Gabriel Regis, el candidato que quería ser astronauta o futbolista y ahora busca ser ministro de la Corte
De niño, Gabriel Regis quería ser astronauta o futbolista, décadas más tarde es uno de los candidatos a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las elecciones del Poder Judicial 2025.

Rumbo a las primeras elecciones del Poder Judicial, en las que se votará por la renovación de más de 800 cargos a nivel federal, 64 personas buscan obtener uno de los nueve lugares como ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Cada candidato tiene como fecha límite el próximo 28 de mayo para dar a conocer sus pasatiempos, convicciones y propuestas para ganar el cargo por periodos de entre ocho y 14 años, de acuerdo con los votos que hayan obtenido.
Así como con Mauricio Flores, Luz María Zarza y otros perfiles, en esta ocasión presentamos la trayectoria de Gabriel Regis, el abogado que aspira a ministro de la SCJN y quien soñaba con ser astronauta cuando era pequeño.
¿Quién es Gabriel Regis López?
A sus 49 años, Gabriel Regis López ha forjado una sólida trayectoria en el Poder Judicial de la Federación, combinando su vocación jurídica con una vida personal con interés en el deporte, la música y su familia.
Padre de tres hijas y hermano de dos mujeres, se describe como el candidato amigable e introvertido, con un profundo interés en las causas justas.
Aunque de niño soñaba con ser astronauta o futbolista, Regis optó por el derecho para transformar al país. Actualmente, es juez de Distrito en la Ciudad de México y uno de los perfiles más activos en materia constitucional y administrativa dentro del Poder Judicial.
Estudió la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y, posteriormente, obtuvo una maestría en Derecho con orientación en constitucional y administrativo, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Colegio Nacional de Magistrados y Jueces de Distrito. Actualmente, cursa el doctorado en Derecho Constitucional en la UNAM.
Durante más de dos décadas, Regis López ha participado en más de 30 cursos, diplomados y seminarios sobre derecho penal, constitucional, administrativo, fiscal, cibernético y de derechos humanos.
También ha sido catedrático en la UNAM, la Universidad Isidro Fabela, el Instituto de la Judicatura Federal y la Escuela Federal de Formación Judicial.
Su trayectoria en el Poder Judicial comenzó en 1998, como oficial judicial en el Estado de México. De ahí ascendió a actuario judicial, secretario de juzgado y, posteriormente, secretario de tribunal en diversos órganos jurisdiccionales de la Ciudad de México. Entre 2010 y 2014 se desempeñó como Secretario de Estudio y Cuenta en la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, participando en la elaboración de proyectos de resolución en temas clave del país.
En 2015 fue designado juez de Distrito en el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa, en la Ciudad de México, y desde 2019 encabeza el Juzgado Decimosexto de Distrito en Materia Administrativa, también en la capital del país.
Además de su labor jurisdiccional, ha participado activamente como ponente y conferencista en seminarios nacionales e internacionales, y ha formado parte de congresos sobre género, derechos humanos, jurisprudencia y procesos judiciales federales.
Más allá de los expedientes y las audiencias, Gabriel Regis ama a los animales y disfruta ver películas, ir al gimnasio, andar en bicicleta y bailar al ritmo de la cumbia, el reguetón y la música electrónica.
¿Cuáles son las propuestas de Gabriel Regis para convertirse en ministro de la Corte?
Para obtener uno de los lugares como ministro de la Corte, Regis presentó las 3 siguientes propuestas:
- Implementar la figura jurídica de cuestión previa de constitucionalidad en asuntos donde los derechos de grupos vulnerables se encuentren en riesgo, en los que cuando se advierta que una norma es restrictiva de sus derechos, pueda formularse una consulta a la Corte, para determinar si es o no constitucional.
- Crear mecanismos para escuchar a los grupos vulnerables, en los asuntos que hablen sobre alguna restricción de sus derechos fundamentales y que deban resolverse en la SCJN.
- Establecer una política de puertas abiertas para recibir a todas las personas que tengan alguna duda o que quieran plantear sus argumentos.