He tenido que… Antonio Orozco ya no oculta su ruina económica

Antonio Orozco: de la ruina económica a la redención personal

Antonio Orozco ha atravesado momentos de oscuridad personal y profesional que lo llevaron a cruzar el Atlántico en busca de una segunda oportunidad. El reconocido cantante español ha relatado con franqueza el difícil capítulo de su vida que vivió en 2008, cuando, tras sufrir una fuerte crisis económica, se vio obligado a dejar España para establecerse en América Latina.

En una sincera entrevista concedida al periódico El Mundo, Orozco recordó aquel periodo como un tiempo de extrema necesidad: «me encontraba en un momento dificilísimo a nivel económico», confesó. Fue entonces cuando llegó una propuesta que cambiaría su vida: participar como jurado en el programa televisivo La Voz.

La televisión como salvavidas y trampolín

Su incorporación al programa no solo le devolvió la visibilidad mediática, sino que también supuso un auténtico punto de inflexión vital. «Me convierto en una persona muy popular, puedo volver a vivir a España y me doy cuenta de que la gente me está conociendo (…) La tele me dio esa popularidad y un respaldo económico», explicó el cantante.

A pesar de que muchas personas critican la fama y el medio televisivo, Orozco no comparte ese punto de vista. Al contrario, se muestra agradecido con quienes le brindaron esa plataforma en un momento crucial: «Estoy agradecido a las personas que me dieron la oportunidad en un momento en que me hacía mucha falta».

Una lucha contra la ruina y la depresión

Durante la entrevista, Orozco reveló que ha atravesado varias crisis económicas a lo largo de su vida, y no se avergüenza de ello. Se define como una persona inquieta, siempre buscando nuevos caminos, incluso fuera del mundo de la música. «Me he arruinado totalmente y no ha sido la única vez», confesó. Su espíritu emprendedor lo ha llevado a incursionar como informático, programador y empresario.

«Eso explica por qué me he arruinado varias veces, pero no pasa nada porque es parte de lo que soy. Soy el fruto de todos esos golpes que me di y de todas las personas con las que me crucé y me hicieron daño», añadió con honestidad.

La experiencia americana: un nuevo comienzo

En pleno 2008, con su situación económica deteriorada, su discográfica le propuso emprender una nueva etapa profesional en América. Y así lo hizo. Pasó cuatro años fuera de España, una etapa que recuerda con entusiasmo. «Hice cantidad de cosas y me nominaron a los Grammy», rememora con orgullo.

Fue una época de oportunidades, pero también de aprendizaje. Las luces del éxito internacional iluminaron su camino, pero no disiparon por completo sus sombras personales.

Una vida marcada por la inestabilidad

Orozco es consciente de que su carácter tiene mucho que ver con los altibajos que ha experimentado. «Me encanta hacer cosas diferentes y me niego a acomodarme. Me rebelo contra cualquier cosa que esté estipulada y eso es lo que hace que tenga muchos vaivenes», reconoció. A sus 52 años, el cantante reflexiona sobre los peligros de una vida demasiado cómoda: «Dejas de salir tú a comprar el pan y no te enteras de lo que se comenta en la calle».

Reconectar con lo esencial: la vida real

Uno de los momentos más reveladores de la entrevista fue cuando habló sobre el aislamiento que llegó a experimentar pese a vivir rodeado de lujos. «Normalicé estar viviendo en el centro de Madrid, en un hotel de la puta hostia y no salir de mi cuarto», admitió. La dependencia de asistentes personales para las tareas más básicas lo desconectó de la realidad.

Eso cambió radicalmente hace poco más de un año, cuando decidió que era hora de volver a empezar desde lo sencillo. «No quiero que nadie haga nada por mí, ni comprar un billete de avión ni buscarme un hotel», aseguró. Ahora, dice, intenta vivir la vida desde la normalidad.

Un nuevo ejemplo para sus hijos

La transformación personal de Antonio Orozco también ha estado guiada por su deseo de ser un referente para sus hijos. «Alguien dijo que a tus hijos sólo puedes darles dos cosas: una buena educación y un buen ejemplo. Yo les he dado una buena educación, pero me faltaba darles un buen ejemplo», reconoció.

Hoy, más sereno y con una mirada más clara sobre su pasado, asegura haber compuesto el mejor disco de su carrera y afirma con firmeza que, por fin, está listo para ofrecer a sus hijos ese buen ejemplo que tanto deseaba darles.

Antonio Orozco, tras tocar fondo, ha decidido volver a conectar con la vida desde lo más humano, demostrando que, a veces, la fama no basta si se pierde el contacto con uno mismo.