicó durante toda su vida profesional al sector de los seguros.

Sin embargo, su “hobby”, su ilusión, era el mundo del vino, reconocer las distintas variedades de uvas, estudiarlas. Bodegas cuadra La zona de Pontevedra era la única de toda Galicia que mantenía las variedades autóctonas, el resto, entonces, estaba plantada de la jerezana “palomino”, en blancos; y la garnacha tintorera, en tintos. La albariño es la variedad dominante, aunque en O Rosal, había también otras como la treixadura, loureiro, caiño, godello. En el permanente minifundio, los paisanos hacían el vino para su consumo personal, y si les sobraba algo se lo vendían al bar de la esquina.

Bodega Santiago Ruiz IMAGEN: Bodega Santiago Ruiz · Foto cedida por la bodega.

Se elaboraban habitualmente en el sótano de casa, junto con maquinaria agrícola, el utilitario ahí aparcado, y lo hacían generalmente en depósitos de poliester. Era en lo que de forma algo peyorativa se llamaba “bodegas cuadra”, antes de que años después apareciera la “bodega lechería”, toda de acero inoxidable que te deslumbra si la refleja el sol. Para los que se acomplejen por la edad, decirles que Santiago Ruiz, se jubiló a los 70 años, y es cuando se metió de lleno en el mundo del vino y se hizo famoso. Empezó a hacer pruebas, mezclas de variedades, y con la ayuda de familiares y amigos compra equipos de frío, depósitos de acero inoxidable y se pone a elaborar a la moderna.

Cuenta la familia que llamaba mucho a la poderosa bodega del Penedés, Miguel Torres, líder entonces, y hoy no menos, en las innovaciones tecnológicas, los cuales atendían y aconsejaban amablemente al que se presentaba, lógicamente, como un pequeño viticultor gallego. Don Santiago no se quedaba la información solo para él, sino que se la pasaba a sus vecinos con sus históricamente tres consejos: “limpieza, limpieza y limpieza”. En 1984 pone en marcha su pequeña bodega y empieza a elaborar y vender. En 1988 se constituye la denominación de origen Rías Baixas. Hacía ya tiempo que bodegueros y pequeños viticultores del Valle del Salnés, en torno a la ría de Arousa, con Cambados, Villagarcía, Meis,… trabajaban sobre la uva albariño.

Su legado y su bodega han permanecido

No había otra. Hace muchos años que ya existía un albariño embotellado y rico, el Palacio de Fefiñanes, pero también empezaron Pazo de Señorans, Maior de Mendoza…, a la vez que surgían dos grandes cooperativas que agrupaban a cientos de pequeños viticultores. Una era la de Vilariño-Cambados, que pronto se convertiría en Martín Codax; y la otra Salnesur, que enseguida sería Condes de Albarei. Estaba previsto que la denominación de origen se circunscribiera, precisamente al Salnés y a esta zona de Pontevedra; pero en O Rosal ya trabajaba Santiago Ruiz y arrancaban otras siguiendo su ejemplo; así que se constituyó la D.O. agrupando también a los de O Rosal y a los del Condado de Tea, Miño arriba. Con los años se incorporarían dos subzonas más. La famosa etiqueta Han pasado 37 años y esta D.O. va como un tiro. Tras la muerte de Santiago Ruiz, su legado y su bodega han permanecido.

Etiqueta y botella de Santiago RuizIMAGEN: Etiqueta y botella de Santiago Ruiz. Foto cedida por la bodega

Especialista en vinos, pero no en marketing, sin embargo, diseñaron una etiqueta que se hizo famosa. Es el plano que su hija Isabel dibujó a mano y envió a los invitados de su boda para que pudieran llegar a la bodega donde se casaba. Triunfadores, exitosos, una de las bodegas más reconocidas de vino blanco español, tras la muerte de Don Santiago, sus hijas y fundamentalmente Rosa Ruiz, siguieron al frente de la bodega.

Demasiada potencia para un entorno pequeño, familiar, la necesidad de ampliar instalaciones, comprar depósitos, equipo técnico… hizo que se aliaran con la riojana Bodegas Lan, que se hizo cargo de la firma, pero manteniendo a Rosa colaboradora y heredera de su padre, dentro de la estructura de la bodega. Ahora ya está en el mercado la última añada, Santiago Ruiz 2024. Está elaborado con albariño, loureiro, godello, caíño blanco y treixadura, con 4 meses de crianza entre lías.

El vino es una delicia, fresco, fino, en la nariz domina la manzana, el heno recién cortado, los tonos florales, ligeros cítricos. En boca es envolvente, sabroso, una acidez agradable, muy equilibrado, muy rico. Su P.V.P. es de 15 euros. A Santiago Ruiz se le ha llamado “el padre del albariño”, el “inventor de los nuevos vinos gallegos”. Él, con su modestia lo hubiera rechazado; aunque es verdad que sí que participó más que activamente en lo que son ahora mismo, los grandes vinos de Galicia.