Autónomos andaluces reclaman mayor protección e igualar sus derechos por el Día del Trabajador

Desprotegidos. Así es como se sienten los autónomos de Andalucía. Un desamparo que es abrumador ante circunstancias sobrevenidas que nada tienen que ver con su actividad, pero ante las que le toca pagar las consecuencias. Por ello, en este 1 de mayo los autónomos han reclamado una mayor protección e igualar sus derechos al resto de trabajadores por cuenta ajena. Día Internacional del Trabajador, de todos. Del autónomo y del emprendedor, también. En una jornada como esta, denuncian su propia brecha, esa enorme distancia que separa a empleados por cuenta propia y empleados por cuenta ajena, y exponen «las condiciones de extrema precariedad y abusos del conjunto del colectivo». Andalucía aporta uno de cada cuatro autónomos al país, en el número de afiliados al Régimen Especial del Trabajo Autónomo (RETA) bate récords mes a mes y son 583.973 afiliados en la región, continuando con la tendencia de crecimiento de los últimos cinco años. En abril se han registrado 1.325 afiliados más y 6.254 activos más que en marzo de 2024. Llama la atención que el crecimiento en el RETA del último mes se concentra especialmente en el grupo de edad de 55 años o más. El trabajo por cuenta propia no discrimina por cuestiones de edad o género como sí ocurre en el trabajo en régimen general. Los autónomos constituyen la punta de lanza de la economía del país y exigen ser valorados como tal. Por ello, las asociaciones que representan al colectivo como UATAE, Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores de Andalucía, ha exigido este 1 de mayo un trabajo digno y derechos para los trabajadores autónomos. Para ellos es una reivindicación, más que una celebración, ya que, apuntan, «aún queda mucho por conseguir». En la comunidad con mayor número de afiliados al RETA, UATAE pide dignificar el trabajo autónomo y valorar a las personas que luchan cada día por sus propios negocios, sobreviviendo en un entorno cada vez más complicado, subrayan, que «son quienes, con e sfuerzo y dedicación diaria , contribuyen al desarrollo económico y social de nuestro país, y quienes dan vida a esas zonas rurales donde la población necesita de servicios, a veces, imprescindibles». Defienden el trabajo autónomo no solo como una opción laboral, sino como un motor que impulsa la innovación, la creatividad y el emprendimiento reafirmando su lucha por la dignidad laboral, por un trabajo autónomo justo y por un futuro. Reclaman medidas concretas para acabar con la precariedad laboral, y denuncian que el autoempleo sigue atrasado en términos de protección social ante el desempleo, de pensiones, de conciliación de la vida laboral, personal y familiar, o de seguridad y salud en el trabajo, así como, una reforma del sistema de cotizaciones por ingresos reales netos, acompañada de un avance sustancial en derechos. En este contexto, los autónomos andaluces también denuncian ser los eternamente olvidados en el debate sobre empleo y derechos laborales que se suscita en días como el 1 de mayo, unos discursos en los que no están incluidos. En los discursos entorno a las jornadas reducidas, las semanas de cuatro días, la conciliación familiar, la protección ante el desempleo o las mejoras en las condiciones laborales, el autónomo queda al margen y están fuera de las conquistas alcanzadas en años de lucha por los derechos sociales. Por ello reclaman un nuevo Estatuto de los Trabajadores que permita acabar con estas situaciones entre autónomos y autónomas y desde UATAE señalan su negativa a quedar relegados «a aceptar como seña de identidad esta lacra, que en muchos casos los lleva a ser explotados a través de la figura de 'freelance', o en los peores casos como falsos autónomos», y que como bien es sabido todo ello, «esconde una falta de protección desproporcionada». Precisamente, la casualidad ha querido que, en las vísperas de este 1 de mayo, hayamos sufrido una de esas circunstancias sobrevenidas que los autónomos deben soportar sobre las espaldas de sus negocios. El corte de suministro eléctrico generalizado que afectó a todo el país ha vuelto a ejemplificar esa desprotección ante situaciones que afectan a todos pero que para ellos se traducen en pérdidas. Miles de autónomos en Andalucía no pudieron dar servicio a sus clientes el pasado lunes y, en multitud de municipios de Andalucía, tampoco parte de la jornada del martes. La Asociación de trabajadores Autónomos a nivel nacional ha cifrado las pérdidas derivadas del apagón en 1.300 millones de euros , siendo esta solo una primera estimación que puede verse aumentada tras una valoración más detallada. Son jornadas perdidas, menús que no se han comandado, productos que no se han vendido, cortes de pelo que no se han realizado o pedidos que no se han entregado entre otros. Sin contar las perdidas en materia prima desechada por falta de refrigeración. En el otro lado, el Ministerio de Trabajo, en las horas posteriores al apagón tranquilizaba y recordaba a los trabajadores por cuenta ajena que podían hacer us

May 1, 2025 - 18:06
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Autónomos andaluces reclaman mayor protección e igualar sus derechos por el Día del Trabajador
Desprotegidos. Así es como se sienten los autónomos de Andalucía. Un desamparo que es abrumador ante circunstancias sobrevenidas que nada tienen que ver con su actividad, pero ante las que le toca pagar las consecuencias. Por ello, en este 1 de mayo los autónomos han reclamado una mayor protección e igualar sus derechos al resto de trabajadores por cuenta ajena. Día Internacional del Trabajador, de todos. Del autónomo y del emprendedor, también. En una jornada como esta, denuncian su propia brecha, esa enorme distancia que separa a empleados por cuenta propia y empleados por cuenta ajena, y exponen «las condiciones de extrema precariedad y abusos del conjunto del colectivo». Andalucía aporta uno de cada cuatro autónomos al país, en el número de afiliados al Régimen Especial del Trabajo Autónomo (RETA) bate récords mes a mes y son 583.973 afiliados en la región, continuando con la tendencia de crecimiento de los últimos cinco años. En abril se han registrado 1.325 afiliados más y 6.254 activos más que en marzo de 2024. Llama la atención que el crecimiento en el RETA del último mes se concentra especialmente en el grupo de edad de 55 años o más. El trabajo por cuenta propia no discrimina por cuestiones de edad o género como sí ocurre en el trabajo en régimen general. Los autónomos constituyen la punta de lanza de la economía del país y exigen ser valorados como tal. Por ello, las asociaciones que representan al colectivo como UATAE, Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores de Andalucía, ha exigido este 1 de mayo un trabajo digno y derechos para los trabajadores autónomos. Para ellos es una reivindicación, más que una celebración, ya que, apuntan, «aún queda mucho por conseguir». En la comunidad con mayor número de afiliados al RETA, UATAE pide dignificar el trabajo autónomo y valorar a las personas que luchan cada día por sus propios negocios, sobreviviendo en un entorno cada vez más complicado, subrayan, que «son quienes, con e sfuerzo y dedicación diaria , contribuyen al desarrollo económico y social de nuestro país, y quienes dan vida a esas zonas rurales donde la población necesita de servicios, a veces, imprescindibles». Defienden el trabajo autónomo no solo como una opción laboral, sino como un motor que impulsa la innovación, la creatividad y el emprendimiento reafirmando su lucha por la dignidad laboral, por un trabajo autónomo justo y por un futuro. Reclaman medidas concretas para acabar con la precariedad laboral, y denuncian que el autoempleo sigue atrasado en términos de protección social ante el desempleo, de pensiones, de conciliación de la vida laboral, personal y familiar, o de seguridad y salud en el trabajo, así como, una reforma del sistema de cotizaciones por ingresos reales netos, acompañada de un avance sustancial en derechos. En este contexto, los autónomos andaluces también denuncian ser los eternamente olvidados en el debate sobre empleo y derechos laborales que se suscita en días como el 1 de mayo, unos discursos en los que no están incluidos. En los discursos entorno a las jornadas reducidas, las semanas de cuatro días, la conciliación familiar, la protección ante el desempleo o las mejoras en las condiciones laborales, el autónomo queda al margen y están fuera de las conquistas alcanzadas en años de lucha por los derechos sociales. Por ello reclaman un nuevo Estatuto de los Trabajadores que permita acabar con estas situaciones entre autónomos y autónomas y desde UATAE señalan su negativa a quedar relegados «a aceptar como seña de identidad esta lacra, que en muchos casos los lleva a ser explotados a través de la figura de 'freelance', o en los peores casos como falsos autónomos», y que como bien es sabido todo ello, «esconde una falta de protección desproporcionada». Precisamente, la casualidad ha querido que, en las vísperas de este 1 de mayo, hayamos sufrido una de esas circunstancias sobrevenidas que los autónomos deben soportar sobre las espaldas de sus negocios. El corte de suministro eléctrico generalizado que afectó a todo el país ha vuelto a ejemplificar esa desprotección ante situaciones que afectan a todos pero que para ellos se traducen en pérdidas. Miles de autónomos en Andalucía no pudieron dar servicio a sus clientes el pasado lunes y, en multitud de municipios de Andalucía, tampoco parte de la jornada del martes. La Asociación de trabajadores Autónomos a nivel nacional ha cifrado las pérdidas derivadas del apagón en 1.300 millones de euros , siendo esta solo una primera estimación que puede verse aumentada tras una valoración más detallada. Son jornadas perdidas, menús que no se han comandado, productos que no se han vendido, cortes de pelo que no se han realizado o pedidos que no se han entregado entre otros. Sin contar las perdidas en materia prima desechada por falta de refrigeración. En el otro lado, el Ministerio de Trabajo, en las horas posteriores al apagón tranquilizaba y recordaba a los trabajadores por cuenta ajena que podían hacer uso de los « permisos retribuidos y derechos para situaciones de excepción ». Una situación de excepción que no se reconoce a todos los trabajadores por igual.