La Mezquita de las Tornerías, el monumento que Toledo ha recuperado tras 13 años cerrado

Pocos lugares del mundo pueden presumir de tener un legado histórico tan extenso y bien conservado como Toledo. Ciudad de las tres culturas, iglesias llenas...

Abr 30, 2025 - 18:53
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La Mezquita de las Tornerías, el monumento que Toledo ha recuperado tras 13 años cerrado

Pocos lugares del mundo pueden presumir de tener un legado histórico tan extenso y bien conservado como Toledo. Ciudad de las tres culturas, iglesias llenas de historia y también de arte, de sinagogas y calles que parecen suspendidas en el tiempo. Con semejante carta de presentación, parecería que no necesita más. Y, sin embargo, su patrimonio acaba de sumar un nuevo motivo para visitarla (o para volver) la reapertura de la Mezquita de las Tornerías.

Este espacio, cerrado durante más de 13 años, ha reabierto al público tras una profunda restauración que se alargó durante seis años. Lo hace con una nueva función, como Centro Regional de Artesanía de Castilla-La Mancha, un espacio dinámico que combina la historia con la promoción del saber hacer tradicional.

Hace unas semanas estrenaba su programación como su primera exposición temporal sobre el damasquinado toledano, un trabajo de artesanía que consiste en la realización de figuras y dibujos mediante la incrustación de hilos y láminas de oro y plata en acero o hierro. Pequeñas obras de arte de las que se puede aprender mucho más en esta exposición que estará abierta hasta el 10 de julio. Además, el edificio acoge una oficina de turismo de la ciudad.

En pleno centro

La Mezquita de las Tornerías se encuentra en pleno casco histórico de la ciudad, en una zona conocida como el Arrabal de los Francos, a la que se accede fácilmente desde la plaza de Solarejos.

A pesar de su pequeño tamaño, el edificio destaca por su excelente estado de conservación y por su valor simbólico: es la única mezquita andalusí que se mantiene en pie en la ciudad. Construida probablemente en la segunda mitad del siglo XI —aunque no hay consenso absoluto entre los historiadores—, se cree que fue levantada sobre los restos de una antigua construcción romana, como evidencian algunos elementos estructurales de sus cimientos.

Arcos, columnas y un mihrab que no mira a La Meca

El interior sorprende por su elegancia sobria. Se conservan arcos de medio punto apoyados sobre columnas de granito, así como arcos de herradura que recuerdan la estética califal. Uno de los detalles más curiosos es la orientación del mihrab, el nicho que en toda mezquita indica la dirección de La Meca. En este caso, el mihrab está desviado, lo que ha generado múltiples teorías e interpretaciones sobre su construcción.

La historia del edificio no termina ahí. Esta mezquita mantuvo su culto durante siglos, mucho más allá de la reconquista cristina. Fue con la llegada de los Reyes Católicos cuando la mezquita dejó de cumplir funciones religiosas y fue transformada en un espacio civil que tuvo distintos usos: desde taller de torneros (de ahí su nombre) hasta vivienda o local comercial. Hoy, recuperada y restaurada, vuelve a abrir sus puertas como un lugar de encuentro entre el pasado y el presente.