Muere trágicamente Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura
Trágica despedida. Hay despedidas que conmocionan más allá de fronteras, porque no solo se va una persona, sino una voz que marcó épocas, inspiró generaciones y moldeó parte de nuestra visión del mundo. Así ha ocurrido con el fallecimiento del escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, quien murió a los 89 años en su casa de ... Leer más

Trágica despedida.
Hay despedidas que conmocionan más allá de fronteras, porque no solo se va una persona, sino una voz que marcó épocas, inspiró generaciones y moldeó parte de nuestra visión del mundo. Así ha ocurrido con el fallecimiento del escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, quien murió a los 89 años en su casa de Lima, la ciudad a la que regresó en 2022. La noticia fue confirmada por su familia, que ha preferido mantener la privacidad y no realizar ninguna ceremonia pública.
«Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz», escribió su hijo Álvaro Vargas Llosa en la red social X. A esas palabras se unió su hija Morgana, en un mensaje que refleja tanto la tristeza como la serenidad con la que la familia afronta la pérdida. “Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo…”, continúa el comunicado que resalta la riqueza de una vida intensa y fértil.
«En las próximas horas y días, procederán de acuerdo a sus instrucciones», añadieron, subrayando el deseo del autor de mantener la intimidad incluso en su despedida. “Nuestra madre, nuestros hijos y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia”, concluye el mensaje, que deja ver el profundo respeto que su entorno tenía por su voluntad.
El regreso al lugar donde empezó todo.
En 2022, Vargas Llosa decidió instalarse nuevamente en su departamento del distrito limeño de Barranco, bohemio y lleno de historia, con vista al Pacífico y a pasos de los recuerdos que forjaron su universo literario. En ese entorno retomó su relación con Patricia Llosa, su esposa, y volvió a caminar por las calles de su ciudad adoptiva, como si cada rincón aún le ofreciera historias por contar.
En uno de esos paseos, visitó el local que ocupaba el mítico bar ‘La Catedral’, escenario que inspiró una de sus obras más celebradas: Conversación en La Catedral. Publicada en 1969, esta novela es considerada un hito de la literatura en español y una de las grandes exploraciones de la identidad peruana. Las fotos compartidas por su hijo en esa ocasión mostraban a un Vargas Llosa envejecido, pero presente, como si aún estuviera tomando nota del mundo.
Poco antes, también lo retrató frente al colegio militar Leoncio Prado, lugar donde estudió y que inspiró su primera gran obra: La ciudad y los perros (1963). Fue allí, según confesó en múltiples ocasiones, donde se forjó su determinación de convertirse en escritor, en abierta rebeldía contra su padre, quien se oponía a ese destino.
Una voz en la historia de la literatura.
El autor de Lituma en los Andes, La casa verde o La fiesta del chivo recibió en 2010 el Premio Nobel de Literatura, reconocimiento a una trayectoria que trazó, según la Academia Sueca, “una cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia”. Fue también el primer autor en español en ingresar a la Academia Francesa en 2023, donde dijo que Francia le había ayudado a ver otra América Latina.
Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz. @morganavll pic.twitter.com/mkFEanxEjA
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) April 14, 2025
Vargas Llosa no fue solo novelista: también fue periodista, ensayista, político y hasta actor ocasional. Nacido en Arequipa en 1936, su carrera estuvo marcada por una férrea disciplina y una ambición intelectual pocas veces igualada. Incluso se presentó a las elecciones presidenciales en Perú en 1990, una incursión que no tuvo éxito, pero que dejó huella en su visión del país y se reflejó en su obra posterior.
Su legado es inabarcable. Además del Nobel, recibió los premios Cervantes, Príncipe de Asturias, Rómulo Gallegos, Planeta y Jerusalén, entre muchos otros. Pero, más allá de las distinciones, Vargas Llosa deja un archivo literario que seguirá siendo leído, estudiado y admirado por generaciones. Su literatura, como pocas, supo aunar la política con la emoción, la historia con la intimidad.
La última caminata entre las calles de Lima.
En sus últimos meses, era habitual verlo caminar por Barranco, apoyado en su bastón, intercambiando saludos con vecinos que lo reconocían como uno de los grandes. Aun en el crepúsculo de su vida, mantenía la elegancia, la mirada viva y ese aire de intelectual comprometido con las ideas, incluso en un mundo que a veces parecía ir en otra dirección.
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) March 29, 2025
Su muerte marca el fin de una era, pero también renueva el pacto silencioso entre sus libros y sus lectores. Porque como él mismo escribió alguna vez, “la literatura es fuego”, y en su caso, fue un fuego que iluminó durante más de seis décadas. Hoy, se apaga el hombre, pero su llama queda encendida en cada página que escribió.