Este fue el primer lugar del mundo que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad

Se inauguró en 1978 una lista que hoy reúne más de mil sitios de valor universal: así nació el mayor esfuerzo global por preservar el patrimonioLas Islas Galápagos, el destino del que no querrás volver jamás En 1978, la UNESCO publicó su primera lista del Patrimonio Mundial. Entre paisajes salvajes, ruinas históricas y maravillas arquitectónicas, hubo un lugar que se convirtió en el primer bien natural de la historia en recibir esta distinción: las Islas Galápagos, en Ecuador. Hoy, más de cuatro décadas después, aquel gesto sigue marcando un antes y un después en la protección del legado común de la humanidad. Un laboratorio natural único en el mundo Las Islas Galápagos, situadas a unos mil kilómetros de la costa ecuatoriana, no solo destacan por su belleza. Su importancia es también científica: aquí Charles Darwin encontró la inspiración para su teoría de la evolución por selección natural tras su célebre viaje en el Beagle. Este archipiélago volcánico alberga una biodiversidad extraordinaria. Muchas de sus especies no existen en ningún otro lugar del planeta. Desde las iguanas marinas hasta las tortugas gigantes, todo en Galápagos parece haber sido moldeado por el aislamiento y el paso del tiempo. Ese valor natural y ecológico fue clave para que, en 1978, las Galápagos fueran el primer sitio incluido en la nueva Lista del Patrimonio Mundial que la Unesco acababa de lanzar. La primera lista de la historia Junto con las Galápagos, en esa lista pionera de 1978 también aparecieron otros lugares que hoy son referentes del patrimonio mundial. En el apartado cultural, el centro histórico de Quito (Ecuador) y el de Cracovia (Polonia) fueron los primeros cascos urbanos protegidos por su valor histórico y arquitectónico. También se incluyeron el Parque Nacional de Yellowstone (EE. UU.), el Parque Nacional del Nahanni (Canadá), la catedral de Aquisgrán (Alemania), las iglesias excavadas en la roca de Lalibela (Etiopía) o la Isla de Gorée (Senegal), entre otros. Era una lista modesta en número —apenas doce sitios— pero ambiciosa en su objetivo: preservar lo que la humanidad no podía permitirse perder. Un esfuerzo internacional que no se detiene Desde entonces, la Lista del Patrimonio Mundial ha crecido hasta superar los 1.000 sitios inscritos, repartidos por todo el planeta y clasificados en tres grandes categorías: cultural, natural y mixto. Hoy, países como Italia, China, España, Alemania o Francia lideran el número de inscripciones, pero el proyecto se ha convertido en un esfuerzo global. El objetivo es claro: identificar aquellos lugares con un valor universal excepcional, promover su conservación y darles visibilidad internacional para que futuras generaciones también puedan disfrutarlos. Un símbolo que sigue vigente Cuatro décadas después de su inclusión, las Islas Galápagos siguen siendo un ejemplo del equilibrio —siempre delicado— entre conservación y turismo. Son también un recordatorio de por qué nació esta lista y de cómo un archipiélago remoto logró despertar la conciencia global sobre la necesidad de proteger nuestro patrimonio natural.

May 3, 2025 - 11:15
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Este fue el primer lugar del mundo que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad

Este fue el primer lugar del mundo que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad

Se inauguró en 1978 una lista que hoy reúne más de mil sitios de valor universal: así nació el mayor esfuerzo global por preservar el patrimonio

Las Islas Galápagos, el destino del que no querrás volver jamás

En 1978, la UNESCO publicó su primera lista del Patrimonio Mundial. Entre paisajes salvajes, ruinas históricas y maravillas arquitectónicas, hubo un lugar que se convirtió en el primer bien natural de la historia en recibir esta distinción: las Islas Galápagos, en Ecuador.

Hoy, más de cuatro décadas después, aquel gesto sigue marcando un antes y un después en la protección del legado común de la humanidad.

Un laboratorio natural único en el mundo

Las Islas Galápagos, situadas a unos mil kilómetros de la costa ecuatoriana, no solo destacan por su belleza. Su importancia es también científica: aquí Charles Darwin encontró la inspiración para su teoría de la evolución por selección natural tras su célebre viaje en el Beagle.

Este archipiélago volcánico alberga una biodiversidad extraordinaria. Muchas de sus especies no existen en ningún otro lugar del planeta. Desde las iguanas marinas hasta las tortugas gigantes, todo en Galápagos parece haber sido moldeado por el aislamiento y el paso del tiempo.

Ese valor natural y ecológico fue clave para que, en 1978, las Galápagos fueran el primer sitio incluido en la nueva Lista del Patrimonio Mundial que la Unesco acababa de lanzar.

La primera lista de la historia

Junto con las Galápagos, en esa lista pionera de 1978 también aparecieron otros lugares que hoy son referentes del patrimonio mundial. En el apartado cultural, el centro histórico de Quito (Ecuador) y el de Cracovia (Polonia) fueron los primeros cascos urbanos protegidos por su valor histórico y arquitectónico.

También se incluyeron el Parque Nacional de Yellowstone (EE. UU.), el Parque Nacional del Nahanni (Canadá), la catedral de Aquisgrán (Alemania), las iglesias excavadas en la roca de Lalibela (Etiopía) o la Isla de Gorée (Senegal), entre otros.

Era una lista modesta en número —apenas doce sitios— pero ambiciosa en su objetivo: preservar lo que la humanidad no podía permitirse perder.

Un esfuerzo internacional que no se detiene

Desde entonces, la Lista del Patrimonio Mundial ha crecido hasta superar los 1.000 sitios inscritos, repartidos por todo el planeta y clasificados en tres grandes categorías: culturalnatural y mixto.

Hoy, países como Italia, China, España, Alemania o Francia lideran el número de inscripciones, pero el proyecto se ha convertido en un esfuerzo global.

El objetivo es claro: identificar aquellos lugares con un valor universal excepcional, promover su conservación y darles visibilidad internacional para que futuras generaciones también puedan disfrutarlos.

Un símbolo que sigue vigente

Cuatro décadas después de su inclusión, las Islas Galápagos siguen siendo un ejemplo del equilibrio —siempre delicado— entre conservación y turismo. Son también un recordatorio de por qué nació esta lista y de cómo un archipiélago remoto logró despertar la conciencia global sobre la necesidad de proteger nuestro patrimonio natural.

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