Aceleró y escapó a toda velocidad de motochorros que quisieron robarle en la Panamericana
La víctima, Roberto Montanelli, un ingeniero mecánico de 59 años, manejaba una moto
“Esto no puede seguir pasando”, dice, con iguales dosis de convencimiento e indignación, Roberto Montanelli, un ingeniero mecánico de 59 años. Hace casi 24 horas dos motochorros intentaron robarle su moto BMW 1250, con la que circulaba por la Panamericana a la altura de Don Torcuato. Sus reflejos, y la potencia de su máquina, le permitieron acelerar a toda velocidad, en un cinematográfico escape que quedó filmado por las cámaras de seguridad que tenía instaladas en su rodado.
El intento de robo que sufrió Montanelli ocurrió ayer, diez minutos antes de las 19, cuando se dirigía al barrio porteño de Villa Devoto por la autopista Panamericana.
“Sucedió entre las rutas 202 y 197. Yo iba a tranquilo. Tenía poco combustible y pensaba cargar nafta en una estación de servicio de la avenida General Paz, antes de llegar a Devoto”, contó la víctima a LA NACION.
Cuando ya había pasado la ruta 202, Montanelli advirtió que lo seguían. “En la moto instalé dos cámaras con sensores, una adelante y otra atrás. Antes de que los delincuentes se me pusieran por delante y me apuntaran con un arma yo ya estaba advertido”, explicó el ingeniero.
Montanelli vio, claramente, el arma que portaba el ladrón que iba en la parte trasera de la moto. Tuvo que disminuir la velocidad porque lo encerraron. “El delincuente quiso bajarse, creo yo, pero en ese momento se desestabilizó la moto y entonces aproveché para acelerar y no los vi más”, dijo la víctima.
A toda velocidad llegó hasta la avenida General Paz. “Estuve nervioso, pero miedo no tuve. Mi idea es hacer ‘ruido’ porque esto no puede seguir pasando. El hecho de que te encierren en la Panamericana es una locura”, afirmó el ingeniero mecánico casi un día después del intento de robo.
Cuando llegó a su casa y extrajo las memorias de las cámaras advirtió que la moto en la que circulaban los delincuentes no tenía chapa patente como para poder hacer la denuncia.
“Este es el peor momento en cuanto a inseguridad para las personas que circulan en moto. Yo estoy tranquilo, pero hay amigos que decidieron vender las motos o que las llevan en camiones o camionetas a los lugares elegidos para hacer travesías, como Catamarca”, aseveró.
Tras el intento de robo de ayer, su esposa le pidió que dejara de andar en moto. “Tengo miedo de que te pase algo”, le dijo la mujer a Montanelli cuando le contó lo que le había pasado en la Panamericana.
En medio de charla con LA NACION, Montanelli recordó el homicidio del empresario Andrés Blaquier, de 62 años, ocurrido el 29 de octubre de 2022 en la autopista Panamericana, a la altura de Pilar.
Blaquier y su esposa, Magdalena De Elordy, circulaban hacia el norte en una moto BMW GS1200. Volvían a su casa, en el country Martindale, después de haber presenciado la final del Abierto de Polo de Hurlingham. Los acompañaba una pareja amiga que iba en una moto BMW GS800.
En un momento, una moto en la que circulaban dos delincuentes –y había sido robada días antes en Ricardo Rojas, partido de Tigre– se puso a la par de la de la víctima y, segundos después, Blaquier y su esposa cayeron al asfalto. No fue una mala maniobra: uno de los asaltantes le disparó al empresario sin miramientos, a corta distancia. Le tiraron a matar.
“Los delincuentes encerraron a Blaquier y le dispararon en el pecho con una pistola calibre nueve milímetros con la intención y voluntad de causarle la muerte para facilitar y consumar el desapoderamiento de su vehículo. Como consecuencia del disparo, la víctima y su esposa cayeron de la moto. El delincuente que disparó, después de levantar la moto BMW 1200 del empresario ayudado por su cómplice, se dio a la fuga”, reza el expediente judicial.
Producto de la caída, De Elordy sufrió la fractura de la rótula izquierda. Blaquier, según la autopsia, murió como consecuencia de un “shock hipovolémico a causa de una herida de arma de fuego con orificio de entrada en hemitórax izquierdo y de salida en región dorsal derecha, perforando pleuras, ventrículo izquierdo y derecho, lesionando los aparatos valvulares del corazón, pulmón derecho, entre otros daños, lo que provocó una hemorragia masiva”.
El delincuente que le disparó a Blaquier se bajó de la moto para apoderarse de la BMW 1200 de la víctima, pero como no pudo levantarla solo necesitó de la ayuda de su cómplice. Después, huyeron de la escena del crimen en ambas motos.
“El miedo hace que dejemos de hacer lo que nos gusta. No puede seguir pasando”, dice Montanelli, la última víctima de esta modalidad que tiene a los motociclistas en la mira.