Preocupación por el estado de salud de Makoke tras ser excluida de ‘Supervivientes’

Tensión en Telecinco. A medida que avanza la aventura en Supervivientes 2025, se alcanza una fase clave del concurso donde las tensiones se disparan. Las semanas de convivencia forzada, la falta de comida y el cansancio físico empiezan a pesar, pero también la percepción del apoyo del público transforma la dinámica del grupo. En este ... Leer más

Abr 30, 2025 - 16:38
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Preocupación por el estado de salud de Makoke tras ser excluida de ‘Supervivientes’

Tensión en Telecinco.

A medida que avanza la aventura en Supervivientes 2025, se alcanza una fase clave del concurso donde las tensiones se disparan. Las semanas de convivencia forzada, la falta de comida y el cansancio físico empiezan a pesar, pero también la percepción del apoyo del público transforma la dinámica del grupo. En este punto, cada gesto o decisión adquiere un peso mayor: ya no se trata solo de supervivencia física, sino de estrategia social.

Con el paso de los días, los concursantes han dejado de ser completos desconocidos para convertirse en jugadores conscientes de sus propias fortalezas y debilidades. La intuición sobre quién gusta más fuera, y quién podría estar en la cuerda floja, empieza a condicionar los vínculos. Las alianzas se consolidan o se desmoronan según la necesidad del momento, y las traiciones se vuelven inevitables.

Este cóctel de emociones no solo enciende las pasiones frente a las cámaras, también marca los giros más inesperados en el desarrollo de la competición. Así ocurrió en la última gala, donde las decisiones tomadas por los concursantes evidenciaron el delicado equilibrio entre estrategia, afinidad personal y pura conveniencia.

Una decisión que lo cambia todo.

Desde el arranque del programa, las diferencias entre los equipos se han hecho notar, pero en esta última semana la brecha ha sido especialmente visible. La reconfiguración de los grupos, provocada por la elección de Carmen Alcayde y Laura Cuevas, volvió a agitar el tablero. No obstante, la sorpresa mayor llegaba este martes, cuando Makoke era dejada al margen por sus propios compañeros.

Los abandonos y expulsiones, habituales en esta etapa, han ido ajustando los equipos casi por inercia. La organización, como es habitual, ha intentado mantener el equilibrio para que no se generen ventajas competitivas entre unos y otros. Con la reciente evacuación médica de Koldo Royo, uno de los equipos se quedaba con cinco integrantes frente a los siete del contrario.

Fue entonces cuando Laura Madrueño planteó una solución tajante: debía haber un miembro que quedase fuera temporalmente para igualar fuerzas. Anita Williams no dudó en nombrar a Makoke como la excluida, dejando a la presentadora sin palabras y a la malagueña visiblemente afectada. “Inmediatamente era Anita Williams la que anunciaba el nombre de Makoke como la apartada ante el asombro de la propia presentadora.”

El sabor amargo de la exclusión.

Carlos Sobera iniciaba la gala con un mensaje especial tras el apagón que paralizó al país el lunes anterior, pero pronto se retomaba el ritmo habitual. Desde la playa, Laura Madrueño daba las instrucciones para una nueva prueba que pondría a los concursantes a competir por una recompensa muy codiciada: churros con chocolate.

Makoke, que había asumido su exclusión como algo acordado previamente “por azar”, se mantenía al margen mientras sus compañeros se organizaban. Sin embargo, esta vez no se trataba de una prueba cualquiera. No participar en el reto implicaba también quedar fuera del premio, incluso si su equipo lograba ganar.

Para asegurar una competencia justa, la dirección propuso que Makoke se integrara temporalmente en el equipo con menos integrantes. “Por tanto, si el equipo en el que participaba Makoke ganaba, ella también podría disfrutar de la suculenta recompensa”, explicó Madrueño. Pero el resultado no fue el esperado: su equipo no logró imponerse y, como gesto de consolación, se les permitió un breve minuto para saborear el dulce.

Una prueba con consecuencias.

El reto no solo fue emocionalmente exigente; también tuvo un costo físico inesperado. Pelayo Díaz protagonizó una caída preocupante mientras intentaba completar la prueba, lo que obligó a la intervención del equipo médico en pleno directo. La escena fue tan aparatosa como inesperada, aunque el diseñador decidió seguir adelante a pesar del golpe.

El accidente ocurrió durante una maniobra arriesgada en la que varios concursantes se apilaban para alcanzar las alturas del circuito. La estructura humana cedió y Pelayo terminó en el suelo con signos de dolor evidentes. Aunque logró reincorporarse, terminó el juego visiblemente afectado, quedando tendido en la arena mientras sus compañeros se acercaban preocupados.

Afortunadamente, el susto no pasó a mayores, y minutos después Pelayo pudo reincorporarse al grupo. Pero el incidente evidenció lo límite que pueden llegar a ser estas pruebas y el riesgo real que corren los concursantes semana tras semana.

Preocupación por Makoke.

El gesto de sus compañeros al dejarla fuera ha dejado huella. Makoke se mostró tocada emocionalmente, no tanto por no competir, sino por lo que la decisión implicaba a nivel grupal. La situación ha encendido las alarmas entre los seguidores del programa, que no han dudado en mostrar su apoyo en redes.

A medida que avanza el concurso, crece la inquietud por su estado anímico. La exclusión, aunque temporal, ha tenido un efecto evidente en su moral y ha revelado la fragilidad de sus alianzas dentro del grupo. La pregunta que muchos se hacen ahora es si logrará recuperarse emocionalmente tras este episodio o si esta herida marcará un antes y un después en su paso por Supervivientes 2025.