La gran relación de Steven Spielberg y su exesposa, Amy Irving, tras su millonario divorcio
El director y Amy Irving se divorciaron en 1989 tras una resolución de 100 millones de dólares.

En la Meca del Cine, quizá más que en cualquier otro lugar del mundo, puede darse el caso de que dos estrellas separadas o divorciadas tengan que reencontrarse en galas de premios, eventos, preestrenos, rodajes... Y ahí dependerá de cómo acabasen la relación. Si acabaron tirándose los trastos a la cabeza, como se suele decir, es casi seguro que harán todo lo posible por evitarse. Pero si son como Steven Spielberg y Amy Irving lo más probable es que se busquen para fundirse en un abrazo. Porque su historia, aparte de atípica, ha derivado en una de las grandes amistades que ha atesorado el rey Midas de Hollywood a lo largo de su larga, exitosa y fructífera carrera.
No solo es que hagan planes juntos o que, dado que comparten un hijo, Max Samuel, hayan practicado la copaternidad por su bien, sino que, como ha revelado la actriz jubilada de 71 años, quedan para cenar teniendo citas dobles. Es decir: Irving y su tercer marido, Kenneth Bowser Jr., y el director de cintas como Parque Jurásico, La lista de Schindler o Tiburón, que este año soplará 79 velas, y su segunda esposa, Kate Capshaw, quedan para cenar.
"Siempre hemos mantenido el contacto y hemos seguido siendo muy cercanos el uno con el otro", ha declarado recientemente la intérprete de Carrie, Yentl o Traffic en el pódcast It Happened in Hollywood, que pertenece a la revista The Hollywood Reporter. "Él, Kate, mi marido y yo intentamos tener citas dobles de vez en cuando", ha especificado Amy, dejando caer, por tanto, que no fueron los 100 millones de dólares lo más importante que sacó de aquel divorcio. Uno que se fraguó lentamente y sobre el que hay diferentes versiones.
Para entenderlo, hay que remontarse a los años 70, justo cuando la nueva oleada de directores jóvenes como el propio Spielberg, pero también Scorsese o Coppola, rompe con el esquema que estaba imperando en la industria norteamericana en aquel momento. Irving era hija de la actriz Priscilla Pointer, y de un padre, Jules Irving, famosísimo en el mundo del teatro, que llegó a ser director artístico de las tablas del Lincoln Center. Tras estudiar interpretación, conoce a Brian De Palma haciendo la audición para la princesa Leia de Star Wars en 1976 y este le ofrece su primera gran papel: el de Sue Snell en su adaptación de Carrie.
Llamó la atención de la industria y, en especial, de Spielberg. "No fue una cita a ciegas", explicaría más tarde la actriz, "Brian me envió al set de Encuentros en la tercera fase para conocerlo". Era muy joven para el papel, pero el director se quedó con su nombre y le prometió el papel de Marion Ravenwood en la primera aventura de Indiana Jones, En busca del arca perdida, que ya estaba preparando. Comenzaron a salir y hasta se mudaron juntos.
"Me gustaría trabajar con Steven pero, por ahora, prefiero ir por mi propio camino. No quiero que me conozcan como 'la novia de Steven Spielberg'. Antes tengo que ser Amy Irving. Porque ya crecí como la hija de Jules Irving y cada vez que iba al teatro era lo mismo: 'Oh, es la hija de Jules Irving'. Pero Steven y yo somos muy independientes. Por mi parte, llevamos año y medio juntos, y está siendo maravilloso, pero no quiero esa clase de presión", admitiría.
Sin embargo, según el periodista y escritor Peter Biskind, que escribió una de las crónicas más importantes precisamente de esa época del cine, en uno de esos rodajes labrándose su carrera, el de la cinta Honeysuckle Rose, se enamora de Willie Nelson, 20 años mayor que ella, y eso rompe por primera vez su relación con Spielberg, así como le hace perder la oportunidad de aparecer en las aventuras del famoso arqueólogo. "Supongo que la vida real significó para mí más que mi carrera. Me fui, y tengo la sensación de que cuando eso ocurre, no consigues el papel. Eso es todo", afirmaría.
Pero llegamos a 1984. Irving ha sido nominada al Oscar —por la cinta de Barbra Streisand Yentl— y le ofrecen Pabellones lejanos, una miniserie de seis horas que se rueda en Jaipur, en India. Steven, que estaba en aquel momento buscando localizaciones para Indiana Jones y el templo maldito, descubre que su expareja está rodando muy cerca y decide sorprender a Irving.
"Creo que él estaba en Sri Lanka en ese tiempo, y alguien le dijo que yo estaba en la India, y respondió: 'Pararemos allí de regreso'. Recuerdo que yo estaba en un palanquín y me llevaban a para casarme [en la ficción] con Rossano Brazzi. Interpretaba a una princesa mitad rusa, mitad india. Y al bajar del palanquín para volver a mi camerino, allí estaba Steven. Y de repente volvió a surgir la chispa".
Retoman, claro, su relación. Con una diferencia: el día de su cumpleaños, el 10 de septiembre, descubre que está embarazada de su primer hijo, Max Samuel, que nacería a mediados de 1985. Unos meses después, a finales de noviembre, Steven y Amy se casan en Santa Fe y se mudan juntos a la casa que tiene el realizador en Coldwater Canyon, una zona privilegiada de Santa Mónica, en California. Curiosamente, ambos conocerían a sus siguientes parejas en sendos rodajes.
Por un lado, Spielberg llevaba tiempo manteniendo una relación extramatrimonial con Kate Capshaw, la protagonista femenina de la secuela de Indiana Jones, mientas que nada más divorciarse de Spielberg, en 1989, y tras un acuerdo de 100 millones de dólares, Amy conoce al director brasileño Bruno Barreto, con quien comienza un romance y con quien tendría a su segundo hijo, Gabriel, nada más comenzar 1990.
Así pues, fueron 14 años los que estuvieron juntos, aunque solo cuatro de casados y con una pausa de tres años entre sus dos noviazgos. Irving, aun así, admitiría para Los Angeles Times que no fue fácil estar casada con el director de Salvar al soldado Ryan o Los Fabelman. "Creo que me dolió ser la esposa de Steven Spielberg y luego me dolió más ser la exesposa de Steven Spielberg. Fue incómodo durante un tiempo. Y no sé por qué. Solo que me sentí inexistente", dijo. Y, sin embargo, años después, continúan su amistad.