Collboni fracasa con su 'Plan Endreça': la suciedad y el incivismo devoran el Raval

Los vecinos alertan de la degradación del barrio y cuestionan un programa cuya aplicación juzgan parcial y errática

May 3, 2025 - 11:25
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Collboni fracasa con su 'Plan Endreça': la suciedad y el incivismo devoran el Raval

Una de las campañas que más ha publicitado el Ayuntamiento de Barcelona es el llamado 'Plan Endreça'. El programa, lanzado en octubre de 2023 y definido por el propio Ejecutivo como su "signo de identidad", se ha marcado como objetivo revertir la degradación del espacio público en la Ciudad Condal alcanzada en los últimos años —que las voces críticas en el consistorio achacan a la etapa de Colau—. Y se ha propuesto hacerlo centrando sus esfuerzos en tres frentes: la limpieza, el mantenimiento del mobiliario urbano y el civismo. Sin embargo, y pese a las ingentes inyecciones económicas con la que ha contado la iniciativa —el año pasado contó con 550 millones de presupuesto—, no está arrojando los resultados esperados, especialmente en los barrios más afectados, como es el caso del Raval.

 

Allí, los vecinos, indignados con el deterioro de sus calles, emprendieron una campaña a finales del año pasado para denunciar el fracaso del plan e instar al Ayuntamiento a tomar medidas más drásticas. No obstante, el concejal del distrito, Albert Batlle, respondió a estas críticas en un Consejo de Barrio con un mensaje que caldeó aún más los ánimos: "El barrio está limpio como una patena". Ahora, insisten con una segunda parte de aquella campaña, cuyo lema resulta elocuente: "El Plan Endreça no funciona". Y es que, según la Red de Vecinos del Raval, el plan se ha desplegado a través de actuaciones parciales y "pruebas piloto sin continuidad", por lo que demandan "soluciones reales" para un barrio que, denuncian, sufre una fuerte estigmatización.

 

Los vecinos admiten que la suciedad se ha reducido, pero hacen notar que los problemas estructurales del barrio siguen sin solventarse. "Sin una estrategia clara y sin implicar a los que vivimos en el barrio, no conseguiremos el objetivo de mejora el espacio público", advierten. Por una parte, alertan de que las campañas informativas y de sensibilización son necesarias pero, a todas luces, "insuficientes". Y que, pese a las promesas, siguen sin incrementarse. Por otra, recuerdan que la rehabilitación de la zona no se logrará solo con servicios de limpieza y campañas de propaganda "vacías", sino con "participación, escucha y compromiso". En este sentido, proponen una mesa de seguimiento abierta a las entidades del barrio, los equipos de limpieza y la Administración para proponer mejoras de manera conjunta. "Queremos corresponsabilidad, no criminalización", resumen.

Primero, sensibilización; luego, sanciones

Cabe decir que, hace dos meses, el Ejecutivo, dentro del Plan Endreça, lanzó un plan de choque específico para esta zona. La intervención inventarió las calles más sucias del Raval, que pasan por ser Ferlandina, Guifré, Joaquim Costa, Lluna, Lleó, Palom y Tigre; así como las plazas Emili Vendrell y Pes de la Palla. Y anunció dos fases: la primera, de sensibilización para "concienciar" a los vecinos incívicos; y la segunda, de imposición de sanciones, que oscilan entre los 100 y los 3.000 euros. Entra las conductas punibles, figuran amontonar basura en la calle, orinar en la vía pública o perturbar el descanso nocturno con gritos y peleas. Con todo, ésta última fase aún no se ha llevado a la práctica.

Esta inacción está siendo criticada por la oposición constitucionalista en el Ayuntamiento. A este respecto, el líder del PP de Barcelona, Daniel Sirera, hizo hincapié este viernes en que la mayoría de estas multas por incivismo, en caso de imponerse, no llegan nunca a cobrarse — omisión que, recordó, alcanza en algunos supuestos el 97%—. Por eso, reclamó más firmeza en su aplicación, proponiendo, entre otras medidas, aumentar el importe de las sanciones en el caso de los infractores multirreincidentes. "El incivismo no se soluciona con mediación o pegando pegatinas de advertencia en bolsas de basura abandonadas, se soluciona con sanciones y la persecución del infractor", opinó Sirera. Finalmente, planteó que, si Collboni no era capaz de consensuar un acuerdo "razonable" en la materia con sus socios de ERC y Comunes, permitiera a la ciudadanía decidir en una consulta los puntos de la ordenanza en base a las distintas propuestas.