Las dos complicaciones para Hurtado y Peinado en los casos contra Begoña Gómez y el fiscal
Hace ya un año que Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, decidió delegar la oposición a los juzgados. Las causas judiciales con las que intenta acorralar al Gobierno han encontrado dos magistrados idóneos, con un pasado amable con el PP. Ángel Hurtado, juez del Tribunal Supremo que instruye la causa contra el fiscal general del Estado, y Juan Carlos Peinado, su homólogo en el procedimiento contra Begoña Gómez en la Audiencia Provincial de Madrid, se han topado en las últimas semanas con complicaciones a las aspiraciones judiciales de los populares. Son muchas las pistas que apuntan a la reputación del PP como punto de encuentro entre el Alto Tribunal y los juzgados de Plaza de Castilla. A lo largo de los procesos, ambos magistrados han incurrido en contradicciones, la mayoría en beneficio de los intereses políticos de los populares. En enero, el juez Hurtado publicó un auto, en el que, a pesar de las evidencias, consideraba que Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, no es "un defraudador confeso". Hurtado dirige en el Supremo la causa contra Álvaro García Ortiz por su presunta filtración de información confidencial del novio de la presidenta madrileña. La doble confesión del novio de Ayuso pone en aprietos al juez Hurtado En las últimas dos semanas, los argumentos de la defensa de Alberto González Amador como acusador del fiscal general se han derrumbado. El novio de Ayuso lleva un año centrando el contraataque por los numerosos delitos que se le imputan, que incluyen dos fraudes fiscales, falsedad documental, corrupción en los negocios y administración desleal, en el Ministerio Público. Ahora, se ha conocido que Carlos Neira, abogado del empresario, remitió el mismo escrito que envió a la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, en el que confesaba los dos delitos fiscales cometidos por su cliente, a la Abogacía del Estado. Este jueves, a petición de la Fiscalía, el juez Hurtado se ha visto obligado a incorporar el informe pericial, que corrobora este hecho, al sumario de la causa. Dicho documento, según El País, fue elaborado por la propia Abogacía, y acreditaría ante el juez que el e-mail del letrado nunca fue reenviado por su destinatario, diluyendo las sospechas por la filtración. La Fiscalía señaló la "indudable trascendencia" del documento en el proceso que instruye Hurtado, y exigen explicaciones. Esto es debido a que la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid no hizo referencia a que el correo llegó a la Abogacía del Estado hasta la fecha en que la propia institución lo desveló, centrando sus acusaciones en la Fiscalía General del Estado. La causa contra Álvaro García Ortiz, de hecho, nace de que los medios de comunicación comenzaron a publicar el contenido del correo poco después de que Pilar Rodríguez, fiscal jefa de Madrid, lo reenviara al fiscal general, algo que ocurrió en torno a las 21:59 horas del 13 de marzo de 2024. No obstante, hasta la fecha, Hurtado no ha conseguido recopilar indicios suficientes que validen o desarticulen...
Hace ya un año que Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, decidió delegar la oposición a los juzgados. Las causas judiciales con las que intenta acorralar al Gobierno han encontrado dos magistrados idóneos, con un pasado amable con el PP. Ángel Hurtado, juez del Tribunal Supremo que instruye la causa contra el fiscal general del Estado, y Juan Carlos Peinado, su homólogo en el procedimiento contra Begoña Gómez en la Audiencia Provincial de Madrid, se han topado en las últimas semanas con complicaciones a las aspiraciones judiciales de los populares. Son muchas las pistas que apuntan a la reputación del PP como punto de encuentro entre el Alto Tribunal y los juzgados de Plaza de Castilla. A lo largo de los procesos, ambos magistrados han incurrido en contradicciones, la mayoría en beneficio de los intereses políticos de los populares. En enero, el juez Hurtado publicó un auto, en el que, a pesar de las evidencias, consideraba que Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, no es "un defraudador confeso". Hurtado dirige en el Supremo la causa contra Álvaro García Ortiz por su presunta filtración de información confidencial del novio de la presidenta madrileña. La doble confesión del novio de Ayuso pone en aprietos al juez Hurtado En las últimas dos semanas, los argumentos de la defensa de Alberto González Amador como acusador del fiscal general se han derrumbado. El novio de Ayuso lleva un año centrando el contraataque por los numerosos delitos que se le imputan, que incluyen dos fraudes fiscales, falsedad documental, corrupción en los negocios y administración desleal, en el Ministerio Público. Ahora, se ha conocido que Carlos Neira, abogado del empresario, remitió el mismo escrito que envió a la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, en el que confesaba los dos delitos fiscales cometidos por su cliente, a la Abogacía del Estado. Este jueves, a petición de la Fiscalía, el juez Hurtado se ha visto obligado a incorporar el informe pericial, que corrobora este hecho, al sumario de la causa. Dicho documento, según El País, fue elaborado por la propia Abogacía, y acreditaría ante el juez que el e-mail del letrado nunca fue reenviado por su destinatario, diluyendo las sospechas por la filtración. La Fiscalía señaló la "indudable trascendencia" del documento en el proceso que instruye Hurtado, y exigen explicaciones. Esto es debido a que la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid no hizo referencia a que el correo llegó a la Abogacía del Estado hasta la fecha en que la propia institución lo desveló, centrando sus acusaciones en la Fiscalía General del Estado. La causa contra Álvaro García Ortiz, de hecho, nace de que los medios de comunicación comenzaron a publicar el contenido del correo poco después de que Pilar Rodríguez, fiscal jefa de Madrid, lo reenviara al fiscal general, algo que ocurrió en torno a las 21:59 horas del 13 de marzo de 2024. No obstante, hasta la fecha, Hurtado no ha conseguido recopilar indicios suficientes que validen o desarticulen...
