El plato típico malagueño de origen humilde que puedes hacer con solo tres ingredientes
Originario del barrio marinero de El Palo, en la ciudad de Málaga, el gazpachuelo combina un caldo de pescado con mayonesa casera, patatas y, en ocasiones, mariscos o pescado blancoEste plato típico valenciano se hace en diez minutos y es perfecto como entrante o cena ligera La gastronomía malagueña es un festín para los sentidos, una fusión de mar y montaña que refleja la diversidad y riqueza de la provincia andaluza. En la costa, los espetos de sardinas, asados a la brasa en barcas junto al mar, y la fritura malagueña, con boquerones, calamares y gambas crujientes, son emblemas de la cocina local. En el interior, platos como la porra antequerana, una versión más espesa del salmorejo, destacan por su sabor y tradición. La ensalada malagueña, con patata, naranja y bacalao, y el ajoblanco, una sopa fría de almendras y ajo, completan la oferta de platos. Todo ello acompañado con los reconocidos vinos dulces de uva moscatel y Pedro Ximénez. Y, aunque muchos lo desconozcan, uno de los platos que mejor representa el alma de la cocina malagueña es el gazpachuelo. Originario del barrio marinero de El Palo, en la ciudad de Málaga, esta sopa caliente de origen humilde combina un caldo de pescado con mayonesa casera, patatas y, en ocasiones, mariscos o pescado blanco. Aunque su mezcla pueda parecer inusual, su sabor reconfortante y su textura cremosa lo han convertido en un plato emblemático de la provincia. El gazpachuelo es más que una receta; es un testimonio de la historia y la identidad culinaria de Málaga, el hogar de los 'boquerones', como se conoce a los malagueños. El plato de un pueblo de puerto y mar Playa de El Palo Este plato, nacido en las cocinas de los pescadores malagueños, ha evolucionado con el tiempo, pero sin perder su esencia reconfortante y su característico color blanco. Tradicionalmente, los pescadores elaboraban esta delicia con ingredientes sencillos y asequibles: agua, pan, aceite y vinagre, a los que, posteriormente, se añadió mayonesa casera para darle una textura cremosa y un sabor más suave. El gazpachuelo, conocido también como “comida de duelo” por su presencia en velatorios, ha ido cambiando al incorporar ingredientes como pescado blanco, patatas o mariscos y ha pasado de ser una receta casera a formar parte de la oferta gastronómica de restaurantes de alta cocina en Málaga y otras regiones de España. Hoy en día, esta sopa malagueña no solo se encuentra en las mesas de los hogares malagueños, sino que también ha sido reinterpretado por chefs contemporáneos, quienes han experimentado con ingredientes y presentaciones innovadoras. Así, el gazpachuelo representa la capacidad de transformar ingredientes modestos en una experiencia culinaria memorable. El gazpachuelo, paso a paso Aunque los ingredientes son pescado, patata y mayonesa, se pueden añadir gambas o almejas Aunque se consume durante todo el año, el gazpachuelo es espec

Originario del barrio marinero de El Palo, en la ciudad de Málaga, el gazpachuelo combina un caldo de pescado con mayonesa casera, patatas y, en ocasiones, mariscos o pescado blanco
Este plato típico valenciano se hace en diez minutos y es perfecto como entrante o cena ligera
La gastronomía malagueña es un festín para los sentidos, una fusión de mar y montaña que refleja la diversidad y riqueza de la provincia andaluza. En la costa, los espetos de sardinas, asados a la brasa en barcas junto al mar, y la fritura malagueña, con boquerones, calamares y gambas crujientes, son emblemas de la cocina local. En el interior, platos como la porra antequerana, una versión más espesa del salmorejo, destacan por su sabor y tradición. La ensalada malagueña, con patata, naranja y bacalao, y el ajoblanco, una sopa fría de almendras y ajo, completan la oferta de platos. Todo ello acompañado con los reconocidos vinos dulces de uva moscatel y Pedro Ximénez.
Y, aunque muchos lo desconozcan, uno de los platos que mejor representa el alma de la cocina malagueña es el gazpachuelo. Originario del barrio marinero de El Palo, en la ciudad de Málaga, esta sopa caliente de origen humilde combina un caldo de pescado con mayonesa casera, patatas y, en ocasiones, mariscos o pescado blanco. Aunque su mezcla pueda parecer inusual, su sabor reconfortante y su textura cremosa lo han convertido en un plato emblemático de la provincia. El gazpachuelo es más que una receta; es un testimonio de la historia y la identidad culinaria de Málaga, el hogar de los 'boquerones', como se conoce a los malagueños.
El plato de un pueblo de puerto y mar

Este plato, nacido en las cocinas de los pescadores malagueños, ha evolucionado con el tiempo, pero sin perder su esencia reconfortante y su característico color blanco.
Tradicionalmente, los pescadores elaboraban esta delicia con ingredientes sencillos y asequibles: agua, pan, aceite y vinagre, a los que, posteriormente, se añadió mayonesa casera para darle una textura cremosa y un sabor más suave. El gazpachuelo, conocido también como “comida de duelo” por su presencia en velatorios, ha ido cambiando al incorporar ingredientes como pescado blanco, patatas o mariscos y ha pasado de ser una receta casera a formar parte de la oferta gastronómica de restaurantes de alta cocina en Málaga y otras regiones de España.
Hoy en día, esta sopa malagueña no solo se encuentra en las mesas de los hogares malagueños, sino que también ha sido reinterpretado por chefs contemporáneos, quienes han experimentado con ingredientes y presentaciones innovadoras. Así, el gazpachuelo representa la capacidad de transformar ingredientes modestos en una experiencia culinaria memorable.
El gazpachuelo, paso a paso

Aunque se consume durante todo el año, el gazpachuelo es especialmente apreciado en los meses más fríos. Al tratarse de una sopa caliente, sirve como un plato reconstituyente en hogares y restaurantes de la región. Para prepararlo, necesitarás las siguientes cantidades de estos ingredientes para unos cuatro comensales:
- 500 gramos de patata
- Kilo y medio de merluza
- Una hoja de laurel
- Un manojo de perejil fresco
- Tres litros de agua
- Ocho gambones
- Un huevo
- Un limón
- 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra
- 100 mililitros de aceite de girasol
- Sal al gusto
Su preparación requiere habilidad para integrar la mayonesa en el caldo caliente sin que se corte, lo que añade un toque de maestría a esta receta humilde, pero deliciosa. Por ello, a continuación te explicamos cómo preparar esta deliciosa receta paso a paso:
- En primer lugar, y si así lo deseas, será acercarse a la pescadería más cercana para obtener una merluza fresca de calidad. Pide al pescadero que la limpie y que retire los lomos de la espina central y la cabeza. Solicítale también que quite la piel de los lomos si es posible.
- Una vez tengas la merluza ya en casa, toca ponerse manos a la obra. En primer lugar, pela y corta las patatas en trozos de igual tamaño. También tendrás que pelar los gambones o langostinos y reservar los cuerpos.
- A continuación, coloca la espina y la cabeza de la merluza en una cacerola amplia junto con las cáscaras de los gambones o langostinos, los trozos de patata, el laurel y el perejil. Cuando lo hagas, agrega el agua y lleva a ebullición. Hierve a fuego suave, espumando, durante unos 30 minutos.
- Mientras tanto, puedes cortar la merluza en trozos pequeños y reservarla junto con los cuerpos de los gambones o langostinos. Una vez listo el caldo, cuélalo y pásalo a otra cacerola limpia junto con las patatas, y cuece durante 10 o 12 minutos.
- Luego, prepara una mayonesa casera con el huevo, los aceites, el zumo de limón y un poco de sal.
- Retira la cacerola del fuego y separa un par de cacitos del caldo. Pasa la mayonesa a un cuenco y añade una pequeña cantidad de caldo caliente, poco a poco y removiendo con suavidad para evitar que se corte. Repite la operación cuantas veces sea necesario hasta incorporar todo el caldo reservado.
- Agrega la merluza y los gambones o langostinos a la cacerola. Estos se cocerán simplemente por el calor residual. Espera un par de minutos para poder incorporar la mezcla de la mayonesa a la cacerola. Es importante que lo hagas poco a poco para, finalmente, mezclar con suavidad. De esta forma, evitarás que se corte la mayonesa.
- Sirve y decora tu gazpachuelo con un poco de perejil fresco picado.