Aumentan las críticas en el PSOE por la comunicación del Gobierno: "Estamos perdiendo el relato"
La sensación entre ministros y cuadros del Partido Socialista es que "estamos cometiendo errores de bulto que nos pueden hacer mucho daño"

Las críticas son generalizadas. Dentro del propio Gobierno, entre los ministros, como también entre los diputados y los dirigentes del Partido Socialista. Los datos del último CIS -que tildan de "ocurrencia" ya que fue una sorpresa para casi todos-, y que reflejaban que una mayoría de ciudadanos creen que el Gobierno no informó correctamente durante el apagón, no hacen más que apuntalar esa sensación de estar "cometiendo errores de bulto que nos pueden hacer mucho daño". En resumen, todas las fuentes consultadas por este periódico coinciden en que "estamos perdiendo el relato".
Aunque no es una queja nueva, más bien algo recurrente entre las filas socialistas como cortafuegos cuando algo no funciona, "la concatenación de errores" de los últimos meses ha encendido las alarmas. La mayoría miran hacia Moncloa, donde la recién nombrada secretaria de Estado de comunicación, Lydia del Canto, parece no despegar, no cumplir con las expectativas que se habían depositado en ella.
Su aterrizaje en el complejo presidencial, en sustitución del efímero Ion Antolín, que volvió a la dirección de comunicación del PSOE y al que también señalan algunos, ya se observó con recelo por su inexperiencia en la política madrileña, tanto dentro del PSOE como entre los periodistas, que prácticamente siempre reciben un leído acompañado de un largo silencio cuando se le pregunta alguna cosa.
Desde los cuadros del partido lanzan una advertencia a Sánchez: "no podemos seguir por este camino". Alertan de que "no estamos vendiendo acción de Gobierno, vivimos en la confrontación permanente". Y lamentan que "rentabilizamos muy poco los logros y recibimos muy fuerte los golpes de las crisis que nos tocan gestionar". Crisis, por otro lado, que no todos consideran bien gestionadas. Ni la del apagón, ni las ferroviarias ni las que afectan a la presunta corrupción en el entorno más cercano al presidente.
Núcleo duro del mensaje
Lydia del Canto, junto a Ion Antolín, y el jefe de gabinete del presidente, Diego Rubio, son los responsables de fijar la estrategia comunicativa del Ejecutivo. Los creadores del mensaje que, día tras día, emplean el jefe del Ejecutivo y sus ministros tanto en sus intervenciones públicas como en sus redes sociales.
De ahí que las críticas se dirigen especialmente, también, a los dos primeros protagonistas. Del Canto, como máxima responsable de la secretaria de Estado de comunicación, y Antolín, como lugarteniente de Ferraz, son los que tienen la última palabra. Aunque, en los últimos meses, también se escuchan voces externas como la del ex jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, muy presente en ciertas decisiones.
Portavoces del PSOE
Otra de las que recibe más críticas es la portavoz oficial del PSOE, Ester Peña, que fue revalidada en el cargo, tras el último congreso federal, ante la sorpresa de la mayoría de dirigentes. Incluso ella misma, horas antes de saber que iba a seguir en la Ejecutiva Federal, se daba por amortizada.
Peña no gusta ni en Ferraz ni en el partido. De hecho, en la dirección de comunicación, bajo la supervisión de Antolín, la puentean a menudo con convocatorias de la portavoz oficiosa, la concejal en Madrid Enma López. Generalmente, las intervenciones de López se sitúan en fin de semana. Para que pasen más desapercibidas para Sánchez. Ion Antolín y su número, según fuentes de Ferraz, promueven las convocatorias de la edil sin responsabilizarse de ellas. Pues, según las mismas fuentes, no son del agrado de Sánchez.
Relevos en las portavocías
El presidente del Gobierno, en otras ocasiones similares, en las que han arreciado las críticas a la comunicación tanto del Gobierno como del partido, ha optado por ejecutar cambios en las portavocías. Tanto en la del Ejecutivo, cuando han ocupado esa plaza Isabel Celaá, María Jesús Montero o Isabel Rodríguez, la del partido, cuando la ocupaban Óscar Puente, Felipe Sicilia o Pilar Alegría, así como en el Congreso o en el Senado, donde en pocos años ha relevado a Adriana Lastra, Héctor Gómez o Eva Granados.