El decano de los cardenales pone deberes a los electores: "Debéis abandonar cualquier consideración personal"

Todos los Príncipes de la Iglesia se han congregado bajo el imponente baldaquino de Bernini para celebrar una eucaristía antes del cónclave

May 7, 2025 - 14:37
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El decano de los cardenales pone deberes a los electores: "Debéis abandonar cualquier consideración personal"

Después de varias semanas de Congregaciones Generales, y ya con todos los 133 cardenales electores en Roma, la mañana de este miércoles ha tenido lugar en la basílica de San Pedro la misa que inaugura el proceso del cónclave. A lo largo de los próximos días se van a suceder las votaciones secretas de los cardenales, de las que saldrán repetidas fumatas negras y una blanca. Todo está preparado en la Capilla Sixtina para acoger, desde esta misma tarde, a los purpurados que elegirán al sucesor de Pedro.

Este miércoles por la mañana, sin embargo, y como es tradición en la Iglesia, todos los Príncipes de la Iglesia se han congregado bajo el imponente baldaquino de Bernini para celebrar una eucaristía antes de la primera votación. La ceremonia ha estado oficiada por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. En él se han fijado todas las miradas en el momento de la homilía: se trata del último pronunciamiento sobre el cónclave. A partir de este miércoles por la tarde todo será silencio en la Sixtina, aunque ajetreo en los pasillos de Santa Marta, residencia donde ha vivido el Papa Francisco durante todo su pontificado y que ahora acoge a los cardenales electores.

No es una cosa menor: en el mismo altar en el que hoy ha celebrado la misa el cardenal Battista Re hace exactamente 20 años celebró un discreto cardenal alemán, Joseph Ratzinger. Aquel sencillo teólogo jamás hubiese imaginado −tal y como confesó años más tarde− que la fuerza de sus palabras impactaría en los corazones del Colegio Cardenalicio. Apenas dos días después aquel mismo Ratzinger pronunció otra homilía, pero ya revestido de blanco y con el nombre de Benedicto XVI. Las palabras de Battista Re, avaladas por la sabiduría de sus 91 años, tampoco han pasado desapercibidas entre sus hermanos cardenales.

Homilía previa a la primera votación del cónclave IMAGEN: Homilía previa a la primera votación del cónclave. EFE

Lo primero que ha llamado la atención es la ausencia de toda referencia al Papa Francisco. En sus 573 palabras, el cardenal Re no ha mencionado al pontífice recién fallecido; después de nueve días de panegíricos, el decano de los cardenales ha querido mirar al futuro de la Iglesia, recogiendo en su intervención las sensibilidades de toda la Iglesia: “Notamos como todo el pueblo de Dios está unido a nosotros con su sentido de fe, su amor al  Papa y su confiada esperanza”, ha comenzado diciendo.

Su homilía ha consistido en elevar una plegaria al Espíritu Santo −a quien ha pedido “auxilio, luz y fuerza”− para que los cardenales acierten en su tarea de elegir “al Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan  difícil y complejo”. Precisamente durante estas últimas semanas el papel del Espíritu Santo ha sido objeto de controversia: mientras que unos sostienen que los cardenales escuchan con sinceridad las inspiraciones divinas, otros han mantenido que sus sesgos y preferencias pesan en la elección.

Ha manifestado la certeza de que la Iglesia no es una secta, sino la casa para todos: "La unidad de la Iglesia es querida por Cristo; una unidad que no significa uniformidad".

A este respecto, el cardenal Battista Re se ha mostrado tajante: “Rezar, invocando al Espíritu Santo, es la única actitud justa y necesaria, mientras los cardenales electores se preparan a un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial, y a una  decisión de gran importancia; un acto humano por el cual se debe abandonar cualquier consideración personal, y tener en la mente y en el corazón sólo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad”. La primera tarea de los cardenales en las votaciones que comienzan esta tarde, pues, consiste en “abandonar toda consideración personal”.

"La Iglesia no es una secta, sino la casa para todos"

En este sentido, durante su homilía el celebrante ha insistido en las ideas que de alguna forma se escucharon repetidamente durante las Congregaciones Generales: a un Papa profeta y pastor se suma la necesidad de un Papa que transmita el amor de Dios, un pontífice que pueda “comprometerse en la construcción de una nueva civilización, que Pablo VI llamó 'civilización del  amor'”. Y siguiendo esta línea ha dado una nueva tarea al Colegio Cardenalicio: “La cualidad fundamental de los Pastores es el amor  hasta el don total de sí. Jesús afirma: 'No hay amor más grande que dar la vida por los amigos'”.

Homilía previa a la primera votación del cónclave IMAGEN: La misa, oficiada por Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. EFE

Ese dar la vida por los amigos se ha manifestado en otro de los puntos fuertes de su sermón: el cardenal Battista Re ha incidido en la unidad de la Iglesia. “Entre las tareas de todo sucesor de Pedro está la de acrecentar la comunión: comunión de todos los cristianos con Cristo; comunión de los obispos con el Papa; comunión entre los obispos. No una comunión autorreferencial, sino dirigida totalmente a la comunión entre las personas, los pueblos y las culturas, velando para que la Iglesia sea siempre 'casa y escuela de comunión'”, ha recordado Battista Re.

De la misma forma, ha manifestado la certeza de que la Iglesia no es una secta, sino la casa para todos: “La unidad de la Iglesia es querida por Cristo; una unidad que no significa uniformidad, sino una firme y profunda comunión en la diversidad, siempre que se mantenga en plena  fidelidad al Evangelio”. Con el silencio solemne que caracteriza estas celebraciones, todos los cardenales escuchaban estas palabras frente al Altar Mayor de San Pedro, que ha contado también con la música del organista español Josep Solé.

Así, sin tecnología que valga y con sencillos papeles dentro de una urna esta tarde comenzará la elección del nuevo Papa.

l decano del Colegio Cardenalicio, que ya no es elector por su avanzada edad, ha aprovechado sus últimas palabras para recordar a los cardenales electores la importancia de su misión: “En Tríptico Romano, el Papa Juan Pablo II expresaba el deseo de que, en las horas de la gran decisión mediante el voto, la majestuosa imagen de Miguel Ángel que representa a Jesús Juez recordase a cada uno la grandeza de la responsabilidad de poner las “soberanas llaves” (en expresión de Dante) en las manos adecuadas”.

Así, Battista Re ha querido poner el broche agradeciendo a Dios la suerte de los últimos pontífices –“en los últimos cien años nos ha dado una serie de Pontífices verdaderamente santos y grandes”− y pidiendo a los electores que escojan “el Papa que mejor sepa despertar las conciencias de todos y las fuerzas morales y espirituales en la sociedad actual, caracterizada por un gran progreso tecnológico, pero que tiende a olvidarse de Dios”. Precisamente así, sin tecnología que valga y con sencillos papeles dentro de una urna esta tarde comenzará la elección del nuevo Papa.