Escribir en Roma

No hay otro lugar mejor en el mundo para amar que París. Para escribir, Roma. Va uno paseando y dejándose los ligamentos de los tobillos por los adoquines y se le tropiezan las imágenes. Por Roma, al escritor le van dando las columnas en la cara como cuando uno cruza en bici un bando de palomas que picotean en el suelo, levantan el vuelo de golpe y le dan en la jeta. Como a Bernard Moitessier, que dio la vuelta al mundo en solitario, se le tiraban dentro del velero los peces voladores y se pegaba unos atracones magníficos. Roma es una madre patria literaria y madre patria en general. Yo sé cómo se siente uno de Medellín en Madrid... Ver Más

May 4, 2025 - 19:11
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Escribir en Roma
No hay otro lugar mejor en el mundo para amar que París. Para escribir, Roma. Va uno paseando y dejándose los ligamentos de los tobillos por los adoquines y se le tropiezan las imágenes. Por Roma, al escritor le van dando las columnas en la cara como cuando uno cruza en bici un bando de palomas que picotean en el suelo, levantan el vuelo de golpe y le dan en la jeta. Como a Bernard Moitessier, que dio la vuelta al mundo en solitario, se le tiraban dentro del velero los peces voladores y se pegaba unos atracones magníficos. Roma es una madre patria literaria y madre patria en general. Yo sé cómo se siente uno de Medellín en Madrid... Ver Más